13.- Sin él, en su planeta

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—Ya llegué.— anunció Taehyung, dejando la bolsa con las compras en cima de la mesa del comedor principal. 

Ciertamente se sentía preocupado y algo ansioso de estar llegando al anochecer cuando sabía a la perfección que su padre odiaba esto. Podría enojarse con Jungkook nuevamente, podría odiarlo por distraerlo de y ser una carga para él, pero ahora mismo tenía un asunto mas importante que preocuparse que revivir rencores recién solucionados. Nervioso, comenzó a rondar la casa en busca de su padre para asegurarse de que este le hubiera escuchado y no tener problemas con él por mal entendidos. 

En la cocina, la sala, su estudio o la pequeña biblioteca que se encontraba en lo más recóndito del primer piso, no estaba. Subió las escaleras y tampoco lo encontró en la antesala previa a las habitaciones ni en la terraza que esta tenía, en el cuarto de baño o en ninguna de las recámaras. Solo podía estar en la sala de artes. 

La sala más grande de la casa. En el momento de su construcción había sido un proyecto con tintes dulces y utópicos para el recinto de la familia perfecta, pero ahora, abandonada, era la dueña de los terrores de Taehyung y el lugar al que tenía prohibido entrar. 

Empujando suavemente el portón ante una actitud incierta que podría tener su padre del otro lado de la puerta, Taehyung asomó con brevedad su mirada y, como lo esperaba, lo encontró. Su padre se encontraba en aquella enorme sala que tenía repisas, caballetes y cinceles arrumbados en los rincones y paredes y frente a todos ellos, en el centro, un enorme piano de cola. 

Nunca lo tocaba, hacía años que no levantaba la cubierta y mucho menos le daba mantenimiento, pero de vez en cuando, como algún ritual nostálgico de recoger las memorias que alguna vez experimentó en ese lugar, se sentaba durante horas frente a este. A veces solo lo miraba, a veces bebía mientras estaba ahí. 

Para la pésima suerte de Taehyung, hoy era uno de esos días. 

Apresurado a que le viera o escuchara, el rubio se quitó de la puerta y, con la máxima velocidad que le permitía apenas tocar las escandalosas duelas de las escaleras para no hacer ruido, corrió piso abajo, se dirigió hacia la puerta principal y la volvió a cerrar escandalosamente para que su padre le escuchara por si mismo. 

Cuando escuchó el sonido de las bases del taburete de su padre raspar contra la duela del salón, su cuerpo se tensó e incluso su respiración se hizo pequeña. 

"Por favor, Dios, por favor; que no se enoje"

Y sus súplicas solo aumentaban conforme los pasos en las escaleras se hacían presentes. Sentía que el corazón le iba a explotar, que sus ojos comenzaban a lagrimear y su cuerpo helarse en medio de temblores que demostraban lo atemorizado que estaba. 

—¿Se puede saber por qué llegaste tan tarde? 

Taehyung no lo soportó más y bajó la mirada cuando pudo divisar los bonitos zapatos de cuero de su padre estando a punto de llegar al final de la escalera. 

—L-Lo siento mucho— murmuró completamente acobardado— No tuvieron una de las cosas de la lista y tuve que ir c-con el proveedor de las afueras del pueblo p-para conseguir una de las cosas d-de la lista, me llevo casi todo el día. 

—¿Crees que soy tonto?

Los pasos ahora estaban frente a Taehyung, incluso se habían detenido. Sentía que comenzaría en cualquier momento. 

—N-No, papá— susurró, sintiendo sus cuerdas vocales hacerse nudo mientras su mirada se mantenía fija en sus propios pies— L-La señora J-Jeon me dijo que su nieto me acompañara, él me hizo tardar, t-te prometo que yo le dije que n-no, per-

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⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

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