Blood of kings

Prólogo

Estámos en un parque todos los chicos del orfanato, no solemos salir mucho, pero hoy han hecho una excepción y hemos salido de excursión.
Me siento sola en el columpio, a beberme mi zumo preferido, de uvas.
Empiezo a pensar en cosas triviales, como por ejemplo, ¿porqué el cielo es azul? ¿Porque la camiseta de Roger es naranja? Y sobre todo ¿porque no tengo padres?
Mi triste realidad, es que acabé en un orfanato con tan solo 6 años, siendo una niña inofensiva. Mi madre por desgracia enfermó tanto que no podía cuidar de mí y me llevó a este dichoso orfanato, meses después de aquello, me enteré que había muerto. Ella era una mujer sencilla, pero elegante. Siempre procuraba tener una rutina de cremas para cuidar su cutis, todos los días se sentaba en su sillón a leer novelas de romance y por la noche me contaba cuentos fantásticos. Mi preferido era uno sobre un hombre hada muy poderoso que se enamora de una mortal. No recuerdo muchas más cosas de ella. Y bueno a mi padre ni siquiera lo conocí, ya que era tan solo un bebé cuando murió en una batalla...
De repente veo una pelota ir a toda velocidad directa hacia mi rostro. Me dió tan fuerte que me caí del columpio.
-¡Buena puntería Roger! Le has dado en todo el careto a la rarita - dice un niño soltando una carcajada.
- A ver si así se le arregla- grita Roger para que yo lo escuche.
Me levanto corriendo y me acerco a Roger con la cara colorada del golpe, una ráfaga de viento me impulsa a decirle cuatro cosas.
- ¡Me tenéis harta!- grito, pegándole un empujón y tirándolo al suelo .
Por él rabillo del ojo, veo que una de las monjas a contemplado toda la escena
Mierda.
Cuando llega a "el escenario del crimen" me agarra del brazo y me arrastra hasta una esquina.
-¡Harper! Cuando volvamos al orfanato te vas a enterar señorita- me riñe la vieja y fea monja- por ahora siéntate ahí y piensa en lo que has hecho.
La rabia me invade pero obedezco. Los chicos empiezan a reírse de mí, pero claro ella no les va a decir nada.