En esta historia, Denji, un chico que poco o nada le puede importar su integridad física o mental, lo único que le importa es el dinero para poder comer junto a su amigo Pochita.
Anteriormente: - Gracias por la comida Himeno - el chico cierra los ojos con tranquilidad.
- No hay de que, tómalo como parte del favor - la mujer esboza una sonrisa radiante.
Denji levanta la ceja y abre ligeramente el ojo derecho - ¿Cómo que favor? - pregunto sin entender a lo que se refería la mujer.
- Pues te hago este favor para que me ayudes a mi también - respondió sin más.
- Yo no te he pedido nada, mujer - dijo el rubio un tanto fastidiado.
- Ese no es el punto, el punto es que lo hice de buena manera, así que tú me tienes que hacer lo mismo - da una mirada pícara.
Denji solo suspira - Ah... ¿Qué quieres? - pregunto resignado.
- Un trío con Aki - respondió como si fuera lo más normal del mundo.
El chico casi se cae de su asiento - ¿Qué mierda dijiste? - pregunto sin creer lo que dijo la mujer.
- Lo que oyes, un trío con Aki, se lo llevó pidiendo desde hace mucho tiempo, pero no accede... O sea, no el trío, sino el tener relaciones - aclaro la mujer mientras suspira derrotada.
- Oh... Veré qué puedo hacer - Denji respondió resignado.
En otro lugar.
Un chico de 16 años veía una tumba con un gran pesar - Abuelo... Ten por seguro que mataré a ese mal agradecido de Denji... Es una promesa - dijo mientras se seca una lágrima.
Actualmente: Denji había llegado a su departamento con buen humor, siendo recibido por Aki y Power.
- Denji, ¿Por qué no veniste ayer? - pregunto la pelirosa con signos de haber estado llorado.
- Si, ¿Por qué no viniste? - pregunto la azabache con ojeras evidentes y cansancio de igual manera.
- Oh, perdón, creo que me quedé dormido en casa de Himeno - se excuso el chico mientras se rascaba la nuca. Power lo abraza y queda dormida, lo cual sorprende a Denji y a Aki.
- Hija de su demonia madre... No se durmió en toda la noche... Tirarla en tu cama para hacer el patrullaje diario - dijo algo fastidiada la azabache mientras se dirigía al baño.
El rubio suspiro - Pareces una niña, vamos a qué duermas más cómodamente - el chico llevó a la pelirosa a la habitación que compartían.
Más tarde.
Himeno se les unió a medio patrullaje y ahora estaban tomando un descanso en un lugar que vendía ramen.
Denji comía tranquilamente, disfrutando de la comida, como debe de ser, mientras Himeno y Aki conversaban de cosas triviales sin tanta relevancia.
Así era el ambiente, uno agradable, hasta que un chico vestido con gorra, cubrebocas y gabardina hablo.
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