Capítulo Veinticinco

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—...Noup, sigo sin entender el problema — informó Julie con sus ojos pegados a su comida

Ella y Cariba se hallaban en su pequeña habitación, en la más apartada del laboratorio, pues seguía algo enferma pero mucho mejor sin duda alguna.
L
a humana caminaba de lado a lado mientras Julie tan solo la seguía con la mirada de vez en cuando, sentada desde su tapete.
Cariba había ido en busca de la na'vi en cuanto pudo escaparse de Spider, aunque últimamente ya no le ponían mucho cuidado cuando andaba sola, así que no tuvo problema alguno.

Y es que ahora no se encontraba en una encrucijada, en cambio, sentía que estaba auto-destruyéndose de la incertidumbre.

—¡es que no quiero sentirme así! — exclamó con su ceño fruncido

Julie intentaba ocultar su sonrisa divertida, como había hecho los últimos treinta minutos, los que Cariba gastó describiendo y quejándose detalladamente de lo mucho que "sentía" por el "tonto de Spider", como había declarado al muchacho

—¿y yo que puedo hacer? Solo estás enamorada, admítelo — repitió quizá por tercera vez

—pero es que yo no quiero — volvió a decir echando su cabeza hacia atrás en vestí de frustración

—no puedes elegir si te enamoras o no, solo sucede... créeme, pase por eso — aseguró ladeando su cabeza

Cariba le devolvió la mirada y luego de fruncir la nariz se sentó frente a ella suspirando para si misma

—¿sabes que más es molesto? — al ver la mirada a interrogatorio de la na'vi continuó luego de bufar
—se siente bien sentirse así — cubrió su rostro con sus manos, cansada de sí misma mientras escuchaba algo avergonzada la carcajada de Julie

—¿no que no querías? — se burló recibiendo otra de las muecas de la joven que tanto le hacían gracia

—que no quiera no significa que no me agrade — farfulló, defendiéndose según ella

—no entiendo a qué le temes — murmuro la mujer de trenzas coloradas luego de unos minutos a lo que Cariba la miró expectante
—si crees que ni serás correspondida... déjame decirte que lo eres desde antes — sonrió, recordaba muy bien que ese era su miedo cuando empezó a tener sentimientos por el amor de su vida.

—No, no es eso... — Negó apretando sus labios

Claro que se preguntaba si Spider también sentiría siquiera una milésima de lo que ella sentía, pues era como fuego en su interior, de ese reconfortante y a la vez peligroso. Sin embargo, temía mucho más no saber cómo debía sentirse, o demostrarlo, o solo estar equivocada y al final arruinar una posible amistad.

Savage (Spider) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora