Capítulo 6

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Pasaban de las 3 de la mañana, desde hacía ya dos horas que habíamos terminado de ver la película y que nos habíamos ido a dormir pero yo me mantuve despierta. Generalmente lo hacía porque pensaba en las tantas cosas que ya había vivido o para reflexionar y en este caso era la primer opción.

Desde que regresamos de Egipto no he dejado de pensar en todo lo que sucedió, me esfuerzo realmente en no dar varias vueltas al tema porque fue bastante traumático y, por consecuencia, he tenido pesadillas, por lo tanto me esfuerzo en quedarme despierta checando mi celular o escuchando música.

Aquí una de las causas de mi cansancio.

Mientras pensaba en eso decidí despegar mi vista de la pantalla de mi celular y apagarla para disfrutar la canción que sonaba. Miré a mi izquierda y observé a mis amigos, deteniéndome a observar al chico al cual mi mundo giraba en torno.

Lo miré, apreciando su gran figura dormida, recordando en el acto todo lo que vivimos en Egipto y fue así como me fui quedando dormida...

...

Eran alrededor de las 5 am, Kakyoin, el señor Joestar y yo nos habíamos ido en un auto y Jotaro y Polnareff se habían ido a otra dirección en una moto.

Pronto me encontraba corriendo por una calle, estaba consciente de que había salvado a Kakyoin del ataque de DIO, ese era uno de los poderes de mi Stand, no iba a permitir que asesinaran a otro de mis amigos enfrente de mí.

Corrí por esa calle tan larga, las personas sin darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor... Tenía que encontrarlos, tenía que decirles lo que Kakyoin había descubierto, la habilidad tan macabra que poseía ese maldito vampiro.

Y fue cuando por fin lo ví a unos metros, aún encima de la moto junto con Polnareff.

Le grité a la distancia pero mi voz no salió, en cambio salió un especie de alarido, un quejido hueco que raspó las paredes de mi garganta la cual comenzó a asfixiarme con un líquido espeso.

Miré lentamente hacia abajo y noté un brazo dorado que terminaba en un puño que había atravesado completamente mi abdomen.

Sentí una gran desesperación, saber que era mi fin sin poder haber ayudado a alguien.

Pronto la voz cavernosa pero carismática de ese imbécil me susurró cosas que no logré comprender. Sacó el brazo de su Stand de mí y se alejó.

Junté toda la fuerza que me restaba para gritar firmemente su nombre y hacer que volteara, no quería que él sufriera lo mismo que yo al estar casi indefenso por estar distraído y por la habilidad de ese Stand.

Lo logré... Pero lentamente todo se tornaba negro... Qué ironía la mía que no me podía curar con mi propio Stand.

Caí al suelo, mis sentidos se iban y los sonidos eran un tanto lejanos... Sólo pude percibir pasos, voces... Voces que distorsionadamente gritaban mi nombre...

- Tiempo- dije- puede... Detener... E-l...

Para después terminar de oscurecerse mi vista.

...

Desperté agitada, sudaba frío y tenía la cara empapada en lágrimas además de que mi respiración era irregular.

Lo primero que hice fue palpar mi abdomen y después levantar mi blusa un poco para corroborar que no tuviera ese enorme agujero que me dejó en el hospital.

Pasé mis manos entre mi cabello y las mantuve cubriendo mis ojos, dejando salir pequeños sollozos silenciosos.

Sentía mi cuerpo temblar y cada vez que hacía el esfuerzo de llorar, mi abdomen se contraía, estirando levemente la piel dañada de esa zona, sintiéndose de manera tan extraña.

Es por eso que no debí dormir en primer lugar.

Pronto sentí un gentil toque en el hombro que, aunque fue cuidadoso, me hizo voltear de manera un tanto alerta.

Pensé que era Elena, porque estaba junto a mí, pero vaya sorpresa la mía al ver a Jotaro hincado junto a mí.

Limpié mi rostro rápidamente y me volteé rápidamente para verlo mejor.

____: Q-Qué sucede? Todo bien?- dije con un tono calmado y sonriendo levemente.

Jotaro: Eso debería preguntarte yo- dijo serio pero con un leve tono de preocupación.

Tragué saliva y después dirigí mi mirada a mis manos y de ahí a mi abdomen.

____: A-h sí... Sólo fue una pesadilla es... Todo...- cada vez mi voz se fue quebrando más- lamento haberte despertado- dije para luego aclarar un poco mi garganta.

Jotaro: Estás temblando y estás completamente fría.

____: N-no, n-no es nada... De verda-

Él hizo caso omiso de mi perorata y me atrajo en un especie de abrazo, no queriendo hacerlo tan cercano pero era reconfortante de todas maneras.

Era bastante extraño, no entiendo... él me quería lejos, no?

Es lástima...

Suspiré y miré mis manos.

Jotaro: Cuánto llevas con esto?

____: De qué?- lo miré interrogante

Jotaro: Yare Yare Daze, sobre tus pesadillas, qué más?- dijo inclinando su gorra, la cual se había colocado hacía unos breves momentos.

____: Desde que regresé del hospital- dije en voz baja para no despertar a los demás.

Al mencionar esto último, él frunció el ceño en un acto de desagrado... Algo en eso le molesta y no sé qué es.

____: E-Estás, bien?

Él soltó un bufido, pasó los dedos índice y pulgar por el arco de su nariz y me miró.

Jotaro: Sí, Yare yare, vuelve a dormir y no pienses más en ese día- dijo levantándose y despeinando mi cabello con su mano.

____: Có-cómo sabes que fue de eso?

Él me miró con una expresión que no pude descifrar bien, tal vez con lástima o tristeza, cosa rara en él.

Jotaro: Susurrabas su nombre varias veces y con ello "no".

Bajé la mirada viendo mi abdomen de nuevo.

Jotaro: Él no te hará más daño... No debes preocuparte más por ello.

Suspiré y sonreí para después mirarlo.

____: Cierto, gracias.

Él asintió y volvió a acostarse en su lugar, yo por mi parte me di la vuelta dándole la espalda a todos, enfocando mi vista a la puerta del balcón que dejaba traspasar la luz de la luna y que iluminaba parcialmente el cuarto.

Así se veía la luna tan hermosa en Egipto.

Recordé le vez en que, en un hotel donde nos hospedamos, Jotaro y yo habíamos peleado por el lugar de la cama que daba a la ventana porque ninguno de los dos quería que le diera la luz de la ciudad. Terminé yo accediendo a dormir ahí pero vaya sorpresa grata que me llevé al tener la vista de la luna a mi disposición.

Sonreí ante el recuerdo y volteé un poco mi rostro a mis espaldas nuevamente para verlo.

Mi amor es tan grande como para morir por tí.

Es una perdición que estaba dispuesta a tomar y que tomé.

Creo que hice lo correcto...

Ghost (Jotaro x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora