Fourteen

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14.



Odio el instituto.


Sí, quiero decir, sé que tengo que aprender cosas para poder ser alguien en la vida pero ¿Realmente es importarte saber cómo se dividen las células? ¡Solo lo hacen!


Las constantes perras falsas caminando por los pasillos con sus nalgas guindando en esas cortas faldas me hacen querer vomitar ante la simple vista. Si vas a usar una falda como esa, por lo menos ejercita tu culo para que no luzca como una pobre tortilla.


La única cosa hoy en día que me hacer seguir yendo al colegio era el pensamiento de ver a Harry. Finalmente le di mi virginidad y no me arrepentía ni un poco. Cuando me dijo que estaba dispuesto a dejar a su esposa por mí, supe que él era el único. El único al que estaba dispuesta a entregarme. Y no estaba decepcionada ni un poco.


Manejé rápidamente en un desespero de lograr llegar al colegio a tiempo. Había despertado tarde y tuve que usar lo primero que vi lo cual eran unos gastados jeans apretados, una camisa blanca y negro y unos tacones de plataforma.  Total, me veía casual sin haber puesto mucho esfuerzo. Mi cabello caía por mis hombros mientras la brisa caliente entraba a mi coche. Para ser mitad de Octubre, aun hacia un placentero calor.


Finalmente, me detuve en la cafetería, tocando la bocina para Ashley mientras él se despedía del chico con el que estaba hablando. Me reprime con la mirada por la interrupción y yo le doy una sonrisa falsa, alzando mi dedo del medio para mostrarle cuanto apreciaba su agradecimiento.


"Eres tan zorra, Olivia. Le gustaba a ese chico." Ashley gruñó mientras me reía de él.


"Genial historia, bro, cuéntamela mientras trato de llevarnos al instituto a tiempo" Gruñó mientras algo del estacionamiento hacia el colegio, ignorando la historia de Ashley. Pensé que él se daría cuenta, pero parece que no.


Cinco minutos después y un par de leyes rotas, logramos llegar al sonar la primera campana. Suspiré en alivio mientras agarraba mi cartera y la colgaba en mi hombro. Ashley seguía agonizando por el chico lindo en Starbucks mientras yo intentaba caminar derecha con el agonizante dolor entre mis piernas. No mentían cuando decían que la primera vez siempre dolía.


"¿Estás bien? ¡Caminas como un pingüino! Ashley rió cuando golpeé su brazo, ganándome un guiño de él.


"Ejercité mucho las piernas" Mentí. No era completamente una mentira desde que voy al gimnasio por lo menos dos veces a la semana así que no sería una sorpresa para Ashley.


"Okay zorra, todos sabemos que hiciste algo sucio con un chico". Resoplé mientras nos dirigíamos a mi casillero.


Agarré mis libros antes de escuchar una voz baja detrás de Ashley y yo.


"Srta. Lee, Sr. Melvin, ¿No deberían estar en clase?" Pregunta Harry en su autoridad mientras me giraba, solo para ver que estaba chequeando mi trasero. Típico.


"Ya vamos para allá, Sr. Styles" Ashley da un paso, yo cierro el casillero y él agarra mi mano. Guiándonos a matemática.

Teach me, daddy-español-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora