room*

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Mientras me daba los últimos retoques, mi teléfono se encendió en señal de un mensaje de texto

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Mientras me daba los últimos retoques, mi teléfono se encendió en señal de un mensaje de texto.

desconocido
holaa, soy heeseung :)

t/n
holaaa

heeseung
le pedí tu número a Jake, perdón.
es que me olvidé de decirte en qué habitación estoy 🫠

t/n
no hay problema
es cierto :o

heeseung
es la que está delante de la sala del segundo piso. toca dos veces, así sabré que eres tú ;)

t/n
gracias, ya voy en camino...

Me quedé indecisa si enviar o no el último mensaje, pero al final lo hice, no quería llegar de sorpresa.

—Me voy entonces, gracias de nuevo Sunoo— me levanté del suelo para dirigirme a la puerta.

—No hay de que, te cuidas mucho y disfruta— me dedicó un abrazo y un guiño.

Salí de la habitación con dirección a la de Heeseung, podía sentir como mi corazón se aceleraba con cada paso que daba. Mis piernas temblaban ligeramente y casi no podían moverse.

Tardé más de lo esperado en llegar a la habitación, la casa tenía demasiados que era fácil perderse. Llegué justo a aquella habitación, me encontraba enfrente de la gran puerta. Si antes mis latidos eran fuertes ahora parecía que mi corazón se saldría de mi pecho.

Tomé unos segundos antes de tocar la puerta, dos golpes, justo como Heeseung me dijo. Escuché pasos desde el otro lado de la puerta y como se habría la perilla de esta misma.

La puerta se abrió un poco dejando ver una parte de la habitación y la mitad del rostro de aquel chico. Al verme la abrió completamente, dejándome entrar.

—Adelante— se hizo de lado.

—Gracias— entré de la manera más incómoda posible.

Heeseung cerró la puerta detrás mía, acercándose a mi. Él tenía unos pants grises y una camisa blanca oversized, su cabello estaba ligeramente desordenado y en su rostro descansaban unos lentes con marco negro. Siempre que nos mirábamos lucía cada vez más atractivo que la vez anterior, casi me roba el aliento.

Le di un vistazo a la habitación, lucía bastante ordenada y era muchísimo más amplia que la que usamos nosotras. Las paredes estaban pintadas de blanco, una cama, unos cuantos sillones, la habitación estaba iluminada solamente por una lámpara que proyectaba una luces azules y moradas en el techo y una TV que proyectaba un videojuego. En la cama reposaba el control.

heaven; heeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora