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Seijoh... El Seijoh había ganado.

Los sonidos de asombro se oyeron una vez el tan aclamado "remate divino" del Karasuno fue bloqueado por tres jugadores del Aoba Johsai, y los festejos del lado aguamarina llenaron el gimnasio luego del pitido final del árbitro.

Aquellos pocos con fé en el Karasuno suspiraron afligidos, más aún viendo los rostros apagados de los jugadores. Si bien el equipo de Oikawa había vencido, ¿por qué no se sentía tan bien como de costumbre? Ritsu y Koemi no pudieron evitar pensarlo una vez las caras sin ánimo de los cuervos se alzaron dando las gracias al público. En silencio, el gemelo aplaudió junto con muchas personas más por la buena batalla del equipo naranja, siendo consciente de que Kiyama le estaba mirando desde abajo extrañado.

"Yams..." El castaño era incapaz de apartar sus ojos preocupados del pecoso. Haber fallado el saque aún cuando sus compañeros contaban con él, seguramente le estaba suponiendo una carga más pesada de la que se podría imaginar. Suspiró, ahora sí mirando a su hermano, alzando los pulgares con una sonrisa.

-¡Llega hasta el final, apestoso!- exclamó.

El punta receptor le devolvió el gesto teniendo el rostro sereno, para luego llevar sus ojos marrones hacia la pequeña Koemi.

La castaña observaba a los jugadores del Karasuno, recogían sus cosas con un desánimo tan grande que hasta a ella le daba pena, no se fijaba en nada a su alrededor mas que en la mirada apagada detrás de ciertos anteojos rectangulares. Quiso ir con él, darle ánimo, decirle que lo hicieron increíble, que la próxima vez ganarían... ¿Contaba como traición? No estaba segura, y eso le hacía sentir mal, sobretodo por los ojos de Kiyama que esperaban por su felicitación abajo, en la cancha de juego. Entonces sonrió hacia él, forzando un poco sus mejillas para que pareciera un gesto de suma felicidad, aun cuando su pecho ardía en desilusión.

Sin embargo, Kiyama no se tragó esa sonrisa forzosa, y solo se dio la vuelta para calentar un poco antes de la semifinal.

Sin embargo, Kiyama no se tragó esa sonrisa forzosa, y solo se dio la vuelta para calentar un poco antes de la semifinal

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El partido había resultado nuevamente con el vencimiento del Aoba Johsai. Salían charlando entre ellos, con sus bolsas sobre sus hombros en dirección a su autobús, y totalmente animados luego de esa racha de victorias en lo que iba de competencia.

-¡A por la final!- exclamó Oikawa alzando los puños, ganándose una colleja de la estrella del Seijoh segundos después. -¡Auch! ¡Iwa-chan eso dolió!

-Deja el escándalo, me produces dolor de oídos- rezongó Iwaizumi.

-No le des muy fuerte, o le vas a estropear el cerebro y no rendirá mañana- Matsukawa aprovechó junto a Hanamaki para molestar a su capitán, riéndose descaradamente del armador y sus lloriqueos.

-¡Matsu-chan!

-Eso si Ushijima no lo espanta primero.

-¡Makki-chan!- se quejó igualmente -¡Ese idiota no me asusta! ¡Mañana voy a acabar con él!... ¡Auch! ¡Iwa-chan deja de golpearme!

𝐇𝐄𝐘 𝐒𝐓𝐔𝐏𝐈𝐃, 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔 ›› Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora