Dio otra vuelta para acomodarse en su cama, no sabía cuántas horas llevaba incapaz de poder encontrar algún indicio del sueño, trato cambiar de posición, trato de contar ovejas en una posibilidad absurda de distraerse, trato de cerrar los ojos y en un intento de que tal vez en algún momento el sueño llegaría, pero nada.
-No - suplico débilmente cerrando sus ojos mientras su imaginación se llenaba, corriendo al mil, trataba de empujar esos pensamientos hasta el fondo de su subconsciente, pero peleaban por salir.
En su desesperación llegó a golpear las almohadas en un vago intento de suprimir su irá, siempre era así, no podía dormir, terminaba frotando sus ojos furiosamente hasta hacerles doler, se frustraba para después llegar la ira, descargándola con cualquier objeto que tuviese cerca hasta cansarse por la fuerza de sus emociones, posteriormente rendirse ante las lágrimas.
Verifico la hora en su teléfono 2:38 a.m y seguía sin poder dormir, tomo sus audífonos para poner la primera lista de reproducción que tuviera, mientras salía por su ventana si siquiera tomar un suéter, simplemente llevo la pequeña caja que escondía en su mochila, el gélido viento lo golpeo congelándolo hasta los huesos pero aun así no regreso, se sentó en el pequeño tejado mientras sentía el frío techo bajo sus pies, ojalá pudiera decir que del otro lado era una vista hermosa pero solo eran las negras calles levemente iluminada por farolas que tintineaban de vez en cuando, nadie en su sano juicio estaría afuera y solo a esa hora, pero he ahí el.
Older de Sasha sloan comenzó a sonar mientras el solo se dejó llevar, el nudo en su garganta era demasiado duro mientras procesaba todo, mirando el vació pensando demasiadas cosas a la vez.
...
Y ahí estaba otra vez, tomando valor desde su habitación la noche anterior noto el auto estacionado en su patio sabía que había llegado, después de dos semanas sin verla le era extraño cuando regresaba.
Salió para donde su madre se encontraba con la mirada en su ordenador desde la encimera de la cocina, estaba costumbrado que cuando estaba en casa se ignoraran como si fueran desconocidos a pesar de compartir más que un apellido, sabía que la relación con ella estaba mas que rota así que ni intentaba hablar con ella.
- ¿Por qué te levantas hasta ahora? – le pregunto sin mirarlo desde que entro a la cocina.
- Me quede hasta tarde leyendo –
-Deberías hacer algo mas productivo en vez de gastar tu tiempo en cosas que no te van a aportar nada.
-sí, está bien.
- ¿A dónde fuiste el viernes? No te vi cuando llegué – Él tampoco la noto.
-Sali con Olivia – su madre frunció el ceño cuando al fin se dignó a mirarlo.
-Ella no me agrada. – ya lo sabía – Deja de perder el tiempo con una chiquilla soñadora.
¿Había alguien que le agradara?
-Ella es mi amiga. - la voz imponente de su madre resonó en toda la habitación
-Es solo una niña con muy fuertes ilusiones, cuando menos se dé cuenta estará embarazada cargando con un niño y algún inútil con el que se abra metido, te juro que si llegas a ser tu es el día que me terminaras matando.
Adrián se tragó la contestación que quería soltarle enterrando sus uñas en parte de su brazo sin que ella lo notara, sabia que nada bueno vendría si no cerraba la boca cuando su madre hablaba sobre ella.
-Escúchame bien, mas te vale que no sigas las tonterías de ella no quiero que desperdicies tu vida en cosas que no valen la pena, cosas como esas solo te destrozaran la vida cuando te cambien por algo mejor, así que concéntrate solo en ti mismo, no me rompí la espalda para que me hagas eso tirando tu futuro por algún libertinaje ¿Entendiste? – el menor solo asintió desviando la mirada porque podrá ser la mujer que lo crio pero siempre se sentía intimidado por ella. – Ve a bañarte en 15 minutos estará la comida.
La dejo para irse a su habitación a buscar un cambio, las marcas de media lunas rojas en su brazo le punzaban como un recordatorio aun así no las sentía, estaba más absorto en el enojo que llenaba cada parte de su cuerpo.
Estaba cansado, cansado de todo, cansado de sí mismo.
A veces se imaginaba que se sentiría tener una cena normal, con unos padres que lo amaran incondicionalmente, que le preguntaran como iba su día, que le sonrieran cuando les contara algo que lo emocionara y no solo lo riñeran cuando algo no les gustara, un hogar que oliera a comida casera preparada con cariño o solo palabras cálidas que lo recibieran.
Pero no era así, se había acostumbrado a la frialdad de su casa, en las palabras vacías que recibía desde su niñez, intentaba pensar que no era su culpa que la circunstancias lo llevaron a ser así que su madre solo estaba dolida por su pasado, era difícil más de que quisiera.
Cuando se viven recordando el pasado sin sanar empiezan a podrir al mas cercano y el llegaba a pensar que si era su culpa, que no era suficiente para intentar llenar ese hueco que dejo el egoísmo, de nada servía intentar arreglarlo solo era una pérdida de tiempo.
Y él no tenía tiempo que perder.
Se tomo su tiempo en el baño pues cuando bajo estaba solo de nuevo, su madre debió de haber salido.
La comida estaba en la cocina, pero el hambre había desaparecido completamente prefirió regresar a su habitación encerrándose en su propio espacio mirando el techo.
Se sentía atrapado en su propia casa.
Se sentía paralizado, sus emociones se descontrolaban al punto de no saber si estaba perdiendo sensibilidad, solo miraba la marea azotar sin siquiera reaccionar hasta asustarlo por solo permanecer aparte mientras era controlado, tal vez todo valdría la pena al final.
Solo seria un tiempo que en años lo vera como solo un momento, solo tenia que aguantar, el estaba bien, todo estaría bien.
Porque si quieres amor debes dar algo a cambio.

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Puertas sin cruzar.
Teen FictionEl destino siempre le había parecido el chiste más mórbido del universo, porque ¿Quién trazaba la línea de la vida de una persona? La cronología se basaba en los meros caprichos de un ser más poderoso sin importarle el dolor y desesperación de una v...