MAFIA ROJA ~ YEONBIN

CAPITULO 68.

Los pasillos de la mansión Mavi emanaban un aura aterradora. Con columnas imponentes flanqueando cada lado, alcanzaban un techo adornado con detalles tan exquisitos que volvían doloroso mirar hacia arriba. Won Woo, acostumbrado a una vida confinada, encontraba cierto consuelo en la intrincada arquitectura que lo rodeaba. Mientras avanzaba sobre el suelo de jade que pavimentaba los pasillos, se sumergía en las pinturas que adornaban las paredes. Siempre había anhelado visitar la Capella Palatina, pero las cadenas de su familia le habían negado esa libertad desde su nacimiento. La dulzura de la independencia no parecía haber llegado hasta las costas de su pequeño mar.

—Joven Cariporsi, por favor, acelere el paso.

Mi Joo era la única persona que aún no lo llamaba "Hatun", al menos no en privado. Desde el castigo público de ese omega de cabellos rojos y la llegada de Hürrem a la región, las dinámicas habían cambiado. Todos se aferraban a la etiqueta y al comportamiento dictados por La Roja, instaurando un régimen de seguridad aterrador en su territorio. Incluso ahora, mientras caminaba con la cabeza baja, cinco alfas de la eve lo rodeaban, escoltándolo hacia las alas principales.

Hürrem lo había convocado, algo inusual debido a su nulo interés hacia él desde que había llegado hace casi tres meses.

—Alá, protégenos —Mi Joo seguía murmurando a su lado, aferrando el velo con manos temblorosas. Won Woo compartía su nerviosismo; apenas se le permitía ver a Hürrem en persona, todas las órdenes eran transmitidas por sus damas de compañía.

Después de unos escasos cinco minutos de caminata, las opulentas puertas de las alas principales se alzaron ante ellos. Won Woo saltó de susto cuando las puertas se abrieron abruptamente, sin previo aviso. El interior se reveló con una gama colores ante sus ojos, con una sala llena de tapices y más pinturas. En el centro de ella, Soo Bin se encontraba sentado sobre un amplio sillón, rodeado por sus banyalar y otros alfas.

Su mirada intensa se poso en Won Woo mientras entraba junto a Mi Joo, el silencio de la sala solo era interrumpido por el eco lejano de los pasos de los guardias que custodiaban la entrada. Mi Joo le dio un suave apretón en el brazo como gesto de ánimo antes de dar una reverencia hacia Soo Bin y dar un paso atrás, dejando a Won Woo al frente como las normas indicaban.

Soo Bin sonríe enigmático cuando Won Woo se arrodilla y baja la cabeza. Sus ojos oscuros evaluando a Won Woo con interés.

—Won Woo— dice su voz profunda y melodiosa—, he decidido que es hora de que hablemos en privado.

Las palabras de Soo Bin resonaron en la sala, cargadas de un significado que no estaba del todo claro para Won Woo. Una mezcla de intriga y nerviosismo recorrió su cuerpo mientras asentía, indicando su disposición a hablar. Soo Bin se levanta con gracia del sillón y camina hacia a Won Woo con tranquilidad.

A medida que avanzaba, la atención del omega es atrapada por el cambio en la figura de Soo Bin. Su estómago, ahora voluptuoso y evidenciando el avance del embarazo, se volvió una imagen imposible de pasar por alto. Won Woo se queda momentáneamente sin palabras y sus ojos se posan en el vientre de Soo Bin antes de levantar la mirada, encontrando la de él una vez más. Soo Bin extiende su mano hacia él, instando a Won Woo a ponerse de pie.

— Sé que te has preguntado muchas cosas desde que llegaste aquí —dice Soo Bin, con un tono cargado de sinceridad y cautela—. Has sido testigo de cambios y situaciones que quizás no comprendas del todo. Woon Woo hatun ¿Quieres caminar conmigo?

Won Woo asiente mientras la inquietud danza en sus ojos. Con un gesto discreto, Soo Bin hace un movimiento con su mano y los alfas que los rodeaban se dispersan, permitiendo que él y Woon Woo tengan algo de privacidad. Juntos—con las tres banyalar de Soo Bin y Mi Joo siguiéndolos en silencio—caminan hacia una de las puertas que conducen a otra ala conectada a la sala principal.
Cuando cruzan la entrada, una escena completamente diferente se despliega ante ellos. Un jardín interior cuidadosamente diseñado, lleno de una variedad de flores y plantas exóticas, se extiende en frente de ellos. La fragancia dulce y envolvente llena el aire mientras los colores vibrantes de las flores contrastan con los tonos suaves de la arquitectura circundante. Soo Bin guía a Won Woo a través de los senderos de piedra y el sonido de las hojas al crujir apacigua ligeramente la ansiedad que de repente siente. Mientras avanzan, Soo Bin empieza a hablar.