DECIMOSÉPTIMO CAPÍTULO

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CAPÍTULO XVII

Era 15 de diciembre, estábamos a 10 días de la Navidad. Los días anteriores habían sido más de lo mismo: iba al trabajo, limpiaba la casa, quedaba con Owen (que se iba a marchar en unos días a estudiar fuera)... De hecho empezamos a colocar la decoración navideña, aunque nos faltaba el árbol.

Pero en ninguno de esos planes incluía el nombre de Aaron. Desde aquel día ya no habíamos vuelto a vernos, así que decidí pedir su teléfono a Aurore y llamarle.

-Hola, ¿quién es?- contestó al momento.

-Soy Bella- dije tímida.

¿Qué quieres?- se burló.

¿Cómo que qué quiero?-

-Si me has llamado tiene que ser por algo, yo no llamo a alguien así porque sí-

-No entiendo por qué te comportas así conmigo. Por mi parte en ningún momento he querido llevarme mal contigo-

-Yo sí, desde el primer momento que te vi-

-Vale Aaron, ya nos veremos, adiós- me enfadé y colgué.

No lo comprendía, parece que le molestaba mínimamente mi existencia. El otro día casi que pensaba que podríamos llevarnos mejor y de repente vuelve a estar borde y seco.

Pero tenía mejores cosas que hacer, bueno, en realidad no, pero tenía que autoconvencerme de que sí.

Últimamente mi mente había estado evadiendo muchos pensamientos para no recaer y volver a los inicios de esta historia, por lo que cosas como estar con Owen, tocar la guitarra o ir a trabajar me ayudaban a dejar de pensar, simplemente fluir. Incluso cuando el otro día me dejé llevar con Aaron, me sentí en cierto modo liberada. Creo que es uno de los motivos por el que le había llamado, para poder dejar de darle vueltas a la cabeza.

***

Apenas acababa de anochecer y aún era temprano. En invierno los días cada vez eran más cortos.

Ahí estaba en la habitación, tocando la guitarra mientras miraba a través de la ventana, con un regusto amargo desde lo ocurrido esta mañana.

En ese instante Aurore abrió la puerta.

-Bella, arréglate, el abeto que queríamos está disponible. Te esperan abajo en 15 minutos-

-¿Esperan? ¿Y tú no vienes?- dije confusa.

-Yo no, venga vamos, que llegas tarde- me empujó en dirección al baño.

Poco más tarde ya estaba lista, con unas mallas negras y un jersey de lana, me recogí el pelo con un moño alborotado y salí de la casa, sin imaginar quién podía estar esperando abajo.

¿Aaron?-me sorprendí- ¿A qué estás jugando?-

-No estoy jugando a nada, Bella. Mi abuela dijo que aún no teníais árbol y al padre de un colega, que trabaja en una tienda de árboles de navidad, le sobran muchos-

-Así que el otro día viniste de buenas, antes de malas, ahora de buenas y... ¿Mañana cómo? Voy a necesitar un manual para entenderte, eres demasiado bipolar-

-No necesito que me entiendas-

-Ni yo que me odies-

-Pero lo hago, así que pongamos fin a esta conversación y vayamos de una vez por todas a por el puto árbol-

-No me basta con esto, Aaron. No me merezco que me trates así, tus palabras me hacen daño, sobre todo es que no tienen sentido, yo no te he hecho nada-

DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora