1.Ying

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Su madre le dió a luz, después de eso murió, por lo que su padre lo entrego a las sirvientas para que lo llevarán a la sección de la servidumbre, no lo criaria como su hijo sería un empleado más, un sirviente que en cuanto pudiera entregarlo a alg...

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Su madre le dió a luz, después de eso murió, por lo que su padre lo entrego a las sirvientas para que lo llevarán a la sección de la servidumbre, no lo criaria como su hijo sería un empleado más, un sirviente que en cuanto pudiera entregarlo a alguien que lo llevará dejos de su hogar.

Las empleadas lo cuidaron como otro hijo más, pero al llegar a los seis años, lo arrebataron del ceno maternal para asignarle un oficio, se levantaban al alba, lavaba los cobertizos de los animales de corral, luego las caballerizas, alimentaba a las mascotas de sus hermanos mayores y después le servían el desayuno junto a los sirvientes de la casa.

Luego de el pequeño desayuno ayudaba a la servidumbre a limpiar los patio, iba por los mandados al pueblo cercano y de ahí regresaba a los estáblos para atender a los caballos, los animales de granja y almorzaba con los peones en el campo.

Después de la faena de los campesinos limpiaba la herramienta que ellos usaban y regresaba a la cuarteria dónde dormía para iniciar un nuevo día como todos los días desde que tenía seis años.

Wei Ying cumplía este invierno 16 años, su padre ya tenía un trato con uno de sus viejos amigos para que lo tomara como su concubina, pues el chico nació con un don, era un hombre con genitales de mujer.

Toda una aberracion de la naturaleza pero no podía deshacerse de el, por qué le prometió a su esposa cuidar de el mientras vivirá bajo su techo, el estaba cumpliendo, lo había mantenido con vida hasta esa edad, la edad adecuada para que cualquier jovencita escogiera marido.

El viejo Wen Rouhan era un hombre avaricioso, había visto a ese niño hembra en varias ocasiones en la plaza haciendo las compras de la casa de los Wei, también había visto como muchos de los empleados del Wei lo maltrataban solo por no hacer las cosas según ellos como era debido, el chico nunca se quejaba de los malos tratos debía estar seguro que aunque lo hiciera no lograría ni siquiera el apoyo de su padre.

Está noche lo tomaría como su calentador de cama tenía a su esposa e hijos pero nunca estaba de más el tener a un jovencito con los que poder desfogar toda su lujuria sin necesidad de ser delicado pues era bien sabido por todos en la aldea que los hombres de su clase eran más resistentes en sus partes femeninas que las damas.

Ying estaba encerrado en una bodega de la casa de los sirvientes, el señor Wei había ordenado que lo mantuvieran encerrado ahí para que su nuevo esposo lo recibiera después de la fiesta de aniversario luctuoso de la mujer que lo trajo al mundo, miraba la luna por una rendija que se hizo en una de las ventanas, mamiii si estás ahí, por favor llévame contigo.

Yo no quiero ir con ese hombre, por favor madre luna, yo sé que soy malo en renegar de esta mi vida, pero tú sabes mejor que nadie que nunca me queje de nada, solo que ahora que mi padre me entregara a ese hombre, yo no quiero que el sea mi primero, yo no quiero ser su esclavo por favor madre luna....

Los ruegos del joven al parecer no fueron escuchados pues unos minutos después el encargado de llevarlo hasta donde ya lo esperaban abrió la puerta de golpe, levántate ya es hora el señor Wen parte está noche a Beijing, el quiere que tú vayas con el de una vez, que suerte la tuya te van a dar de todo allá donde vas a estar pues la esposa del señor Rouhan se quedará aquí en el campo mientras sus bebés son pequeños.

Ying caminaba solo por inercia, sabía que ese hombre lo llevaría lejos de su hogar para que no tuviera escapatoria posible, algunos de los empleados lo tenían en alta estima por los lazos de amistad con los que había construido durante casi diez años de trabajar como uno más de ellos.

Llegaron al salón de la casa y ying fue lanzado a los pies de ese viejo hombre que lo miraba con lujuria, el viejo Rouhan ya se limaba las uñas con el jovencito que su amigo había dejado a su disposición a cambio de una hacienda en ruinas que el tenía al lado de su propiedad, si eran buenas tierras pero les hacía falta mucho trabajo seguramente el Wei tenía algún socio que no le había presentado para sacar a delante sus propiedades.

Pues aquí está lo pactado amigo Wen , esté mocoso es tuyo de ahora en adelante, a cambio me quedo con las tierras del oeste que te pertenecen, fue un placer hacer negocios contigo amigo Wei, las escrituras ya están legalizadas tal como lo pediste, a partir de hoy nos despedimos por algunos años, mis hijos van a estudiar en Beijing por lo que me mudo para allá con ellos, mi esposa se quedará aquí solo hasta que los niños estén lo suficientemente fuertes para soportar el viaje y de ahí nos alcanzarán allá.

Si amigo será bastante aburrido sin ustedes por aquí pero ya sabes yo no puedo dejar estás tierras aquí crecieron mis hijos, se hicieron grandes y ahora que son independientes ya no tengo nada que buscar en ningún otro lado, mi esposa está enterrada aquí y con esta carga que dejó en tus manos me deslindó de mi compromiso con esa promesa que le hice antes de morir.

El Wen tomo a Ying del brazo lo arrojo a los brazos de su acompañante un hombre de pocos escrúpulos que lo resguardaba de todo peligro cada que salía de su hogar, Wen Zhiliu era un hombre temible que funcionaba como su perro guardian, si alguna ves quieres ir a visitarme sabes que serás más que bien recibido.

Nos vemos hasta pronto y gracias por la zorrita que me estás dando para no pasar tanto frío en el duro invierno de Beijing,declaró el hombre al Wei quien no mostró ni siquiera preocupacion por el pobre doncel, su hijo menor por el que su esposa dió la vida para traer al mundo.

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