Capítulo 26: De la escuela al hogar

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Publicado 11/03/2014

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Esta es una obra de ficción, basada en la serie de libros de J.K. Rowling. Ni reclamo la propiedad ni tengo la intención de hacerlo.

Capítulo Veintiséis – De la escuela al hogar

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Una vez que Harry pasó la franja de pared en blanco por tercera vez, apareció la puerta, tal como se esperaba. Hermione fue el primero en hacerlo y lo abrió, mirando dentro los montículos de tesoros y basura.

"Todavía no puedo creer que realmente esté aquí", comentó, caminando ansiosamente. Ron la siguió un poco más a regañadientes. Neville y Luna fueron los siguientes, con Harry levantando la retaguardia.

"Está bien", dijo, llamando la atención de sus amigos una vez que la puerta se había cerrado detrás de ellos, cerrando el hermoso día de primavera, "me alegra que todos puedan hacerlo, y gracias por sacrificar tu tiempo. Lo aprecio. Bienvenido a la sala de basura o como quieras llamarlo. Ahora para obtener nuestros dos últimos ... err, ayudantes. Dobby, Kreacher!" Como se ordenó, aparecieron ambos elfos, uno entusiasta y el otro frunciendo el ceño a todos. "Es amable de su parte unirse a nosotros", les dijo Harry con la amabilidad y el sarcasmo suficientes para evitar que ambos elfos se retorcieran. "Como puede ver, hay mucho por lo que pasar, y no estamos del todo seguros de si todo es seguro. Formaremos dos equipos liderados por Hermione y yo, respectivamente. Lanzaremos cada hechizo de detección que podamos encontrar en todo lo que encontramos, pero aún debe tener cuidado.Dobby, ayudarás a Hermione, y me gustaría que la ayudaras con todo lo que puedas, ¿de acuerdo? Ah, y sería bueno si no mencionaras nuestra pequeña excursión a nadie más tarde, ¿de acuerdo?"

"Sí, maestro Harry Potter, señor. Dobby ayudará a la señorita Grangy ", anunció el elfo hinchando su pecho," y nunca le dirá una palabra a nadie."

"Mientras tanto, Kreacher estará bajo mi ojo vigilante. Kreacher, te ordeno que me ayudes a mí y a las personas que están paradas en esta habitación en este momento, advirtiéndonos de cada maldición o peligro que notarás o sospecharás honestamente. No nos abandonará hasta que sea despedido de esta tarea, y también tiene prohibido informar a cualquier persona que no esté en este grupo de este esfuerzo o esta sala y sus contenidos hasta que le diga lo contrario. Ah, y también tiene prohibido decirle a nadie que no esté en este grupo lo que sacaremos de la habitación. Además, también tiene prohibido poner todo lo que llevemos a su lugar original u ocultar cualquier cosa que sienta que queramos llevar."

Kreacher se torció las manos retorcidas, pero después de un momento, gruñó: "Si el Maestro le ordena al pobre Kreacher que lo haga, tendrá que hacerlo."

"No te preocupes, Kreacher", dijo Luna, sonriendo serenamente al elfo, "vendré contigo y vigilaré a Harry para que no sea malo contigo."

Kreacher la miró fijamente, a medio camino entre la desconfianza y la perplejidad.

Harry se aclaró la garganta para llamar la atención de todos. "Err, gracias, Luna. Ahora bien, gracias a la brillante idea de Hermione, tenemos estas prácticas bolsas ", señaló a Hermione, que estaba ocupada sacándolas de una que ella había estado cargando, "que ella consideró apropiado extenderse bastante con un encanto de extensión indetectable.

"Qué estaremos buscando? Bueno, cualquier cosa útil o peligrosa, pero lo más importante, cosas con un valor único. No necesitamos arrastrar a veinte viejas escobas fuera de aquí ", miró cansadamente a Ron, que estaba demasiado ocupado mirando una pila en una esquina, "pero podríamos hacer con los escáneres de secreto y cosas similares – que no podemos comprar sin llamar la atención. Si te encuentras con un libro de hechizos que no conoces, empaquétalo. Si te encuentras con baratijas de propósito desconocido, embálselas. Si te encuentras... No sé ... digamos varitas, por ejemplo, tómalas. Pero lo más importante, lo que sea que encuentre, siempre deje que se verifiquen primero las maldiciones. Ese es el trabajo de Kreacher, Dobby, Hermione y yo.

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