Después de un largo día, Tomy se dirige camino a la salida de su universidad para irse a casa. No obstante, una mano le es colocada sobre su hombro. Inmediatamente el chico da la vuelta y se topa con aquella chica que suele sentarse al fondo del salón. Una joven de piel morena con un look no muy femenino pero que se le acomodaba muy bien a su estilo.
—No lo haces nada mal.
—¿Hacer que? —pregunta Tomy confundido.
—Tus analisis y conclusiones, son muy buenas —responde la chica— tal parece que eres de los pocos que si tiene neuronas funcionales en esa clase.
—¿Gracias?...
La chica solo le sonríe mientras le ve, haciendo que se cree una aura de silencio e incomodidad en el ambiente.
—¿Te... Te puedo ayudar en algo? —pregunta Tomy incomodado por la situación.
—Soy Vanessa, Vanessa López —le dice al chico mientras le ofrece un apretón de manos.
Tomy corresponde al saludo un poco extrañado y posteriormente le responde:
—Me llamo Tomy.
—Tomy eh, finalmente el señor díaz tiene nombre.
—Creo haberme topado contigo antes ¿no? —pregunta Tomy.
—Si así es, una vez intentaste explicarme algo con una analogía extraña de... Botellas que se derramaban por litros o algo así... —menciona la joven con un rostro de confusión.
Nuevamente el aura de silencio e incomodidad hace presencia.
—Y... ¿Necesitas algo?... —pregunta Tomy intentando romper el muro de tensión.
La chica simplemente sonríe y le dice:
—Tampoco eres muy bueno conociendo gente ¿verdad?, eres hasta peor que yo. Tranquilo, solo quería saber tu nombre, es todo. ¡Nos vemos! —se despide aquella chica extraña.
—Eh... ¿Adiós? — responde Tomy mientras ella se aleja.
Nuevamente Tomy retoma su camino rumbo a casa.
El señor García se dirige hacia el estacionamiento de la universidad para tomar su auto y marcharse. Pero en el camino logra ver a su hija Dania junto a Leo, así que este decide acercarsele.
—Dania, ¿Quieres irte conmigo a casa en el auto?, lo dejé por aquí cerca —pregunta el padre de la joven.
Dania aún molesta con su padre, le responde con cara seria:
—No, me iré a casa con Leo.
Acto seguido, la joven toma de la mano a su pareja y camina con rapidez dirigiéndose hacia la salida para así ignorar a su padre.
Leo solo mira al señor García mientras Dania lo llevaba de la mano.
—¡No se preocupe señor, me aseguraré de que su hija llegue sana y salva a su casa! —dice Leo al padre de la joven mientras se alejaban de él.
El señor García no tiene más remedio que buscar su auto e irse a casa solo.
Tomy por fin llega a casa. El chico se dirige directo a su habitación como es de costumbre. Sin embargo su atención es tomada por su madre, quien se encontraba sentada en el sofá mirando la televisión acompañada de una lámpara encendida a su costado. El chico no siente más que culpa al recordar la situación conflictiva que tiene con su madre, por lo que decide acercarse y hablar.
—Mamá, ¿Podemos hablar?
Su madre sin decir nada, se hace a un lado del sofá para darle lugar a su hijo.
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Te pienso, luego existo
RomanceDos adolescentes con un pasado amoroso se reencuentran nuevamente en una clase de filosofía de su universidad. Donde sus sentimientos e ideas filosóficas serán las protagonistas en ese salón de clases.