Decides aventurarte en la fiesta más importante y esperada de todo el año universitario, considerada como el «cielo en la tierra». Aquí tienes la oportunidad de conocer a nuevos compañeros, amigos e incluso un interés amoroso con el popular estudian...
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Un poco de música, el sol del medio día y un dolor de cabeza horrible fueron los factores que perturbaron mi tan anhelado sueño... Mi cabeza estaba que reventaba.
Al abrir mis ojos pude visualizar la habitación que nos habían ofrecido la noche anterior. A mi lado izquierdo se encontraba Chaewon, su cabeza descansaba sobre mi diafragma y una de sus piernas estaba por encima de las mías, mientras que del otro lado se encontraba Sunoo, aquel chico de sonrisa y ojos divinos que vino a rogarnos a las 3am que lo dejáramos dormir con nosotras porque según él, Jay ronca mucho.
Trate de levantarme con cuidado para no despertar a Chae o Sunoo, pero fue fallido debido al grito que se escuchó desde la primera planta de la casa.
«RIKI LEVANTA A TODOS LOS DEMÁS O SE QUEDARÁN SIN COMER» eso fue lo que escuchamos minutos antes de que el más pequeño del grupo viniese a levantarnos a los tres.
—Dice Jay que tienen que ayudarlo a asar la carne o se quedan sin comer y ustedes saben que él habla enserio— el joven hizo una mueca de susto mientras agarraba la pequeña sabana que cubría a Sunoo y jalaba a este mismo del brazo para levantarlo.
—Sunoo es bueno cocinando, me lo llevaré a él. Ustedes dos deberían de comer algo, ya no tarda en ser medio día— Riki salió del cuarto casi arrastrando al pobre de Sunoo.
—¿Yunjin ya se levantó?— Chae habló con voz ronca y con su cara aún pegada a la almohada.
—Al parecer sí, escuché que quería ayudar con el asado de hoy...—
—Mierda yo también me ofrecí a ayudar... ¿Sabes si Jay bajó nuestras cosas de su auto? Quiero ponerme mi traje de baño...—
—Puedo bajar a preguntarle, ¿quieres que te traiga algo para desayunar?— sé que ya casi es el medio día, pero aún así, creo que el asado se tardará más de lo esperado.
—¿Puedes traerme algo de fruta?—
—Seguro, ya vuelvo—
—Pero esta vez no te vayas a distraer— una sonrisa pícara surgió en la cara de Chae antes de yo poder salir de la habitación.
Casi me olvidaba de eso.
Comencé a caminar por el pasillo hasta llegar a las gradas y entrar al primer piso. A pesar de haber tenido una fiesta enorme, la casa parecía bastante ordenada, supongo que Sunghoon es bastante estricto con todo eso, según me ha dicho Yunjin.
Al encontrarme en la primera planta me dirigí corriendo a la cocina, no sin antes pasar por la sala de estar en donde se encontraban caras muy conocidas; Sunghoon, Heeseung y Jake.
Los tres se encontraban jugando algún tipo de videojuego en la televisión de la habitación, este era un buen momento para pasar desapercibida después de todo esos juegos los volvían adictos.
