Eight

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8.






Finalmente logramos llegar a mi casa, estaba contenta para no decir menos por haber sido capaz de escapar de la atmosfera sexual que llenaba el auto todo el camino hasta aquí. No sé si era por mi estado de embriaguez o por el hecho de que estaba demasiado excitada, pero estaba aferrada a Harry como si fuese chicle. Abre la puerta de la casa, dejándome en frente de él mientras me tiro de cara en el sofá, mientras colgando en la orilla. Estaba más allá que cansada como para importarme el hecho de que Harry posiblemente le gustase ver mi trasero en todo su esplendor.



"Bonito espectáculo, pequeña" Oí a Harry reír entre dientes a la vez que azotaba mi trasero, haciéndome murmurar frases sin coherencia.


Me di la vuelta, quedando sobre mi espalda, Harry estaba sosteniéndose a sí mismo encima de mí lamiendo sus labios para luego morder su labio inferior.


"Tienes un cuerpo increíble" Susurró en mi oído cuando miré hacia abajo. Efectivamente, se podían ver mis bragas y para no mencionar que mis pechos estaban básicamente fuera del vestido.


"Mierda" murmuré, tratando de acomodar el vestido, pero antes, mis muñecas fueron tomadas y llevadas encima de mi cabeza, su respiración chocó en mi nuca provocándome escalofríos con tan solo ese simple tacto. Todo lo que él hacía, cada toque, me hacía más débil como su sumisa.


"No te tapes, pequeña, a papi le encanta tu cuerpo" Sus manos se trazaron mi cuerpo hacia abajo, apretando mis pechos suavemente, haciendo que varios gemidos saliesen de mi boca. Rió entre dientes, sentí la piscina de humedad en mi ropa interior, la cual, para ahora ya estaba totalmente destrozada.


Harry tomo mi momento de debilidad para atacar a mis labios, su lengua yendo directo hacia mi boca. Saboreé cada segundo de nuestro beso llenó de lujuria, mientras sus manos vagaban por mi apenas cubierto cuerpo. No podría entender el por qué, de tantas chicas, me escogió a mí para ser supequeña. Sabía que necesitaba preguntárselo, pero sus manos me detuvieron de mi intento de detener éste momento. Dejando a mis manos atacar a sus indomables rulos, él envolvió mis piernas alrededor de sus caderas antes de levantarme. Llevándonos al dormitorio. Aunque los pensamientos de él tomando mi virginidad me asustaba, para no decir menos, no tenía muchos problemas de que sea él, para nada.


Empujando la puerta abierta, me dejo sobre la cama cuidadosamente antes de alejarse de mí y empezar a caminar hacia el closet, dejándome absolutamente confundida. ¿Qué estaba haciendo? ¿No me deseaba? Quizás hice algo malo.


"No me aprovecharé de ti. Estaré dispuesto a tomarte cuando estés lista" Respondió a mis pensamientos. Suspiré con alivio antes de acomodarme en la cama. Harry se deshizo de mis zapatos, dejando besos en mis pies, haciéndome desfallecer ante su caballerosidad. Sin embargo, sus labios subieron por mis muslos hasta que llegaron a la zona de peligro.


"Abre las piernas para papi" Susurró contra uno de mis muslos mientras le obedecí, abriendo las piernas lo más que pude para el hombre de mediana edad posado entre mis piernas.


"Buena chica" Repartió besos cada vez más arriba hasta que se posó justamente en frente de mis bragas, dejando un pequeño beso en todo el medio. Mi boca emitió un pequeño gemido ante su jugueteo. Bajo mis bragas por mis piernas, lanzándolas hacia atrás de él.


"P-papi, no más jugueteo, por favor" Asintió, con una sonrisa presente en su rostro cuando su lengua dio un lengüetazo en mi sexo. Mi cuerpo se sacudió debajo de su toque mágico. Movió su lengua contra mí a la vez que múltiples gemidos salían de mi boca.


"Si, papi. Oh, Joder sí" Mientras seguía lamiéndome, introdujo sus dedos. Tenía el control del momento y no podía dejar que siguiese así. Debía de admitir que era bastante terca.


Luego de unos minutos, me deje llevar. Papi lamiendo todo el desastre entre mis piernas.


"Sabes tan bien, pequeña" murmuró contra mi sexo mientras me reincorporaba en la cama. Empujándolo fuera de la cama, ocasionando una expresión de confusión en su rostro.


"Es tu turno, papi" murmuré, poniéndome de pie en el suelo, caminado hacia mis cornetas del iPod, dándole play a una canción de Rihanna "Skin". Me giré encontrando a Harry sentado, con sus piernas separadas, su bulto prominente contra la tela de sus apretados vaqueros. Camine lentamente hacia él, me posicioné en cuatro, gateando hasta él. Él lamió sus labios mientras me arrodillaba entre sus piernas, acariciando sus piernas, subiendo hasta su bulto. Sostuvo el aliento cuando comencé a desabotonar los botones y bajar la bragueta, tentándolo; Terminando por bajarlos por sus piernas tonificadas.


"Tan buena chica para papi" Gimió y yo asentí, quitándole los vaqueros del todo. Chocaron contra el suelo a la vez que me puse de pie, dándole la espalda. Meneé mis caderas de lado a lado antes de deslizar mi vestido hacia abajo lentamente; dándole la vista centímetro a centímetro de mi cuerpo. Miré sobre mi hombro, encontrándolo restregando su bulto sobre los bóxers. Golpeé su mano, retirándola. Me senté en su regazo, dejando un recorrido de besos por su nuca.


"Tienes que ser paciente" Le susurré y él asintió, haciéndome sonreír con satisfacción. Lentamente me restregué contra él, gemidos saliendo de nuestras bocas. Él aceleró el movimiento de nuestras caderas mientras mis besos bajaban por su pecho aumentando el nivel de excitación de ambos. Sin embargo, solo estábamos restregándonos uno al otro, se sentía mejor que todo lo que he hecho antes. Harry gruñó cuando aceleré mis movimientos contra su miembro duro.


"Me voy a correr, bebé, córrete para papi" Harry gimió, sus labios lanzándose a mi nuca, dejando marcas hasta llegar a mis pechos. Gemí cuando sentí el revoloteó familiar en mi estomago.


"P-papi, me- " No pude formular una oración , solo me deje llevar. Harry me siguió, corriéndose segundos después. Nos quedamos ahí, sin respiración. Mi rostro oculto en su pecho lleno de sudor. Besé sus tatuajes de pájaros, sonriendo para mí misma cuando él beso mi frente. Lucía tan adorable.


"Me quedaré ésta noche" Anunció, asentí. Mas que feliz de que él se quedase. Me acosté en la cama, Harry me pasó su camisa la cual, agradecidamente me la puse junto a un par de ropa interior limpia. Rápidamente, agarré unos bóxers de mi papá, dándoselos a Harry, así no tiene por qué pasar la noche con unos bóxers sucios. Se los puso para luego meterse a la cama conmigo, enrollando sus brazos a mí alrededor y jalándome a su pecho. Beso mi frente mientras comenzaba a conciliar el sueño, solo para escuchar su última frase, la cual estaba bastante segura que no se suponía que debía escuchar.


"Papi te ama tanto, pequeña. Puede que esté loco, pero te amo más que por solo tu cuerpo"

Teach me, daddy-español-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora