CAPITULO 69

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El calor estaba consumiendo a Soo Bin por completo. Al derretir su piel entre los brazos de Yeon Jun podía sentir por un breve momento que todo su disgusto y dolor podía esfumarse entre el vapor de esa habitación. La realización siempre llegaba a él demasiado tarde, al punto máximo de frenesí de un orgasmo, y aunque tardía, siempre llegaba.

El dolor surgía después, destruyendo en momentos cualquier sensación de placer y deseo dentro de su lobo. El toque de Yeon Jun se sentía ajeno y extraño. La piel d Euán desconocido.

—Es suficiente, suéltame.

La voz de Soo Bin sale con dificultad, separando su espalda del pecho desnudo de Yeon Jun el calor de hace unos momentos se esfuma. Como supone, Yeon Jun lo frena y lo junta de nuevo a él en un movimiento que altera el agua a su alrededor. La mano de Yeon Jun toca su frente con suavidad, y después baja su nariz hasta su cuello, inhalando profundamente. Soo Bin se retuerce ante eso, incomodo por la zona que ha explorado el alfa.

—Tu cuerpo aún no se ha estabilizado, puedo sentir el estado frenético de tu lobo por la densidad de tu olor. No estás satisfecho.

Soo Bin lo mira por el hombro con desafío, debatiendose en silencio entre la urgencia de su deseo de estar cerca de Yeon Jun y la resistencia que el conflicto había erigido entre ellos.
El cuerpo de agua en la habitación era profundo y largo; sus sentidos, evolucionamos y agudos, habían alcanzado un punto en el que podía estar en la otra esquina del mármol y aún así tener posibilidad de que las feromonas de Yeon Jun llegarán hasta él. Soo Bin sabía que Yeon Jun estaba haciendo excusas.

—No presiones más allá de lo que puedes —Soo Bin sisea, girando su cabeza al frente para no tener que lidiar con la molestia en su pecho ante la mirada dolida de Yeon Jun.

Su cuerpo se separa con confianza, sabiendo que Yeon Jun desistirá, empieza a nadar hacia al frente. Sorpresivamente, es jalado hacia atrás nuevamente, impidiéndole moverse.

—Eres tú el que presiona a su suerte. No has dejado de restregarte en mi desde el inicio —Soo Bin suelta un jadeo entrecortado mientras es empujado de vuelta hacia el pecho grande de Yeon Jun, donde el calor arde contra su espalda. Apenas es capaz de callar un gemido que le sigue a sus quejas cuando siente el miembro erecto de Yeon Jun acariciando el interior de las mejillas de su trasero.
Su mano asciende con determinación hacia la nuca de Yeon Jun, donde sus dedos se enredaron en su cabello y tiran con firmeza en un gesto de advertencia. Soo Bin busca el reflejo de molestia en los rasgos de Yeon Jun al girar su mirada hacia él, pero la decepción no llegó a él como espero.
Una ola de calor reemplaza la negación que había estado a punto de pronunciar al encontrarse con la fogosidad ardiente en los ojos de Yeon Jun, que se posaban sobre él con una expresión inerte pero inmensamente atractiva.

Soo Bin cierra los ojos cuando Yeon Jun empieza a bajar su mano lentamente, llegando hasta la ansiosa parte entre sus piernas. Dioses, podía sentir como el calor estaba volviendo a él, justo en el momento en que Yeon Jun pasea un dedo sobre su hendidura.

—¿Ves?

Soo Bin respira con fuerza, sintiendo las palabras de Yeon Jun como miel en sus oídos.

Su estado no le dejaba llegar a un calor completo, pero la inestabilidad en su cuerpo y la ventaja de su cambio a Gama dejaba la puerta abierta a la necesidad de estos encuentros calientes con Yeon Jun. Sabía que su lobo sentía la adaptación en Soo Bin, un omega fuerte que incluso en el embarazo podía soportar la ferocidad de una sesión de sexo. Podría haber una ventaja en esto, pero Soo Bin no dejaba ir las cosas hasta el final.

—Tú pecho, ha crecido —Yeon Jun recorre con su otra mano la cintura del omega, parando y dando un ligero apretón en el pectoral derecho con algo menos de cuidado en su toque— Tu cuerpo se está preparando, ¿cuando crees que la leche empiece a deslizarse por tus pezones?

MAFIA ROJA ~ YEONBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora