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Lunes.

Era Lunes.

Todo el fin de semana de Carlos había sido hacer tareas con sus niños y salir a comer donas a la ciudad apenas.

Era medio día y se encontraba trabajando, había preferido su hora de almuerzo más tarde para poder almorzar con sus hermanitos en casa y luego llevarlos a entrenar para él volver por ellos al salir del trabajo.

Todo iba con normalidad, no era un día muy ajetreado pero habían más animalitos de lo usual.
Se encontraba desparasitando una camada de gatitos realmente juguetones y si no fuera porque no tuviera tiempo, se los hubiera llevado a todos a su casa.

Los animalitos ciertamente eran una parte muy importante en su vida y le gustaba muchísimo poder ayudar a los demás con sus conocimientos, además de que la veterinaria en la que trabajaba todos eran buenas personas, les agradaba.

Ya reconocía a los dueños de las mascotas que llegaban y algunos de sus vecinos solían frecuentar ahí gracias a él.

No se podía quejar en absoluto, el empezar una nueva vida en Francia con sus dos hermanitos les resultó mejor de lo que Carlos esperaba para los tres, al menos ahora eran felices.

"¿Pierre?"

"Carlos"

"Se que estás en almuerzo pero ¿me puedes ayudar con estos niños?"

Pierre era su compañero veterinario, ambos tenían la misma edad y bueno, pasar casi todos los días juntos por casi más de nueve años los había unido como buenos amigos.

"No"

Inmediatamente el francés se había levantado de su escritorio para ayudar a guardar a los gatitos en la sala que tenían especialmente para animalitos que se quedaban a pasar la noche por alguna u otra razón, en este caso, estaban en la espera de un hogar adoptivo para luego esterilizarlos y darlos en adopción.

Ambos volvieron a la sala donde solían sentarse la mayoría para tomar sus almuerzos, aunque ese día en lo particular se encontraban solo ellos dos.

"¿Cómo están mis sobrinos?"

"Me preguntaron por ti ayer"

"Los tengo un poco abandonados... ¿Los puedo llevar a pasear este fin de semana?"

"Claro, tío, si de igual forma eres su favorito"

"Obviamente"

Carlos rodó los ojos y la conversación con Pierre siguió como de costumbre, las horas continuaron pasando y finalmente fue tiempo de regresar a su casa para ver a sus personas favoritas.

Con las manos bien limpias la comida volvió a estar calentita cuando la puerta de la entrada se abrió y sus hermanitos dejaron sus mochilas y zapatos en la entrada para ir rápidamente a abrazarlo, dejó un beso en la cabecita de cada uno y los mandó a lavar sus manos mientras él servía la comida.

"¿Visffe af fío Fierrre hoyf?" Markl preguntó mientras terminaba de masticar su comida.

"Traga primero, principe"

El menor apenadamente limpió su boca luego de digerir para poder hablar nuevamente.

"Lo siento... ¿viste al tío Pierre hoy?"

"Por supuesto, dijo que los llevaría a pasear este fin de semana"

Con las emocionadas caritas de sus hermanos el almuerzo terminó y los tres se tiraron en el sofá para ver la televisión y hacer así la digestión antes de darse una buena ducha.

Neighbor   -   CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora