En un mundo en donde los poderes destacan, habrá una persona capaz de alterar la realidad de todos, literalmente.
Nunca combines la tensión mental y emocional, todo puede salir mal.
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Todos los personajes le pertenecen Kōhei Horikoshi, el...
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Izuku no entendía qué había pasado, de un momento a otro estaba acostado, intentando abrir sus ojos sintiendo su cuerpo todo entumecido, como si no hubiera descansado en varios días. Hubiera quedado acostado de no ser por unas llamadas insistentes a su puerta.
—¡MALDITO NERD DE MIERDA, LEVÁNTATE!
Al reconocer la voz de Katsuki Bakugo, su cuerpo se impulsó para levantarse, con rapidez se acercó a la puerta y la abrió encontrándose con un rubio furioso. Quien inmediatamente pasó a su habitación, tanto él como el peliverde se quedaron asombrados al ver a su alrededor, el portador de One For All notó recién lo que pasaba en su habitación. Los posters de All Might habían sido reemplazados por carteles de películas con All Might.
—¿Q-Qué pasó? —preguntó Deku confundido, lo último que recordaba era haber estado en el hospital viendo como Sir Nighteye se despedía de su hija, hasta que una luz escarlata con tonalidades violetas envolvía el lugar.
—No tengo ni putas ideas... —dijo Bakugo con los dientes apretados. — Esto no es lo peor.
Agarró del brazo al peliverde y lo llevó fuera de las habitaciones hasta llegar al salón, en donde estaban sus compañeros de la clase 1-A, eso podría parecer normal, pero lo que le sorprendió fue ver Mashirao Ojiro sin su cola, Mezo Shoji con solo dos brazos e incluso a Mina Ashido con la piel morena y sin los cuernos que la caracterizaban.
—¿Q-Qué está pasando? — Izuku estaba asustado por lo que veía, eso escapaba de su normalidad.
—¡Deku! ¡Qué bueno que despertaste! —gritó Uraraka acercándose a su amigo con una gran sonrisa. — Hoy suspendieron las clases por un problema con los laboratorios. Al parecer hubo una fuga de gas.
—¿Hoy no habrá clase de héroes? — La castaña ladeó la cabeza ante sus palabras.
—¿Clase de héroes? ¿De qué estás hablando?
Antes de que el peliverde pudiera seguir cuestionando, el rubio cenizo jaló de su brazo hacia otro lugar, evitando que siguiera con su conversación.
—No digas ni una mierda más. — dijo entre dientes para evitar ser escuchado. — Desperté una hora antes que tú, nadie de aquí tiene sus quirk.
—¡¿Qué?! — el grito de Midoriya llamó la atención de sus compañeros, a lo que él carraspeó para quitarle importancia, ellos al ver que no había algo fuera de lugar, volvieron con sus rutinas. — ¿Cómo que no hay quirk?
—Que en este lugar no existen... —sacó su celular y se lo pasó de mala gana al joven.
Izuku no perdió la oportunidad y buscó a los héroes en el navegador, para solo toparse que la mayoría no existía, solo había actores, o personas famosas que se dedicaban a otras cosas, empresarios, políticos, etc.
