9.-Primer contacto culinario con el enemigo

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Introduciéndonos, creo que todos podemos llegar al punto en común de que Jungkook no estaba escuchando el mundo a su al rededor, en absoluto. No podría ni siquiera él mismo explicar ese extraño revoltijo de sensaciones de "es mejor que la comida de casa" y "por qué tengo que aguantar esta mierda" mientras veía, probablemente con decepción, el enorme trozo de pollo acompañado con algunas descoloridas hierbas y un trozo de cebolla flotando en el caldo. 

—Y bien? 

La mirada de Jungkook recorrió lentamente desde el pollo en su plato hasta Taehyung y Taehyung supo que probablemente Jungkook quería llorar. 

No parecía que Jungkook pudiera moverse, estaba en transe. Ojos brillantes en los que genuinamente se podía ver el vacío de su alma después de ver ese pollo, labios temblorosos que luchaban por no caer en una curva hacia abajo y esa respiración casi inexistente que ahogaba para no dejar salir ni una de las lágrimas que empañaban su mirada, eran la prueba contundente de su teoría.

—No seas tan dramático hombre, ya estás llorando y ni siquiera lo has probado!!— exclamó tomando la cuchara al lado del plato de Jungkook y dejándose de lloriqueos probó una cucharada del caldo que el emo citadino miraba con decepción. 

Pero hay que admitir que Jungkook no lo estaba escuchando... otra vez.

Taehyung, por su parte, odiaba a la gente con gustos delicados para la comida. En momentos de complicaciones económicas no todos pueden darse el lujo de comprar un exquisito kimchi o pollo frito como en la gran ciudad, entiendes? Jungkook resultó ser más llorón de lo que pensó cuando lo conoció. 

El caldo inundó y recorrió su boca y rápidamente bajó raspando su garganta con el vapor de comida recién hecha. No hubo comentarios al respecto. 

—Deberías comerlo por lo menos por ahora. Es lo único que tu estómago aceptará después de la comida de anoche.— casi teniendo arcadas, Taehyung giró discretamente dándole la espalda a Jungkook en la banca en la que estaban sentados lado a lado y con una servilleta en cima de la mesa, comenzó a raspar su lengua con desesperación. 

Por supuesto que esto no era alentador para Jungkook, ¡pero no recordaba un sabor tan malo en ese lugar!

Jungkook pasó saliva y nuevamente, como en la ocasión en que se jodió el estómago de por vida, tomó la cuchara determinado a no morir en el intento, porque un estúpido y desabrido pollo no le iba a ganar. 

Taehyung volvió a girar y esta vez se recargó en la mesa para verlo y apreciar el momento exacto en que sus papilas gustativas quedaran deshabilitadas de por vida. No había manera de que pudiera comer eso. 

Pero eso Jungkook ya lo sabía..

La cuchara entró al plato y el caldo con grumitos de aceite y grasa de pollo abordó en ella. Jungkook pasó saliva y Taehyung de verdad comenzó a sentir lástima por él. 

—Solo hazlo, será peor mientras más lo mires.— dijo dándole pequeñas palmaditas en la espalda como consuelo hacia un niño pequeño. 

Si así lo pensamos, incluso el escenario era idóneo e idéntico a aquellas vistas que tienen los padres primerizos después de darle un alimento espantoso a sus bebés en sus primeras papillas caseras con ausencia completa de nutrientes. Jungkook era el bebé, Taehyung los padres y ese pollo probablemente su evento canónico. 

Con los ojos cerrados, rápido, conciso y veloz, Jungkook llevó el menjurje a su boca y  lo tragó sin tener intención a saber a qué sabía el pecado culinario más grande de la historia. Sudó frío, sus músculos comenzaron a tensarse y su estómago gruño. 

Cultivo de estrellas ⟪Kooktae⟫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora