-¡Sara!. Grité.
La cogí entre mis brazos. En ese momento entre un suspiro dijo...
- Jungkook.
Se debilitó y su cabeza cayó en mi pecho. No pensé en su comentario. La tenía en brazos, estaba sudando y se había desmayado, me tenía que dar mucha prisa en ir al hospital más cercano que está a 5 kilómetros. Cuando llegué al campamento, le pedí a mi hermano que nos llevara.
Todas vinieron corriendo, al oír que estaba en el hospital. Lo único que hice fue irme, no quería involucrarme en el tema.
Vi que abrían la puerta de Sara. Llevaba 1 hora dormida. El hospital se hizo cargo de llamar a sus padres. Pagué la cuenta del hospital para que estuviera en una habitación cómoda y nadie la molestara. Mi hermano y yo volvimos al campamento.
- Chicas, me ha parecido ver... Bueno da igual no creo que sea él. Dijo Roby.
Noté que alguien me cogía la mano. Abrí los ojos. Todo lo que había pasado, no recordaba nada después de la caída.
- Sara, estas despierta, por fin, ¿Cómo estás?
Me reincorporé. Tenía la pierna y el brazo derecho vendados hasta el muslo.
- ¿Te duele?, han dicho los médicos que la tienes rota y que el brazo es solo un pequeño esguince.
-Sí, un poco.
- Sara, perdónanos por no darnos cuenta de que te habías caído.
- No pasa nada enserio, fue culpa mía, y que sepáis que vuestras historias me las dejé a medias.
- Yo admito que soy virgen TAN TAN TAAAN. Dijo Anto.
Nos empezamos a reír, por el tono en el que lo había dicho.
- No pensábamos que Daehyun y tú aún fuerais vírgenes, pues...Roby cuentanos tu experiencia.
- Pues... Salimos al tejado de mi casa que daba a mi habitación y nos pusimos a ver las estrellas. Mi cabeza estaba en su brazo y su mano derecha estaba en mi cintura acariciandome lentamente. Megiré en sus brazos y comencé a esparcir pequeños besos en su cara y cuello. Entonces Nam Joon me miró con una ternura inigualable y nos besamos delicadamente hasta que nos quedamos sin aire. Cuando nos separamos ambos sabíamos lo que queríamos así que sin hablar, entramos en mi habitación y entre besos nos quitamos laropa. Me ruboricé una vez estuvimos desnudos pero él me volvió a besar y me olvidé de todo. Me recostó en la cama y básicamente me comió el cuello mientras sus manos me conducían a un gran placer, poniendome cada vez más caliente, sin embargo quería más y él lo notó.
Me miró como preguntandome si estaba segura y yo le respondí con una sonrisa nerviosa y un beso. Se puso un condón y se acomodó en medio de mis piernas, me abracé a él y me dispuse a sentir entregandome por completo, lo sentí entrando lentamente en mi.
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El chico de al lado
RomanceLa niña marginada que era antes, cambiará mucho cuando llegue a su ciudad natal. Encontrará nuevos amigos, nuevo amor y nuevas aventuras.