-...¡T-Te juro que estaba re en pedo, perdón! La puta madre, que vergüenza...perdóname, no era en s...-Y antes de que pudiera seguir tratando de poner alguna excusa, Rodrigo rodó los ojos, lo agarró de la nuca y se puso en puntas de pie para callarlo al unir sus labios.
Se sintió diez mil veces más nervioso cuando sus labios se encontraron, y lo único que fue capaz de hacer fue quedarse totalmente perplejo sin corresponder, no podía creerlo. Cuando su mente por fin asimiló la situación, cerró los ojos y simplemente se dejó llevar, sintiendo un nudo formarse en su garganta durante el proceso. Sus labios se sentían bastante suaves...o bueno, esa era su opinión si alguien le preguntaba.
El castaño sintió que el cuerpo contrario comenzó a temblar un poco, y para él, fue una reacción demasiado tierna, y definitivamente no quería que se separe, quería continuar y seguir hasta donde pudieran. Bajó la mano que tenía en su nuca y la posicionó en su cintura, dando un leve apretón para sujetarlo y unirlo más a su cuerpo. También deslizó su mano desocupada hacía la suya y entrelazó sus dedos, cosa que el azabache no le negó; ni siquiera ponía algún tipo de resistencia a sus toques, e instintivamente, también buscaba más cercanía con el cuerpo del castaño.
Todo eso empezaba a agradarle más; saborear los labios ajenos, los cuales se movían en sincronía con los del otro con lentitud...hasta que el querer experimentar más rapidez se hizo presente. En ese preciso momento, Iván entendió aquellas palabras de que cuando estas con quien verdaderamente amas no importa lo que suceda a tu alrededor, el ruido se vuelve nulo, las personas todo, no les hacía caso. Solo una persona en particular tenía su máxima atención...y ese era Rodrigo. El azabache comenzaba a sentir una pequeña molestia que se convertía en cosquillas...como si sintiera demasiados escalofríos causados por roces de plumas u hojas, y como no, las clásicas mariposas en el estómago. Tras algunos segundos después, el castaño rompió con lentitud aquel beso por la falta de aire.
-T-Te amo...-Se atrevió a murmurar tímidamente el pelinegro en medio de todo aquel beso y momento, temiendo echar todo por la borda al pronunciar aquellas palabras, pero ya está, lo que está hecho, hecho está. Además...¿Qué tanto podía arruinarse si fue Rodrigo el que lo besó?
Por otro lado, cuando el de ojos verdes lo oyó, lo miró y no pudo evitar sonreír mordiendo levemente su labio inferior; ni siquiera tenía la noción del tiempo, solo sabía que estaba con él y eso le bastaba. Le dió un pequeño pico y acarició su mejilla antes de responder en un susurro a lo que el azabache dijo anteriormente.
-Yo también te amo, Iván Habbito...por si no lo notaste, digo nomás.-El mencionado solo se limitó a sonreír de forma tímida y a abrazarlo, quería sentirlo...quería estar con él todo el tiempo posible.
Todo era maldita y perfectamente romántico. Su corazón se sentía extraño, era como si estuviera en el lugar correcto, como si ya nada más importara...¿Qué mierda estaba sintiendo y por qué? Sencillo, era amor. No tenía ganas de ponerse a enumerar o pensar todas las razones de por qué se sentía de tal forma, solo quería perderse en aquel momento y no regresar, porque su mente se había logrado tranquilizar solo con un beso, unas palabras y un abrazo. Eso representaba el castaño para él, seguridad, amor y calma.
El sol se estaba poniendo lentamente, tiñendo el cielo de tonos algo rosáceos, anaranjados y dorados. Decidieron sentarse en un banco y ponerse a conversar con más detalles sobre lo que había sucedido mientras estaban lejos del otro, y a Iván le era imposible no prestar atención a otra cosa que no fuera Rodrigo hablando. A medida que el sol se desvanecía, decidieron dar un último paseo por el lugar antes de irse a casa. Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse, y la suave luz de la luna daba una sensación de intimidad, como si el mundo entero desapareciera y solo ellos dos existieran.
Caminando de la mano, Iván y Rodrigo compartían miradas cómplices y sonrisas tímidas. La conversación fluía con naturalidad, tocando temas casuales y por momentos delicados, intercambiando risas y silencios cómodos.
-¿Te acordás de la primera vez que nos vimos?-Preguntó Rodrigo, rompiendo el silencio mientras miraba hacia el cielo estrellado.
Iván sonrió, asintiendo lentamente.-Sí, fue en la Casa Rosada...salimos con amigos de noche, nos empezamos a hablar, nos dimos consejos y listo, así empezamos a salir más. La posta nunca pensé que íbamos a terminar así...
Rodrigo soltó una risa suave.-Yo tampoco, pero estoy contento. No me imagino la vida sin un gigante que me haga sentir vivo.-Iván sintió una calidez expandirse por su pecho. Le resultaba poco creíble todo lo que estaba sucediendo, se sentía afortunado de tener al de ojos verdes a su lado.
-...¿Querés pasar la noche en mi depa?-Dijo de pronto el azabache, rompiendo el silencio. El castaño asintió con una sonrisa, sintiendo que sus mejillas se sonrojaban.
-De una, bebeto.
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Al llegar al edificio, el pelinegro sacó sus llaves y abrió la puerta principal, invitando al contrario a entrar. Al entrar al departamento, ambos se sintieron como en casa.
El más alto se acercó al más bajo, tomó su mano y lo guió hacia el sofá. Se sentaron juntos, y en ese momento, todo parecía funcionar correctamente dentro del azabache. Así se sentía, como si por fin hubiera encontrado la pieza que le faltaba al rompecabezas de su vida.
-Gracias por venir...-Habló Iván en un murmullo. Rodrigo tan solo sonrió y se acercó más a él para darle un corto pero suave beso.
-Lo único que me falta acá es Barry.
-Y bueno...detalles...
-Igual, no me molesta estar solo con vos...y bueno, Micha. ¿Sabes por qué?-Iván negó con la cabeza y le dedicó una mirada expectante.- Porque siempre voy a preferir tu compañía, lindo.-Acercó su mano para depositar un beso en la palma de la misma, a lo cual el azabache sonrió.
-Lindo sos vos...
-Shhh, déjame a mi ser romántico.
-Chúpame la pija.
-Dale.
-¡Rodrigo!-El mencionado solamente se empezó a reír antes de abrazarlo y atraerlo hacia si mismo, y el contrario solamente se dejó entre risas y mientras rodaba los ojos.
Si todo resultaba ser un sueño, no quería que absolutamente nadie lo despertase.
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HOLAAA, volví. ¿Me extrañaron? ¿No? Ok, mueranse forros.Tengo un problemita para hacer el siguiente capítulo, ayúdenme. No estoy seguro de si hacer una escena de sexo por lo de las normativas de Wattpad...
Según leí, no es que borran el contenido así como si nada, tenía que tener ciertas características, pero...no sé, ayuda MWJDJSK. ¿Qué hago? 💔
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High and small boys.|| Rodrivan.
FanfictionA Carrera (Rodrigo) le gustan los chicos altos y a Spreen (Iván) los chicos bajos. Es tan sencillamente complicado como eso.