Eternos

8.Zhan vs Yibo

Zhan llegó a su oficina con una migraña de muerte ese mocoso que su bombón protegía no le daba tregua, ya no sabía de qué manera quitarselo de encima, para colmo su esposo estaba en cinta por lo que sus cambios de humor ya es estaban pasando factura, no podía dormir bien pues el muy preñado lo hacía darle como bombo en fiesta de ida y vuelta, estaba perdiendo clientes por la estúpida interfaz que el idiota de Wang Yibo diseño para espionaje y defensa empresarial.

Ya casi para llegar al medio día de trabajo su secretaria entro como si hubiera visto a un fantasma, señor Xiao llamaron de Princesh Beybi, su esposo este destrozando la tienda con sus propias manos, los guardias no quieren acercarse para no lastimarlo en caso de que se resista a ser detenido, grito la mujer desesperada, no era la primera ves que el esposo de su jefe armaba show en el centro comercial pero si era la primera ves que lo hacia estando en cinta.

Zhan no lo pensó dos veces llamo a su cuñada que en estos casos era la única que podía tranquilizar a su bombón relleno, hola Yanli si me apena mucho molestarte pero tenemos emergencia en Princesh Beybi, no se que pasó pero Cheng está en crisis, decía que l hombre por teléfono mientras subía a su auto para llegar hasta la tienda.

Diooossss mi niño Voy para allá trata de llevar chocolates envinados y un ramo de lotos para tranquilizarlo llegó lo más rápido que peda, la mujer colgó el teléfono, mi amor lo siento pero continuamos después está conversación, Cheng está en crisis en una tienda del centro y Zhan me pidio ayuda debe ser algo bastante complicado.

Yibo tenía dos semanas de vivir en el paraíso, los bodoques y el habían llegado a un pacto silencioso, ellos tenían el día para ellos y la noche era para el mayor, Ying aún estaba en recuperación pero se las arreglaba para dejarse mimar por su señor, no de manera tan exaltada, como su primera ves.

Pero si retozaban más calmados en la tina, la cama o la terraza, los bebés estaban cada día más grandes, estaban creciendo a pasos gigantes por lo que tenía que salir de compras por ropa casi cada tercer día, hoy había decidió que iría a comprar unas prendas más elegantes para vestir, ya que su señor le había dicho que asistirán a una cena en casa de unos socios comerciales, no se explicaba por qué iría el, en ves de la esposa oficial, pero quién era el para negar una orden de su amó.

Su señor puso a su custodia a todo un ejército de elite para cuidarlo, el no los veía pero sabía que estaban ahí por qué todos lo trataban muy bien, desde los dependientes de las tiendas como los sirvientes de la casa, hasta ahora nadie le habia presentado a la madre de los bebés que el cuidaba, solo sabía que durante el día ella debía estar muy ocupada, como para estar al pendiente de ellos, por qué las mujeres que lo asistían le llevaban a los bebés a su habitación al amanecer.

A esa hora ya solo el aroma de su señor, quedaba en las sábanas, pasaba su día con los niños, al llegar la tarde a la hora que la madre regresaba de sus diligencias, los bebés eran sacados de su cuerpo para devolverlos a su madre, seguramente está los extrañaba tanto en el día, que no salía de esa habitación ni para cenar, no es que el se quejara, pero estaba sintiendo un poco de remordimiento al acaparar a su señor, durante toda la tarde y noche.

Yibo trataba de mantenerse ocupado en el día para no correr a casa a deshacerse de esas pulgas chillonas que tenía como invasores en su casa, los había tratado de devolver con su madr y está descarada mujer se negó a recibirlos alegando que ahora que era más rica y soltera se dedicaria a viajar por el mundo,además de que su pequeño doncel casi muere de un colapso nervioso al no sentír a los vástagos mañoseando sus tetitas que después de unos días comenzaron a alimentarlos de manera regular.

Señor Wang el seño Xinchen llamo para pedir su asistencia en la plaza comercial del centro dice que Wuxian está aquí, hoooooo hoooooooo hooooooooo santa mierdaaaa esto eraaaa el apocalipsis, pensó que no despertaría nunca,dile a Lele que se preparen para la contingencia, sonrisa del emperador, bollos de semillas de loto y una cama reforzada, está será una larga muy larga noche, se levantó de golpe de su silla, camino hacia la salida detras de el su pobre secretaria anotando sus peticiones hasta que llegaron al auto.

Zhan y Yibo llegaron al mismo tiempo a lo que antes era la tienda de ropa para niño más elegante del centro comercial, bueno se veía que el lugar había sido barrido por algún monstruo de la naturaleza , los escaparates estaban destruidos , ropa hecha girones en todo lados los empleados con un montón de rasguños, cortes superficiales por los vidrios y ambos ejercitos de vigilancia resguardando a los transeúntes.

Wang que diablos hacer tú y tu equipo aquí, lanzo la piedra el Xiao pues de ninguna manera permitiria que ese bastardo de riera de su esposo y de el, lo mismo podría decir yo Xiao que diblos haces tú y tus basuras en este lugar, ambos hombres comenzaron a retarse con la mirada, sus ojos se veían cada ves más amenazadores y sus subordinados se reagrupanan para salir lo menos cagados de esta horrible coincidencia.

Pues resultó que el tigre y el dragón estaban en la misma tienda buscando prendas para sus bebés cuando coincidieron en tomar uno de los trajecitos más monos de la bendecida tienda, jiang Cheng dió el primer jalón, sacándole un pujido al pequeño Yuan quien comenzó a llorar en brazos de su ahora madre, el llanto intenso del bebé dió el primer golpe de feromonas del doncel Wuxian quien hasta ahora se encontraba dormido dentro del cuerpo de Ying.

Ahora ambos donceles peleaban por el trozo de tela, rompiendo todo a su paso, ninguno había cedido ni un centímetro de tela, llevbaban más de una hora en esas lucha pensaron que al llegar sus maridos podrían poner fin al pleito pero ahora estaban peor a dentro Wuxian y Cheng seguían en lo suyo y afuera sus esposos se mataban con la mirada esperando el momento para desmembrar al contrincante y en medio de todo el borlote los guardaespaldas, las asistentes y los empleados de la tienda sin saber quién podría ayudarlos a terminar con esta épica batalla.