Puertas sin cruzar.

6

Tan solo eran las 9 de la mañana y ya tenía mala cara, preguntándose que es lo que había hecho mal en su vida pasada para que su vida se estuviera volviendo tan miserable, primero lo de Darcy que después de haber pasado de el todo lo que quedaba de la noche, inventando cualquier excusa para no estar a solas ellos dos hasta fingir un interés inexistente por un grupo de quien ni siquiera era su género musical preferido, hasta pasar la noche con rose hablando de temas que ni entendía.

Ahora tenia que hacer un proyecto sobre condicionamiento operante para su clase sobre conductismo, a pesar de tener una idea sobre el refuerzo positivo y negativo no era un área en especial que le agradara, la manipulación y observación para lograr subordinar otra personalidad le parecía una aberración que no debería ser usado pero su profesor creía que era una buena manera de saber como una mente doblegada le podría generar otra idea sobre la presión.

Pero era acatar las ordenes de su profesor o tener una baja calificación en su materia.

-Que cara te cargas - Olivia llego junto a el cuando iba a la cafetería ese día eligió un estilo más coquette arreglada su perfecto maquillaje le daba un aire más tierno junto con un vestido de volantes rosa pálido y una boina decorando las ondas que se hizo en su cabello.

- ¿A qué horas te levantas para siempre estar tan arreglada? - El mal humor le respiraba por cada poro de su cuerpo, pero intentaría no tomarla contra su única amiga.

- La belleza cuesta diría mi madre, no importa la hora adoro arreglarme - Olivia tomo su celular para responder lo que el piensa era un mensaje - Además de que tengo una cita después.

- ¿No se vieron el sábado?

-Si, pero lo lindo de querer conocerse es poder verse cada que nos de ganas, romance juvenil no lo entenderías - Sus mejillas se volvieron un poco rosadas mientras se emocionaba - Pasara por mi después de clase.

-Seré tu padrino el día de la boda.

- ¿Cuál boda? Aun nos estamos conociendo.

- Tu ya tienes el vestido en la cartera ¿Qué te haces?

- Cállate, mejor dime ¿Qué tema te toco? - volvió a poner mala cara.

- Condicionamiento operante.

-uy, suerte.

Mientras tomaban lugar en alguna de las mesas que encontraban sin ocupar su genio empezaba mejorar, aunque sea un poco el hambre le incrementaba su odio a la humanidad, pero nada que un descanso para desayunar no le ayudara.

...

- ¿Vienes conmigo? - suplica Olivia con ambas manos juntas.

- ¿Qué te dije de ser tu celestina? -

- Nada, ahora por favor.

-No ¿Qué voy a hacer? ¿Sostenerles la vela? ¿Tocar el violín? Estas locas si crees que me voy a someter a tal humillación, aun me queda algo de dignidad.

- Pues te jodes, ya vienen para acá.

- ¿Quienes?

Y, de pronto, puede sentirlo. Puede sentir su mirada clavada en mi espalda.

Gira la cabeza para ver a su alrededor y es cuando lo nota viene desde el otro lado de la calle, todas sus alarmas empiezan a resonar, quiere ocultarse, pero es demasiado tarde como para huir ya lo había visto, sigue notando esa vibración en su espina dorsal se le nubla la mente hasta que lo tiene en frente.

-Hola adrian. - Todo su cuerpo se estremeció ante su voz, como si le hubiera golpeado. Se iba a volver loco en cualquier momento. Nadie se daría cuenta, pero se estaba a punto de desmayar.