El fin de semana paso como un borrón para el triste peli verde.
Por mucho que deseara pensar que ese día había sido un sueño, no podía engañar a su propia cabeza. Que con lujo de detalles repasaba ese día una y otra vez, como un recuerdo vivido sin ningún tipo de consideración por su estado de ánimo.
Las noches eran largas y estresantes, las horas pasaban y izuku solo podía mirar el techo con cansancio.
¿Cuándo esto terminará?.
La alarma sonó respondiendo a la pregunta del peliverde. Era hora de ir a la escuela y izuku no pudo evitar el gruñido de molestia que le subió por la garganta, lo habían sacado de un infierno solo para ponerlo en otro. Un deje de resignación se plasmo en su rostro, hoy no iba a ser un buen día.
El cansancio le paso factura al chico, se movía arrastrando los pies, su cabeza estaba caída, tenía ojeras y apenas podía poner atención a su entorno, no supo en qué momento llegó a clases y ni cuando sonó la campana para el descanso, este solo se siguió a la multitud.
Tengo que ir al comedor...
Años de práctica para pasar desapercibido de los matones hicieron de la acción algo inconsciente y efectivo. Sobre todo ahora, que lo que menos quería hacer era encontrarse con su One..
Una larga cabellera verde paso su lado con prisa, seguida de cerca por una rubia ceniza.
Y el no pudo hacer más que congelarse en shock.
Sus músculos se tensaron con rapidez, su mandíbula se apretó con fuerza y su pecho se apretó como si lo estuviera, aplastando una pesada roca.
Izuka y bakugo acababan de pasarlo, sin notar su presencia.
....
One... izuka y bakugo-san no pudieron verme.
Es un alivio....
Izuku no sabía que había estado conteniendo la respiración, hasta que soltó un largo suspiro, dandose cuenta de cuánto le ardían los pulmones.
No quiero verlas...
Izuku siguió caminando hasta llegar al comedor, sin darse cuenta de que las personas a su alrededor, se movieron inquietas ante su pequeño arrebato.
Al llegar al comedor, la vista familiar de cientos de estudiantes disfrutando su tiempo libre y charlando le dio bienvenida.
El alegré ambiente calmo un poco la pesadez que sentía en su pecho.
La cafetería era el único lugar en la escuela donde podía estar tranquilo, había demasiados maestros presentes, como para que sus abusadores pudieran meterse con el.
Su único lugar seguro...
El solía comer solo, en una mesa de la esquina para poder descansar del constante estrés que vivía, día a día.
Recogió su comida y se situó lo más lejos posible de la entrada, en una solitaria mesa que estaba en muy mal estado.
La pintura estaba agrietada y el metal tenía evidentes señales de oxidación, probablemente una de las razones por la que nadie quería situarse en ella.
Izuku por fin pudo relajar su atormentada cabeza, mezclándose con el bullicio de la cafetería el peli verde se relajo, comió lentamente disfrutando del ambiente y al terminar dio un suspiro satisfecho.
Sintiendose somnoliento movio su plato a un lado y apoyo su cabeza sobre sus brazos.
Tal vez se estaba poniendo demasiado cómodo considerando su situación, pero el se sentía cansado y el bullicio estaba haciendo maravillas para aplacar sus tortuosos pensamientos.
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-The last Longinus-
FantasyUn último sacrificio cambio el mundo tal y como lo conocemos, tan sutil ante los que desconocían su existencia y tan destructivo para los que conocían el secreto. Un mundo próspero gracias al sacrificio del otro, un evento tan catastrófico que fue o...