Capítulo 4: Humillación al murciélago

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Anteriormente:

- Es ahí, Denji, ahí está el mal nacido que tiene cautivo a Nyako - dijo la chica señalando la vieja casa.

- Bien, entonces esto será lo que haremos... Ahem... ¡Entraremos y le romperemos cada hueso al bastardo ese! - exclamó el rubio para meter su mano el Jean y sacar un mazo extraño.

 ¡Entraremos y le romperemos cada hueso al bastardo ese! - exclamó el rubio para meter su mano el Jean y sacar un mazo extraño

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- ¿Eh? ¿Y esto? Yo quería la katana de fuego - dijo extrañando el rubio al tener tan extraña arma.

Pero Jean aclaro lo que era ese mazo - Es el mazo del demonio Tormenta, no hay necesidad de activarlo, se activa al encestar un golpe - explico el gusano morado.

- Pequeño Bribón, ¿Cómo robo semejante arma de semejante demonio? - pregunto la chica sin esperar respuesta.

- No lo sé, pero, ¡A la carga! - exclamó el chico para ponerse en pose de combate mientras la pelirosa salta de la emoción.

Actualidad:
El chico ejerció mucha presión en sus pies y de un solo arranque salió disparado en contra de la casa, al atravesarla se topo con un sorprendió demonio Murciélago.

- ¿Qué mier...? - el demonio sin brazo derecho de apariencia del único mamífero que pude volar no pudo terminar de hablar gracias a un fuerte martillazo que soltó un estruendoso trueno.

El demonio Murciélago salió volando a la ciudad con el pecho hundido - Creo que me deje llevar - dijo el chico para notar la presencia de un gato enjaulado.

- Tú debes ser Nyako - dijo el rubio para tomar la jaula y ver al gato, en eso llega una desesperada Power.

- ¡Nyako! - exclamó arrebatándole la jaula al rubio - ¿Ese tonto no te hizo nada verdad? - pregunto la chica para recibir un maullido de parte del gato.

- Sigamos a ese imbécil, antes de que haga alguna estupidez - dijo el chico para ponerse el mazo al hombro.

- ¿Y yo? - pregunto la pelirosa mientras tenía entre sus brazos al felino.

El chico la regreso a ver con una cara de concentración - Si te dejo, la trasero lindo me mandará a la mierda, pero si te llevo, tendremos más dinero yo y Aki - dijo un tanto pensativo al inicio y con seguridad junto a una gran sonrisa al final.

- ¡No hay tiempo que perder! ¡Súbete a mi espalda! - exclamó con entusiasmo para incarse y mostrar su espalda a la chica, la cual se sorprendió, pero con el mismo entusiasmo que el chico, se subió a esta.

- ¡Agarrate fuerte! - dijo para que la chica le haga caso, así que decidió dar un enorme salto en dirección a la ciudad.

Fue de salto en salto, hasta llegar a la ciudad.

El demonio se había estrellado en un edificio, quedando moribundo e inconsciente, así que intento buscar desesperadamente a un humano el cual devorar.

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