『𝐋𝐚 𝐥𝐮𝐦𝐢è𝐫𝐞』ᴜᴄʜɪʜᴀ ꜱᴀꜱᴜᴋᴇ

【０１】

—¿Qué tal el color rojo? En mi opinión tiene mucho simbolismo—. Señaló Maki al agarrar la bola de estambre.

—S-sería como el hilo rojo del destino.

Las mejillas rosadas de Hinata le dieron un toque adorable a la frase. Maki por alguna razón se le había dado por acompañar a Hinata a donde quiera que fuera y lo mismo ocurría con Hinata.

—Claro, si lo quieres ver de esa manera tiene mucho más significado de lo que aparenta.

—M-me gusta, q-quiero este.

Al salir de la plaza ambas continuaron con su usual recorrido. Maki por su parte traía una gran reserva de rollos de canela para la noche, mientras Hinata llevaba consigo la bolsa con dos bolas de estambre rojo.

—¿Cuándo piensas comenzar? —. Era una simple pregunta al aire.

—E-esta misma noche—. Hinata dijo con aire soñador.

—No dejes que el idiota de tu primo te intimide con sus preguntas acusadoras—. Fue una advertencia juguetona.

—No culpes a Neji, s-sólo quiere protegerme.

—Puede parecerte conmovedor, pero supongo que es cuestión de caracteres. Ya lo habría golpeado si fuera tu.

Hinata se carcajeó avergonzada. Pero le gustaba mucho la honestidad de Maki al hablar, decía la verdad aunque esta fuera incómoda. Había muy pocas cosas que le avergonzaban a la peli-verde, Hinata era afortunada de saber cada una de esas pocas.

—C-cambiando de tema, ¿Ya has recibido tu carta semanal?—. La cara juguetona de Hinata se asomo por su inocente rostro.

El rostro de Maki se enrojece imperceptiblemente, pero entre más cierra los ojos más rojas sus mejillas se vuelven.

—Pequeña manipuladora.

—Je, je, je. Tengo la suerte de saber todas las cosas que le avergüenzan a Maki-chan.

—Ya, ya, ya. Vamos, te iré a dejar a casa.

Ambas continuaron sus recorrido hacia al complejo del clan Hyuga. Quien las viera caminar juntas no podían dejar pasar por alto las auras que ambas desprendían. Hinata por su lado siempre era tranquila, empática, suave y se puede definir como el perfecto color lavanda. Maki por el otro era ruda, determinada, desprende poder y se puede definir como el perfecto color rojo. Si, eran diferentes pero se tenían mucho cariño, una siempre buscaba a la otra y viceversa.

(...)

—Si bien mi consejo fue formado en medio de una crisis, he de informar que los resultados son visibles, entonces no entiendo cuales son sus descontentos señores—. Maki fue mordaz con sus comentarios.

—Mi señora, no hemos venido desde nuestros complejos en vano. Sabemos que usted era alguien de confianza para Naobito-sama durante sus últimos días de vida y que él personalmente fue su mentor—. Su tono era burocrático y aburrido.