El chico de al lado

Capítulo 9: La noticia.

- Perdón. Fue lo único que contesté.

- ¿Estás bien?.

- Sí ¿Y tú?.

- Sí, tranquila.

Alguien nos empujó, haciéndonos separar.

- Por favor, estamos en el instituto no es plan de que la gente os vea abrazados, que cualquiera pensaría otra cosa.

- Jungkook, ¿Qué haces?, no estábamos haciendo nada me ha cogido porque un carro venía hacia mi. Jungkook, puso una cara de enfadado. - Por cierto, gracias Young Jae.

- No me des las gracias. Directamente se giró y se fue.

- Sara, ¿Sigues enfadada?.

- Dejame.

- Lo tomaré como un sí. Lo dijo susurrandolo en mi oído.

Por fin era viernes. Llegué a casa, y no había nadie, fui a la nevera a coger agua y había un nota pegada.

- Sara cariño, no nos esperes despierta nos hemos ido al centro comercial, nos iremos a cenar y luego nos iremos al karaoke, nos hemos ido con los padres de Jungkook, ten cuidado si sales.

Desde que saben que viven al lado, no los he visto casi. Tampoco he visto Seoul y llevo aquí como 3 meses y solo he ido al campamento, al centro comercial, al hospital, a un pub y al instituto.

Salí a dar un paseo pequeño. Cuando llegue a casa, estaba cansada. Subí a mi cuarto, la luz de la luna mostraba una silueta sentada en la cama. Encendí la luz rápidamente.

- ¿Qué coño haces aquí?

- Has tardado mucho, ¿Qué estabas haciendo?

- No te importa, vete. Señalé el pasillo.

- ¿De verdad quieres que me vaya?. Fue acercandose más y más a mi.

- Sss... Sí, y no te acerques más.

- ¿Porque?, ¿Te pone nerviosa?

- Callate y vete.

Me cogió el cuello y me acercó más a él.

- Jungkook, para.

Nuestros labios se juntaron, comenzaba a tener cosquilleos. Despegué a Jungkook de mi.

- ¿Qué pasa?

- Quiero que te vayas.

Se separó de mi, cogió la puerta y la cerró tras él.

Me tumbé en la cama mirando al techo, mi primer beso y había sido con él.

Se abrió la puerta y Jungkook vino hacia mi rápidamente, se tumbó conmigo y junto nuestros labios otra vez.

Esta vez era descontroladamente, se subió sentandose encima mía sin chafarme, cogió mi cara y siguió besandome. No podía pararle y tampoco podía pararme a mi.

- Sara...

- No lo digas, hazlo.

Cogió las comisuras de mi camiseta. Pero cogí sus manos parandole.

- Tendré cuidado, lo prometo.

Volvió a coger las comisuras.

Cogí su mano otra vez, esta vez accidentalmente. Tenía miedo, la primera vez que me toca un chico.

- Perdón.

- Si no quieres, no falta que lo hagamos.

- No, lo siento puedes seguir.