Ten

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Punto de vista Olivia



Mi dichoso fin de semana terminó cuando el despertador sonó justo al lado de mi oído, haciéndome arrastrar en la cama para apagarlo. Mi fin de semana fue relajante para no decir menos. Después del desayuno, Harry y yo pasamos el día viendo televisión abrazándonos en el sofá, donde hubo varios intentos sexuales en los cuales no quiero pensar a menos que quiera cambiarme de nuevo la ropa interior. Cuando lo conocí por primera vez, pensé que era como un depredador, un hombre que estaba loco. Pero al transcurrir ésta semana, pude conocer su lado suave, el hombre que prefiere quedarse en casa en vez de ir a restaurantes cinco estrellas, a los cuales su esposa siempre le ruega para ir. Extrañamente lo admiraba. No sé por qué pero él era bastante cautivante, era tan intrigante que no podía dejar de pensar en él casi cada segundo del día. No, lo retiro. Técnicamente pienso en él cada segundo del día.


Rápidamente salgo de mi habitación, tratando de estar lista a tiempo, temiendo llegar tarde a clases. Me puse unos pantalones negros pegados y una camisa roja con un chaleco negro de encaje. Poniéndome mis Doc Martens blancos junto a mis lentes de sol. Mi cabello lo sujete con una cola de caballo, sin prestarle mucha atención al maquillaje, solo colocándome un poco de mi brillo labial color café. Tomo mi bolsa del instituto y bajo las escaleras, saliendo de casa directo hacia mi coche.


Me estaciono fuera de la cafetería donde usualmente Ashley y yo venimos, él entra al coche y me pasa mi late.


"¡Aquí tienes puta! Ahora dime los detalles" Suspiro sonoramente, colocando el café en el porta vasos antes de empezar a manejar hacia el instituto.


"¡No hay nada que decir! Vino a buscarme, me llevó a casa después y se fue" Mentí, obviamente. Aunque él podría decir que estaba mintiendo ya que somos amigos desde siempre.


"¡Solo admite que jugaste con él a esa mierda!" Niego con la cabeza, divertida por el uso de sus palabras, él bufó, encendiendo el radio poniéndole fin a nuestra conversación.


Finalmente llegamos al instituto, salimos del coche, ambos con el café en la mano mientras enredábamos nuestros brazos, caminando por los pasillos viendo a los campesinos, mejor conocidos como estudiantes. Nos la manejamos para no meternos en ningún drama mientras llegábamos a nuestros casilleros, tomando nuestros tan deseados libros. Aun faltaban diez minutos antes de empezar las clases pero Ashley ya estaba caminado hacia su clase, dejándome sin nada qué hacer. ¿Quizás ésta sea la primera a la que llegue temprano? Lentamente caminé hacia el salón de ciencia, tratando de pensar en el fin de semana que pasó. Fue perfecto incluso cuando no fue tan puro como a la mayoría de las chicas les gustaría. Como sea, él estaba esperando por mí, por mi permiso para tener sexo. Lo cual me satisfacía claramente porque eso significaba que últimamente soy yo quien está en control.


Logré llegar al salón de ciencia con cinco minutos de anticipación, y toco la puerta del salón de Harry. Murmuró un 'entre', abro la puerta murmurando ungracias, entrando al salón. Ni siquiera pude darme la vuelta cuando siento sus manos en mis caderas, empujándome hacia su pecho. Estaba empezando a ponerse duro, y el hecho de que el timbre estaba a punto de sonar, la suerte no estaba de su lado hoy.


"Alguien ha llegado temprano por primera vez" Susurra en mi oído, sus manos acariciando mi cuerpo de arriba hacia abajo, hasta que aprieta mi trasero fuertemente, amasándolo entre sus manos.


"Pensé que papi apreciaría mi compañía" Le susurré de vuelta, el asintió. Soltándome y caminando a su escritorio, palmeando su regazo, indicándome que me sentara en él. Cautelosamente camine hacia él, sentándome sobre él a la vez que mis manos van a su nuca. Pego mi cabeza en su cuello, inhalando su esencia. Él era droga para mí, no podía tener suficiente de él. No sabía por qué, pero todo lo que él hacía me llevaba hasta la cima. Estaría mintiendo si digo que no he pensado sobre cómo ésta relación sería si realmente fuésemos una pareja, poder llamarlo novio incluso así sea en privado. Sería increíble para no decir menos, poder besarlo sin tener alguna razón cada vez que venga a verme, no como ahora, que solo nos besamos mientras nos enganchamos a una relación sexual.

"¿En qué estás pensando, pequeña?" Regresé a la realidad gracias a la voz de Harry. Eleve mi cabeza para mirarlo, sus ojos esmeraldas mirando directamente los míos mientras mordía mi labio. Debatiéndome en qué decirle. Quiero decir ¿Cuánto daño puede causar?


"En nosotros" Susurré esperando a que no lograse escucharme pero la expresión de confusión en su rostro me mostró que si lo hizo.


"¿Qué quieres decir con 'nosotros'?" Citó haciéndome tragar seco. Tenía que decirle como me sentía, necesitaba sacarlo de mi pecho.


"Quiero decir, qué es esto entre nosotros. ¿Qué somos? Algo p-" Él me detuvo antes de que pudiese decir algo más.


"No hay un nosotros, Olivia. Esto es solo para mi placer. ¿Realmente pensaste que dejaría a mi esposa por ti? Eso es ridículo, incluso para ti" Él rió a la vez que sus palabras destruían mi corazón. Estaba siendo ridícula, por supuesto que él no sentía lo mismo que yo.


"Tienes razón" Murmuré, levantándome de su regazo y tomando mi bolso, caminando hacia la puerta.


"Tu siguiente clase es conmigo ¿A dónde crees que vas?" él grita, haciéndome parar sobre mis pies y girarme a mirarlo, lagrimas derramándose por mis mejillas. ¿No estaba hablando en serio, verdad? ¿Me acaba de decir que no significo nada para él y piensa preguntarme por qué me estoy yendo? Me miró confundido.


"¡Me estoy yendo porque no aprecio a idiotas como tú, jugando con mi mente y usándome por mi cuerpo!" Le grité de vuelta, saliendo del salón, no dándole tiempo para responderme. Él no es mi papi, él es nadie para mí.


Ya no soy pequeña, y ya no tengo papi.

Teach me, daddy-español-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora