【06】

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—¿Cuál es el reporte

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—¿Cuál es el reporte...Naoya?

—Todo está bien en los complejos importantes y productores, pero me temo que algunos como lo son el complejo de la Tierra, Rayo, Agua y los pequeños campos de arroz nadan en descontento desde la última vez que vinieron de visita.

Maki suspiro agotada. Esos tipos, todos tenían algo en común y es que estos complejos eran administrados por gente mayor quienes por defecto tenían relaciones estrechas con el difunto Naobito.

—Bien, continua vigilándolos. Cuento contigo para esta tarea.

—Gracias por la confianza.

Sin más Naoya se retiró dándole ligeramente la espalda. Maki continuó con su trabajo y mientras él dio un recorrido por el complejo para despejarse. Decidió que no era suficiente caminar alrededor de personas que ya lo conocían, así que salió por las calles de la villa.

Naoya jamás se había sentido tan melancólico. Reflexionando se dio cuenta que Maki le había cedido el perdón después de algunos años tratando de redimir sus errores. No se justificaba a sí mismo y aún se consideraba basura.

Recordando vagamente su educación, se dio cuenta que estos prejuicios hacia su familia eran enseñanzas de su padre, él tenía dos hermanos mayores quienes siempre fueron títeres de aquel que era su progenitor, el error que habían cometido es haber querido ser libres y por ello fueron castigados y a Naoya se le fue enseñado odiarlos y tratarlos como escoria.

Su madre no era diferente, sus hijos para ella solo eran una mera forma de conseguir influencia sobre el Clan Ma, ahora que lo pensaba mejor durante lo que fue el periodo de Naobito fue un total desastre. Él también era un desastre.

Maki Ma era lo mejor que le pudo pasar al clan y también lo mejor que le pudo pasar a él. Su padre fue castigado por sus acciones y ahora él era libre de elegir qué persona quería ser. Amaba a Maki por eso, pero era momento de olvidar dichos sentimientos caprichosos y tratar de mejorar. Él jamás sería del todo bueno pero al menos sabía dónde están sus lealtades.

—¡Oh!

—¡Cuidado!

Una persona impactó en su torso. Un olor particularmente dulce lo invadió y se sentía extrañamente reconfortante.

—¡Lo...lo siento mucho!

Para cuando se agacho a para ver si la persona estaba bien, le sorprendió lo familiar del color rosado de su cabellera pero se congeló al conectar con unos peculiares pero vivos ojos verdes.

—Yo...¿Estás bien?—Fue lo único que pudo decir al querer comprobar que no se había lastimado.

—Si...¡De verdad lo siento mucho!

Ella se reverencio a manera de disculpa.

—¡No! pude haber esquivado, perdóname tu también.

Había notado que llevaba una mochila táctica, seguramente había regresado de una misión. Se veía pesada.

『𝐋𝐚 𝐥𝐮𝐦𝐢è𝐫𝐞』ᴜᴄʜɪʜᴀ ꜱᴀꜱᴜᴋᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora