Capítulo 6.

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La noche seria testigo de la miseria que le esperaba a la joven

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La noche seria testigo de la miseria que le esperaba a la joven. El panorama era hermoso, la luna estaba en su punto, pocas veces se admiraba una fase menguante en el cielo de corea, pero esto era algo que la joven no podía disfrutar, a su vista todo era negro, reducido y asfixiante. Agust la había encerrado en la cajuela, no soporto los gritos y lloriqueos de Bonnie; su paciencia fue nula.

Durante el trayecto, la respiración de la joven se encontraba agitada, estaba bajando su oxigenación debido al aislamiento; eso comenzó a alterar su mente. Trataba de no perder la calma, aunque no era para menos. El auto freno de golpe, la joven escucho como una puerta se cerró y unos pasos se acercaban a ella.

—Amo, bienvenido, aquí esta su café — se escuchó una voz masculina.

—¿Café? — susurró. Entre todo ese tormento, por la mente de la joven se cruzó la hermosa, cálida y amable sonrisa de Taehyung, haciendo que su respiración se controlara — Hoy no podré verte — una lágrima se deslizo por su sien — es más, no sé si vuelva a verte ...

Un hombre, con uniforme de policía abrió la cajuela y vio a la joven llorando. Los ojos de Bonnie se iluminaron al ver el lugar y a la persona que estaba frente a ella.

—¡AYUDA! — la joven bajó del auto inmediatamente y se colocó detrás del policía — Por favor, ayúdeme, hay un hombre que me quiere lastimar. 

—Señorita ...

—¡POR FAVOR! — se aferró al hombre — lléveme con usted, ese hombre es muy peligroso.

Agust se soltó a reír a carcajadas, la joven miró detrás de ella y sus ojos no podían reflejar aún más pavor — ¡oh, la policía! — habló entre risas — ¿estoy en problemas, oficial? — estiro sus muñecas hacía el policía — Por favor, arrésteme. Soy malo.

El policía y sus compañeros alrededor rieron fuertemente, burlándose de las tontas suplicas de la joven. Entonces, ella entendió, que la policía trabajaba para Agust.

— Se supone que mi padre confía en ustedes, deja la seguridad en sus manos—se alejó del policía — la ley es mi padre y ustedes ...

—esto es Haegeum, la ley soy yo — Agust sonrío despiadado.


ESTACIÓN DE POLICÍA HAEGEUM

Los ojos de Bonnie entraron en una batalla por no liberar ninguna lágrima, la autoridad no podía ayudarla ya que están bajo las órdenes de Agust-D.  Eso la hizo pensar, que quizá su padre no podría recuperarla. Pues poco a poco, caía en cuenta hasta dónde llega el dominio de esos tres hombres, del poder que tiene en sus manos, incluso más que su propio padre, pero, si esto es así ¿Por qué aceptaron la propuesta que su padre ofertó? Ya que, al parecer, ellos no lo necesitan.

—     ¡Déjate de pendejadas! Tus lloriqueos me tienen mamado — la sujetó de la muñeca y la jaló a él de un tirón — Te daré más motivos para que llores; quiero que llores hasta que estes seca, hasta que tu pecho duela, hasta que prefieras morir antes que seguir conmigo un minuto más de tu patético tiempo — su mano se escabullo por su bolsillo de la gabardina, sacando un collar con un pequeño cascabel; idéntico al de su gatita.

L I N EWhere stories live. Discover now