2.Jokes and Laughter

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17 de Mayo, 1977.

Había dos cosas que Layla Black más amaba en el mundo, una eran las galletas con chispas de chocolate que Remus Lupin le solia dar en navidad y otra era el leer un libro en completa tranquilidad, pero no tenía ninguna de las dos cosas en ese instante.

La rubia cerro tan fuerte su libro, que llamo la atención de todos los chicos que estaban sentados a un lado de ella en el patio de Hogwarts.

-Enserio, ¿Se puede saber que diablos hacen todos ustedes aquí?

La rubia miro a todos con cierta molestia reflejada, quería a sus amigos, de eso no habia duda, pero no soportaba en lo más mínimo a Snape y Avery.

-Nada- Mettheo se encogió de hombros- Solo queremos hacerte un poco de compañía.

Layla levantó una ceja, esa ni la persona más estupida que conocía, osea Lucius Malfoy, se la creería. La rubia dirigió su mirada a su primo que le había quitado su libro de Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, para ver si el decía algo, el no solia esconderle las cosas como Sirius lo hacia.

-Al parecer Orion y sus estúpidos amigos harán una broma a Slytherin- Regulus dijo al sentir la mirada de su prima- Y al estar contigo, creen que se salvarán de la broma, ya que estrangularias a ese cuarteto de idiotas- el chico se encogio de hombros.

La rubia puso los ojos en blanco ante la cosa más estúpida que había escuchado, ¿Como los mas egocentricos puristas le tenian miedo a cuatro idiotas y sus bromas?

-Por eso tengo la suerte de soportar a Snape y Avery...- dijo con una sonrisa falsa hacía los dos nombrados.

-Si por mi fuera, tampoco estaría aquí mini Black- la voz de Snape irritó más a la rubia, quien contuvo las ganas de lanzarle un hechizo.

Layla se levantó de su lugar molesta, bajo la atenta mirada de todos.

-¿A dónde vas, Lya?- Hardin pregunto con intención de pararse y seguir a su mejor amiga.

-¡A amenazar a Sirius para que no les haga ninguna broma estupida y me dejen en paz de una maldita vez...!

Hardin se volvió a sentar al ver a su amiga tan molesta.

-Y se enojo...

Todos voltearon a ver a Evan Rosier incrédulos.

-¿Es enserio?- Barty pregunto con el ceño fruncido.

-Si- Evan miro a sus amigos interrogante- ¿Qué?

-Si no nos dices, ni cuenta nos damos que Layla se enojo- Alaric rodo los ojos mientras sacaba un libro de su mochila.

-Idiotas.

Regulus se levantó del suelo, tomo la mochila de la rubia donde metió el libro, tomo su mochila y camino lejos de sus amigos, no tenia ganas de soportar a cinco idiotas discutir por cosas que el consideraba estupidas, incluso aveces dudaba sobre la inteligencia que poseian sus amigos, que si no fuera por sus notas aprobatorias en la mayor parte de las materias, todos creerian que son unos cabezas huecas.

Busco a su prima por los pasillos del castillo, si bien la rubia solía ignorar a todos a su alrededor, cuando estaba molesta podía llegar a ser peor que Bellatrix, después de todo, su padre crío a sus cuatro hijas igual, pero con Bellatrix y Layla se le fue la mano, haciendo que las dos adoptarán un comportamiento que hacía dudar a la gente sobre su estabilidad mental, y no queria soportar una reprimenda de parte de Narcissa por no cuidar a la rubia.

Regulus dió la vuelta en uno de los pasillos que conducían a la sala común de Gryffindor, dónde encontró a su hermano acorralado entre su prima y la pared.

-No se cómo le harás Sirius...- Regulus logro percibir la voz molesta de Layla- Pero cumples tu palabra o yo misma me encargo de que no juegues en el próximo partido.

Sirius observaba a la rubia serio, tenía que cumplir la "orden" de su primita, si no quería que usará su autoridad como prefecta para que lo suspendieran de los partidos y tener a James jodiendole toda una semana por eso.

Sirius logro ver a su hermano menor por el rabillo del ojo antes de volver a posar su mirada en su prima.

-Si Lya, pero no hagas que me suspendan o James se enojara con los dos...- sonrió cínicamente al ver a la menor de los Black poner los ojos en blanco- Nos vemos luego- beso su frente antes de señalarle con la cabeza a Regulus.

Layla vio a Sirius pasar a un lado de Regulus, ignorandolo por completo, algo que disgustaba a la chica, pero no decia nada para no tener problemas.

Regulus se acercó a la rubia y la cuestionó sobre lo que hablaba con Sirius, pero Layla podía llegar a ser tan terca que no diría ni una sola palabra.










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Era hora de la cena y un grupo de Slytherin's entraban al Gran Comedor, luciendo imponentes como solo ellos lo sabían hacer, después de todo, cada uno era miembro de una de las familias sangre puras que aún prevalencian en el mundo mágico.

El grupo se sentó donde era costumbre verlos, Mattheo, Hardin, Layla y Regulus se sentaron en un lado de la mesa, mientras que Barty, Evan, Alaric, Snape y Avery se sentaron enfrente de ellos.

Todos cenaban en completa tranquilidad mientras hablaban sobre algún tema para reírse, claro sin llamar tanto la atención de los demás.

-¿Que te sucede Severus?- la pregunta de Mattheo atrajo la atención de todo el grupo.

-Tu cabello se está poniendo morado, Avery- Alaric informo al mayor, quién se agarro el cabello para observarlo confundido.

Layla saco un espejo de bolsillo que siempre cargaba en su túnica y se los puso enfrente a los dos chicos, que al verse, soltaron un grito. El cabello negro y grasiento de Snape paso a ser a un verde neón, mientras que el de Avery paso de un castaño oscuro a uno morado.

El grito de los dos atrajo la atención de todos los presentes en el Gran Comedor, que al ver el color de cabello que tenían los Slytherin, no dudaron en reírse, sabiendo bien quienes eran los responsables de tales bromas a unos de los chicos más puristas de todo el castillo.

Tanto Snape como Avery salieron corriendo del comedor bajo las burlas de todos, ninguno del grupo se contuvo la risa. Regulus al percatarse de la sonrisa maliciosa de Layla dejo de reír y empezó a deducir que el responsable había sido Sirius pero por pedido de su prima.

El menor de los Black uso Legeremancia en la rubia para ver qué fue lo que exactamente le pidió a Sirius que hiciera.

-Te juro que ya no soporto a Snape, si Lucius y los demás lo soportan es porque es un idiota con sus mismas creencias- la rubia se veía totalmente irritada.

-Se que quieres que haga algo - Sirius levantó una ceja- El detalle es ¿Que cosa?

-Algo que provoque que todos se rían de Snape y Avery, incluido Alaric que es el más serio de todos.

Sirius sonrió maliciosamente.

-Nosotros nos encargaremos, pero necesito que me digas donde ellos se sientan- la rubia asintio mientras una pequeña sonrisa se esbozaba en su rostro.

Regulus salió de la mente de la rubia, era eso a lo que la rubia se reusaba a decirle.

Layla lo miro y sonrió inocente al ver qué su primo ya sabía la verdad, Regulus solo negó con la cabeza antes de mostrar una pequeña sonrisa, que oculto rápidamente.

Después de todo, Layla Black siempre sería así.


Editado el 29-04-2024.

 ᑌᑎᗯᗩᑎTᗴᗪ [Regulus Black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora