Hasta que mis labios duelan #25

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Capítulo 25 

Hasta que mis labios duelan.

Grace.

Desperté en la mañana temprano y prepare un pequeño bolso con algunas mudas de ropa, no sería un viaje largo ni iría muy lejos, así que no tenía sentido empacar más cosas. Yo y Greta llegaríamos a casa de Luka por separado, algo que no le gustaba mucho a ella, pero me pareció más cómodo. De otra manera ella me hubiese despertado dos horas antes. Mi sueño no se interrumpía por nada del mundo, ni por Luka, ni por mi mejor amiga. 

Estaba recibiendo un montón de llamadas de ambos e incontables mensajes de Greta que ni siquiera abrí.

Llegué lo más pronto que pude al apartamento de Luka y cuando esté me recibió en la puerta y vi su incómoda mirada supe que ya Greta estaría dentro.

El dejo un beso en mis labios —Al fin llegas.

—¿Y esa cara tan seria? — pellizqué su mejilla antes de entrar. 

En efecto, Greta se encontraba recta en el sofá verde, con el rostro pálido y la mirada fija en el cuadro colorido y sin sentidos que había obligado a Luka a comprar y que ahora ni a mí me gustaba. No me gustaba creer que estuvieran incómodos por la presencia del otro.

—¿Vieron un fantasma? —me crucé de brazos en medio del salón.

—No —dijeron los dos a la vez. 

Luka no la miraba a ella tampoco, me reí, eran tontos.

—¿Por qué se tratan así? No quiero estar una hora en el coche con ustedes y esas caras de susto — dejé mi bolso en el suelo— ¿Y bien? 

Luka suspiró —Grace ella es mi alumna, tienes que entender que se me hace incómodo tenerla involucrada en esto —explico Luka.

Greta se levantó —Para mí también es un poco incómodo, es mi profesor.

Solté un largo suspiró —Olviden por un día lo que somos o no somos y vamos a divertirnos ¿Sí? 

Ambos se miraron —Sí —respondieron. 

—Si me disculpan voy a hacer pipí —me retire a la habitación de Luka.

Entre al baño y disfrute de una de las grandes maravillas del cuerpo humano, vaciar la vejiga. La puerta se abrió y Luka entro al baño sin importarle lo que yo estuviera haciendo.

—Tenemos que planear lo que diremos frente a mi familia —recordó él—. ¿Cómo nos conocimos? 

Rodé los ojos —No sé, di que en el cine. 

—Yo nunca voy al cine solo —expuso él.

Suspiré y me levanté para lavarme las manos —No lo sé Luka, no podemos decirle que te coquetee porque no sabía que eras mi profesor y después decidimos mantener relaciones.

Él me abrazó y susurro en mi oído —Podemos adaptarlo.

Lo miré a través del espejo —¿Cómo? 

El beso, mi cuello y mordisqueo el lóbulo de mi oreja —Podemos decir que te conocí en una tarde tranquila, llevabas un vestido naranja y el cabello revuelto. 

—¿Y qué te enamoraste de mí a primera vista? —propuse.

Él mostró una sonrisa —Y que me enamoré de ti a primera vista, que luego de esa tarde no pude dejar de pensarte.

Me giré y lo miré a los ojos, mi corazón estaba latiendo con fuerza contra mi pecho. Yo quería estar en esa tarde tranquila y mirarlo a los ojos para que en ese justo momento él se enamorara de mí. Me puse de puntillas y sujetándome de sus hombros dejé un beso en sus labios, él me rodeó la cintura y acaricio mi cabello.

Atrévete y ámame [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora