Regulus se negaba totalmente a dejar que Layla lo acompañará.
Tras descubrir que es lo que Voldemort trataba de proteger tanto, idearon un plan para poder destruir el horrocux que ya había creado, pero sabían cuáles eran los riesgos que corrían si decidían ir. Krecher se encargo de decirles todo lo que el vio esa vez.
Pero era incapaz de hacer que la rubia se retractara, desde que eran niños, si Layla quería algo, se aferraba hasta que lo conseguía, gracias a Bellatrix, que fue la que la malcrio y consintió al ser la única que en ocasiones compartía su humor retorcido.
-Regulus, los dos planeamos esto- la rubia se sentó en la orilla de su cama con Alpharad en brazos- Es justo que te ayude.
Regulus suspiro.
-Lo se Lya, pero es peligroso, recuerda como regreso Krecher.
-Si es peligroso, claramente no dejaré que vallas tu solo- la rubia colocó al bebé en medio de la cama- Necesitaras toda la ayuda posible.
-No lo se...
-No está a discusión - Layla se levantó de la cama- Cuídalo en lo que voy con la tía Walburga.
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El día planeado había llegado, Regulus estaba terminando de preparar todo en su despacho para poder ir a la cueva.
Layla por otro lado estaba preparando a su bebé para dormir, mientras que con un hechizo, escribía unas cartas, la primera era para Narcissa, donde le dejaba encargado a Alpharad si algo les llegaba a pasar, ella era la única en la que podía confiar, si se lo dejaba a Andrómeda el niño podría correr peligro y si Bellatrix lo cuidaba, el niño terminaría siendo igual a los Lestrange. La segunda era para Sirius, donde le pedía que le perdonará todo lo que había hecho ella y Regulus, y que no los odiara, también que protegiera a Alpharad de su familia, aunque confiaba en Narcissa, no lo hacía en Lucius, y mucho menos en Abraxas Malfoy.
Layla escondio las cartas en la cuna de Alpharad, junto al niño, todo bajo la atenta mirada del elfo doméstico de su familia.
La rubia le dio un último beso en la frente de su hijo, dejando escapar una lágrima, ella presentía que esa sería la última vez que vería a su adorado niño, pero no podía dejar que Regulus fuera solo a esa misión suicida, después de todo, si algo le pasaba al Black, todo mundo la cuestionaria, ya que ellos solían contarse todo.
Regulus se asomo a la habitación de su hijo.
-Es hora Layla.
La chica asintió antes de tapar a Alpharad con su sabana y tomar su varita. Krecher les extendió sus manos, ambos Black las tomaron para desaparecer de la mansión Black.
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Los jóvenes Black aparecieron en una isla donde se encontraba la isla que Krecher les contó.
-La marea está muy fuerte...
La rubia comento viendo como las olas golpeaban las rocas donde estaban parados, el sabor salado del mar se podía sentir en sus sentidos.
Los chicos caminaron, siendo guiados por el elfo, hasta una parada de roca, el elfo les explico el hechizo que está tenía.
-Muy bien...- Regulus estaba a punto de cortar su mano con una piedra filosa.
-Espera- la rubia le quitó la piedra- Yo lo haré.
-Estas loca- Regulus intento quitarle la piedra, pero la rubia se lo impidió.
-A mi me han castigado más veces que a ti, esto solo serán como cosquillas.
Regulus suspiro, pero Layla tenía razón, la chica cortó la palma de su mano, la sangre comenzó a correr, colocó su mano en la pared, que absorbió la sangre para seguidamente abrirse ante sus ojos, dejando ver el centro de la cueva donde había una pequeña isla rodeada de agua.
Regulus lanzo un hechizo para iluminar el lugar, lanzo otro para atraer la pequeña balsa de madera y cruzar en lago.
Los tres subieron a la balsa, y poco a poco comenzaron a remar, Layla observaba con cautela a su alrededor, algo de ese lugar le daba mala espina, sabía que algo malo habitaba en el agua, por lo que les contó Krecher, pero no sabía perfectamente que era eso.
-Algo no estaba bien, Regulus.
El nombrado la ayudo a bajar de la balsa para seguir caminando hasta el centro, donde estaba una especie de pedestal con un líquido en el hueco.
-¿Que es eso, Krecher?- la rubia la observo con el ceño fruncido.
-No lo se, niña Layla, cuando Krecher lo bebió, Krecher perdió noción de todo, solo escuchaba la voz del amo Regulus ordenándole a Krecher regresar a casa.
-Toma- Regulus le dio el guardapelo a la chica- Yo beberé la poción, aunque ya no quiera, tu debes darme toda y colocar este en el lugar del guardapelo original, llévatelo y destruye lo, ¿Entendiste?
-Estas loco, no dejaré que hagas eso tu solo.
Los dos Black no querían dejar que el otro lo hiciera, pero uno tendría que completar eso por el bien del mundo mágico.
-Escuchame Layla- Regulus colocó sus manos en sus mejillas, obligándola a verlo- Tu debes regresar a casa por Alpharad.
La rubia asintió con lágrimas recorriendo su rostro.
Regulus comenzó a beber la poción con ayuda de la ostra que estaba ahí, Layla lo obligó a tomarse toda la poción aunque Regulus le rogaba con dolor que parara, que ya no le diera más.
Cuando estuvo completamente vacía, cambio los guardapelos, pero en ese instante Regulus se acercó a la orilla para tomar agua, algo que hizo que varias criaturas comenzarán a surguir de las profundidades, los inferis.
Layla le entrego el guardapelo a Krecher y con su varita intento salvar a Regulus, pero los inferis lo arrastraban demasiado fuerte al fondo del mar, uno de los inferis la lastimó con sus garras al intentar hundirla cuando perdió el agarre de Regulus.
-¡Krecher!- la rubia observo al elfo, que intento acercarse a ayudarla- ¡No!- grito, evitando que se acercara mas- Vete a casa y has lo que Regulus te ordenó.
El chico le había ordenado al elfo, antes de entrar a la cueva, que pasase lo que pasase, sacará a la rubia de ahí y la llevará a casa, y que nunca les dijera a nadie que es lo que le había pasado, incluso si eso significaba que modificará la memoria de la Black para que no recordara nada.
-Ve a casa y llevales las cartas a Narcissa y Sirius- los inferis casi hundían por completo a Layla, que hacía su mayor esfuerzo por no soltarse de la roca- Y prométeme que cuidarás a Alpharad, Krecher ¡Prometelo!
-Lo prometo, ama Layla- Krecher veía con miedo a su joven ama.
-Gracias Krecher...
La rubia se soltó de la roca a la que estaba aferrada, siendo arrastrada por los inferis al fondo del mar, en su mente solo aparecían los recuerdos de Regulus con Alpharad, los únicos momentos felices que tuvo con su familia, todo eso mientras sus pulmones se llenaban de agua, terminando con su vida.
Krecher se fue de la cueva con lágrimas en los ojos, sus jóvenes amos habían muerto y el no había podido ayudarlos, apareció en la habitación de Alpharad, que no dejaba de llorar, al poco tiempo apareció Walburga que empezó a gritar el nombre de los dos chicos al ver cómo no habían ido a ver al niño, cuando ya llevaba rato llorando.
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ᑌᑎᗯᗩᑎTᗴᗪ [Regulus Black]
FanfictionDos almas rotas unidas por el lazo de un compromiso arreglado. ¿Qué es lo que podría salir mal? Época merodeadora. Regulus Black × OC Iniciada: 6/ 08/ 2023. Terminada:?