—¿Que?, ¿Dices que no estás de acuerdo con las ideas de un filósofo reconocido mundialmente a lo largo de la historia? —le dice su profesor en un tono burlesco—. ¿Entonces te crees más listo que maquiavelo?
Todos en la clase comenzaron a reirse, pues les parecía estúpida la actitud "arrogante" de Tomy.
—Por supuesto que no señor, no estoy diciendo ser más inteligente que maquiavelo, simplemente digo tener una idea opuesta a la de él, no creo que por tener una idea diferente se deba de etiquetar a una persona de engreída, mucho menos si ni siquiera se le permite expresar sus argumentos —responde Tomy seguro de sí mismo.
—Si, quizás tengas razón, pero las ideas que intentas refutar no son de cualquier persona, vienen de un tipo considerado por muchos, alguien bastante sabio, incluso capaz de poder hacer que perdure su nombre y sus ideas a través del tiempo —expresa el profesor con una mirada sería—. ¿Por qué crees que siendo tu, un simple estudiante universitario puede contradecir las ideas de una persona muy influyente en la historia?.
—Sueg... ¡digo profesor!, Mejor ignore a ese tipo, seguro debe de tener delirios de grandeza, mejor siga su clase y no pierda su tiempo con él —comenta el chico con quién Tomy ya se había topado antes.
—Albert Einstein también fué señalado de necio y arrogante por su profesor, después de comentarle que quizás Isaac Newton se había equivocado al concluir que el tiempo era absoluto. Pero fué gracias a eso que tenemos todos estos avances en la ciencia. Es gracias a qué Albert Einstein se remplanteó las leyes de la física la razón por la que usted puede utilizar el GPS de su celular. —expresa Tomy defendiendose de las acusaciones—. Fué Sócrates quién una vez dijo: "es el más sabio aquel que reconozca que, frente a la sabiduría, la suya no vale nada." Por lo tanto, "solo sé que nada sé".
—¿Que intentas decir? —le pregunta su maestro.
—Lo que intento decirle profesor es que, no es corrector intentar desprestigiar a alguien solo por el hecho de que critique una idea ajena, menos sin antes escuchar lo que tiene para decir, así sea la idea de alguien considerado muy inteligente o reconocido mundialmente, pues nadie posee la sabiduría absoluta, por lo tanto, nadie es capaz de decir que es incapaz de equivocarse, si alguien lo hiciese y los demás le creyeran, entonces no podrían ver los posibles errores, se verían detenidos en el progreso. Por lo que es completamente necesario dudar de cualquier idea proveniente de la mente de cualquier hombre... O mujer.
Al escuchar lo que dijo Tomy, el profesor suelta una pequeña risa cautelosa y burlesca, para luego decirle:
—Muy bien pequeño genio, veamos lo que tienes para decir —le dice al joven en un tono sarcástico mientras los demás empiezan a reír—. Iluminanos, cuéntanos por qué no crees que las ideas de maquiavelo son correctas.
—Para empezar, maquiavelo plantea la idea de que sí usamos el mal de manera "moderada" no habría problema alguno, pues todo sería por un bien más grande. De entrada, no creo que el mal sea útil en ninguna medida, el mal o la maldad simplemente son un parásito en los valores y la ética del ser humano, el cual solo consume a la humanidad hasta destruirla. —argumenta Tomy.
Todos en su clase comienzan a reirse del joven incluyendo su profesor quien lo mira con una sonrisa burlesca.
—Hijo, me parece que estás siendo muy extremista, simplemente vives en una fantasía en la que todo es color de rosa. Es esa misma idea la que tenían los antiguos gobernantes que fracasaron en su mandato —le dice su profesor.
—"Solo hay un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia" —dice Tomy.
—Veo que te gustan mucho las frases de Sócrates, déjame decirte que la época de Sócrates es mucho más antigua que la de maquiavelo, dónde los tiempos eran completamente diferentes, además del conocimiento. En la época de Sócrates el conocimiento era mucho más limitado por obvias razones que en el siglo XVI, en dónde Maquiavelo si que tomó provecho de toda la información accesible que se le ofrecía, incluyendo la de épocas pasadas, para así finalmente llegar a conclusiones más completas y realistas que las de Sócrates. —argumenta el maestro.
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Te pienso, luego existo
RomanceDos adolescentes con un pasado amoroso se reencuentran nuevamente en una clase de filosofía de su universidad. Donde sus sentimientos e ideas filosóficas serán las protagonistas en ese salón de clases.