El legado -COMPLETOS-

Capítulo 39: Sueños e historias

Publicado 28/05/2014

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Esta es una obra de ficción, basada en la serie de libros de J.K. Rowling. Ni reclamo la propiedad ni tengo la intención de hacerlo.

Capítulo treinta y nueve - Sueños e historias

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El miércoles comenzó con un aguacero, pero Harry realmente no lo notó. Siguiendo el consejo de Hermione, había dejado a un lado el asunto de su ataque contra los Mortífagos por un tiempo. No podía evitar pensar en eso ocasionalmente, pero en lugar de buscar nuevos hechizos o tratar de encontrar formas cada vez más creativas de asustar a sus enemigos, volvió a entrenar sus habilidades mágicas en la sala de entrenamiento en el segundo piso. Su magia sin varitas mejoró continuamente para su satisfacción, y recogió algunas mejoras para su hechizo.

Fue agradable, reflexionó mientras se acomodaba después de una ducha, para trabajar realmente hacia la confrontación que sabía que vendría. Todos los años lo habían arrojado al meollo, enfrentando peligros de los que había tenido poco o ningún conocimiento. Por una vez, se prepararía de antemano. Sin embargo, también hubo un cierto malestar relacionado con él. Tal vez se había convertido en una reacción condicionada en el pasado, pero el entrenamiento conllevaba la sensación de peligro, y constantemente esperaba que los Mortífagos irrumpieran por la puerta principal. Sus protecciones habían funcionado hasta ahora, y había pocas razones para suponer que fallarían en cualquier momento en el futuro, pero aún no podía evitar los disturbios.

Harry también sabía cuánto anhelaba hacer algo más que maldecir objetivos que no se defendieran, leer sobre hechizos que tenía poca inclinación a usar en el corto plazo, habla con Hermione sobre teorías mágicas que no habría entendido hace semanas o incluso días o escabullirse para comprar comida disfrazada. Mientras tanto, la emoción había desaparecido y, por muy divertido que hubiera sido, irse unos minutos, una vez que había pasado de la aventura a la rutina, También se había convertido en una tarea que Hermione y tuvo que compartir.

Comprobándose en el espejo, Harry tuvo que evitar reírse. Poco quedaba del niño pequeño que había estado una vez, pero el Buscador todavía estaba presente. Por extraño que fuera, las cicatrices que había recogido a lo largo de los años eran fácilmente notables. Por un lado, el Horntail húngaro había dejado un recordatorio para no olvidar ver a toda la bestia frente a un dragón. El diente del Basilisco le había perforado el brazo, y Harry todavía tenía la cicatriz que mostrar. El cuchillo de cola de gusano había sido otra cosa. Afortunadamente, con el tiempo se había desvanecido hasta que fue solo una pista y un recuerdo. Luego estaba el que tenía en la mano. No debo decir mentiras, proclamó. Había sido un castigo, pero se había convertido en otra cosa. El viejo Harry lo había visto como un signo de resistencia contra el espía del Ministerio Umbridge. Pero ahora, lo hizo'No veo el mensaje más cada vez que lo miraba; todo lo que vio fue la determinación, la oposición que el Ministerio había montado contra él, todo porque había dicho algo que no les gustaba. Esa cicatriz se había convertido en un recordatorio de la mentalidad de Wizarding Britain – para creer lo que se les dijo sin ninguna pregunta y lo fácil que siguieron.

También se había acostumbrado al nuevo y viejo cuerpo. En algún momento a lo largo de los meses había perdido la expectativa de ver la cara de serpiente de Voldemort, se había acostumbrado a tener el pelo lleno. Nuevos recuerdos habían formado su autoimagen. Estaba feliz de no tener la cara de Voldemort, en lugar de confundirse con lo que vio en el espejo. Tener una cara algo normal tenía sus ventajas. Dondequiera que apareciera el autoproclamado Señor Oscuro, la gente huyó de él. Por otra parte, había elegido continuar con los rituales y la automutilación. Todo tenía un precio. Esa era la verdad. Voldemort lo había hecho, había pagado el precio; pero Harry estaba muy feliz de dejar ese trato bien solo.