Neighbor - Charlos

4.

"¡El tío Pierre nos llevó a los go karts hoy!"

La pequeña Sophie relataba con emoción mientras su hermano mayor intentaba acomodar sus alocados cabellos.

"Sophie es una tramposa, me chocó..."

"¡Ibas muy lento Markl!"

La excusa de Sophie causó gracia en ambos mayores pues Markl tenía un puchero que parecía pronto transformarse en llanto mientras que su hermana tenía una gran sonrisa en su rostro por haber ganado entre ambos.

"Cada vez que te los llevas regresan más salvajes"

"Por eso es que soy el tío favorito"

"Eres su único tío"

"¿Y?"

Carlos dejó un golpe en el brazo de Pierre antes de terminar de adentrarse a su hogar para mandar a ambos infantes a darse una ducha antes de cenar, Pierre se los había llevado por casi todo el día y habían vuelto ya casi sin tanta energía pero con muchísima hambre por haber jugado tanto.

"¿Qué tal te fue en la veterinaria?"

"De saber que los sábados son tan tranquilos los pediría siempre"

"¿Ya no puedes pedir más días?"

Carlos negó con suavidad comenzando a servir los platos de comida.

"Mi horario esta completo y no pienso dar mis días de semana, mis fines de semana sabes que son solo para Sophie y Markl"

Le gustaban los sábados pero por nada del mundo sacrificaría sus días libres con sus hermanos.

—

Sábado.

Era sábado de nuevo.

Piñón estaba recostado a su lado haciéndole compañía mientras leía un libro en su cama, aún no se quitaba su ropa para dormir pues aún no planeaba levantarse de la cama.

Unos rayos de sol caían sobre su rostro rebotando en el libro sobre sus manos, estaba casi por terminar y tenía planeado hacerlo antes de levantarse y darse una buena ducha para salir a quizás almorzar en compañía de su bonito caballero.

Y hablando de su bonito caballero, sus orejitas se pararon y supo que algo ocurría afuera, rapidito encendió sus aparatos y pudo escuchar las risas de unos niños, ya tenía una idea de quienes se trataba.

Con una inconsciente sonrisa en su rostro se levantó de la cama y lo que planeaba hacer para más tarde lo hizo en un santiamén, se ducho rápidamente y se puso su ropa más fresca para ir a dar un paseo por el vecindario, con más intenciones de ver al guapo español que vivía en la casa del al lado.

Al estar cerrando con llave su puerta principal, pudo escuchar más de cerca las risueñas risas de sus vecinitos, quienes jugaban divertidos con la manguera pues parecían estar lavando el auto, con parecían se refería a que claramente Carlos estaba haciendo todo el trabajo.

"Mira Sophie ¡Piñón!"

Piñón como el buen chico que era inmediatamente volteo ante su llamado y el infante se acercó emocionado con su ropa destilando agua.

"Buenas tardes, señor Charles"

Espetó Markl en un descuidado francés, dándole una sonrisa típica de niño pequeño pues le hacían falta algunos dientes.

"Oh, buenas tardes, señorito"

"Buenas tardes, Piñón"

El niño inmediatamente se agachó para darle un abrazo al perrito, quien felizmente se dejaba hacer.