Seven

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7.




Deslizándome sobre mis tacones rojos, compruebo mi aspecto en el espejo. Mi cabello está rizado de manera desordenada, con mucho volumen, mis labios con labial café mientras que en mis ojos me había pintado una sombra de luz y cantidad excesiva de delineador. Realmente trabajé en esto todo el día. Agarré mi cartera, una bolsa con ropa y las llaves antes de irme a la casa de Ashley. Apenas eran las 6pm, la fiesta empezaba a las siete y por supuesto que duraría toda la noche, por eso es que traje la bolsa con ropa. De ninguna manera me iba a casa y dejar a Ashley solo.


Aparqué frente a su casa, realmente Ashley se ha superado a sí mismo éste año. Un chico del valet tomó mis llaves y fue a aparcar el Mercedes en el garaje mientras caminé hacia dentro de la casa. No me molesté en tocar al entrar, habían luces brillantes, meseros corriendo por el lugar y Ashley en sus jeans y camisa, su atuendo habitual.


"Cálmate princesa, no quiero estresarme demasiado." Le llamé riendo, él se dio la vuelta, con una amplia sonrisa en su rostro.


"Maldita sea, si fuese estricto, te golpearía hasta sacarte toda la mierda." Habló de vuelta antes de envolverme en un apretado abrazo. Tomó mis cosas y las subió, bebí una bebida para tener más valor antes de ayudarlo a subir todo.


Ahora son las 8pm y la fiesta está al tope. Había parejas comiéndose, la mitad chicas desnudas corriendo por ahí y Ashley y yo, bailando sobre las mesas. No estábamos borrachos como tal, pero nos acercamos a esa línea. La gente nos animaba mientras trataba de sostener mi cuerpo con el de Ashley, intentando no caer mientras Black Widow sonaba por toda la casa. Miré a mi mejor amigo gay, él me miró a mí y explotamos en la parte del rap; riéndonos de lo borrachos que estábamos. Sin embargo, si nos conocieras, sabrías que lo hacemos bastante bien. Decidimos dejarlo todo después de que la canción terminó y nos fuimos a la cocina encontrándola aún más martillada.


Cinco shots, dos vasos de ron con coca cola vinieron más tarde, tambaleando por la sala fui a unirme con mis amigos en la pista de baile. Estaba sin preocupación esta noche, tratando de no pensar en el hombre casado por el cual estaba obviamente atraída y viceversa. Mi cerebro no funcionaba después de todo el alcohol y estaba comenzando a perder todo el control tuve al principio de la noche. Ashley se había ido con un chico mientras yo estaba atascada con nuestras amigas que estaban borrachas y actuando como lesbianas. Decidí que éste sería el momento perfecto para salir, y me darme un tiempo para despejarme un poco.


Ashley se sentó en su silla no muy lejos, fumando mientras sostenía una botella de Jack Daniels en su otra mano. Cogí la botella, tomando un trago a la vez que me sentaba en su regazo antes de intercambiar la botella por el cigarrillo, dejándome llevar. Necesitaba tanto esto después de ésta semana tan confusa.


"Así que, ¿Q-qué pasa contigo y 'Harry'? Él imitó el acento británico de Harry, haciendo que me echara a reír.


"Es mi vecino y mis padres le pidieron que cuidara de mí con su esposa" Reí y él asintió. Nos sentamos allí, hablando de diferentes recuerdos y cambiando de la botella para el cigarrillo, como un ciclo. Comprobé la hora en el reloj de Ashley, ya era medianoche. Suspiré, la noche pasó tan rápido. De repente, mi teléfono empezó a sonar a todo volumen haciéndome gemir antes de mirar la pantalla, mi cuerpo se congeló. Harry.


"¡Mierda, mierda, mierda es Styles!" Le grité a Ashley mientras sus ojos se abrieron con pánico antes de levantarme y poner el teléfono en mi oreja.


"Olivia". La voz severa al otro lado del teléfono me hizo hacer una mueca de dolor. No estaba segura de si era porque su voz me asustó o es que estaba demasiado borracha.


"Hey, que amable de tu parte llamar." Arrastré las palabras sin poder evitarlo, oí como suspiró.


"¿Estás borracha?" Preguntó, haciéndome reír por la pregunta. ¿Es tan notable?


"Nop". Dije, haciendo estallar la 'p', ahora le oí gruñir.


"¿Estás en la casa de Ashely, cierto?" El tono de su voz me hizo tragar fuerte.


"Sí." Susurré, ligeramente derrotada.


"Estaré ahí en diez minutos." Dijo severamente mientras murmuré un apenas audible "jodete" antes de colgar. Ashley se rió por mi última respuesta antes de arrastrarnos de vuelta a la casa. Necesitaba más shots. Nos tropezamos con la cocina llena de gente y tomé shot tras shot. No me importaba ya, el Sr. Styles puede que sea mi papi, pero no es mi padre. Sin embargo, temía un poco que viniese a buscarme, me refiero a que, probablemente me dejaría encerrada en casa y él probablemente venga a fastidiarme. Pero, la forma en que era tan exigente, me hacía desearlo aún más.


De repente sentí dos manos en mi cintura, me giré para ver a un papi enojado. Sus ojos estaban cansados y llevaba jeans ajustados negros y una camisa negra abierta por el pecho, mostrando sus gloriosos tatuajes junto a una chaqueta de cuero.


"Nos vamos." Susurró mientras me agarró la mano y me arrastró lejos de Ashley.


"Adiós zorrita, hasta mañana." Oí Ashley gritar, me volví a mirarlo.


"Adiós chupa pollas". Él se rió mientras todavía estaba siendo tirada fuera de la casa.


Finalmente conseguimos salir, mi cuerpo tembló al instante. Harry puso su chaqueta de cuero alrededor de mí mientras me acercó más a él, haciéndome olvidar el hecho de que estaba molesta con él por quitarme la diversión. Abrió la puerta del coche para mí dejándome entrar, mascullando un pequeño agradecimiento mientras cerraba la puerta y se puso en el lado del conductor. El camino de regreso fue silencioso e incomodo hasta que su mano encontró mi muslo y frotó pequeños círculos en mi piel enrojecida. Comencé a calentarme por el pequeño gesto excitante,


"No es bueno decirle a tu papi <jodete>", preferiría que me dijeras <follame>. "Se rió entre dientes, mis mejillas se enrojecieron ante el hecho de que sí escucho mi pequeño insulto. Me sentía más atrevida que nunca cuando puse mi mano sobre su bulto, acariciándolo a través de sus pantalones mientras pequeños gemidos salían de su boca.


"Jesús, pequeña. No tienes idea de lo que has empezado." Mordí mi labio mientras seguía acariciando su bulto antes de inclinarme hacia él, susurrando en voz baja en su oído.


"No puedo esperar para ver qué es, papi."


Teach me, daddy-español-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora