Querido cartero.ㅤ ⸺ BUNNY

໒꒰՞ ܸ. .ܸ՞꒱ა ㄧ 001 !

¡Butters cartero está aquí!

Σ(゜゜)

- ¡Cartero, buenos días! -.

Leopold "Butters" Stotch se giro hacia donde provenía la voz y respondió con las últimas dos palabras que dijo el otro. Era solamente un adulto más en South Park que agradecía el trabajo que hacia Butters como cartero con un "buenos días". Que agradable que te agradezcan algo saludandote o directamente diciéndote gracias, sientes que nada más despertar vales en algo. Así se sentía Butters, se sentía alguien... ¿como decirlo? suficiente consigo mismo, tal vez esas son las palabras.

Butters amaba ganar dinero por el mismo. El día que sus padres le dieron la oportunidad de trabajar en algo solo unos días, el acepto, es decir, ¿quien rechazaría la idea de ganar dinero cuando eres pequeño? El dinero es como un objeto de alto valor, tener tu propio dinero y ganado por ti mismo, de niño es como un trofeo que debe ser presumido. En fin, desde aquello (aunque ya pasaron unos años) siempre quiere trabajar en pequeñas cosas o lugares. Ahora su trabajo "estable" era el de cartero.

Sus padres algún que otro día también le felicitaban que ganará su propio dinero trabajando. Y no, no le quitaban el dinero ni nada después de esas felicitaciones, ni que fueran unos cabrones. Puede que eso lo hiciera su abuela cuando visitaba al pequeño Butters, pero tanto el como su abuela crecieron y la abuela ahora habitaba dos metros bajo tierra. Su abuela estaba completamente muerta a causa de la edad.

Lo que si les enfadaba era cuando no veían ningún aumento en la cuenta bancaria luego de ver a su hijo venir exhausto del trabajo, era como si les tomará el pelo. Claro que ni se molestaban en pedir los motivos, para ellos era como si su hijo se estuviera riendo en sus caras.

Pero quitando aquello, era feliz trabajando de cartero aún sabiendo que no lo necesitaba ya que su padre no le iba a decir que no a comprarle algo (excepto cuando está castigado), es decir, que el dinero no era algo que necesitará. Por ahora, en un futuro seguro lo necesitará como todos, total los padres no son para siempre.

Termino su trabajo de mañana y se fue a casa. Pronto iniciarán las clases y podrá ver a sus amigos otra vez, anque algunos ya los vio al ser un cartero.

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Hablemos sobre amor.. ¿tal vez deberia arreglar las cosas con Charlotte? No creo, desde aquello que hizo para ayudar a las niñas le pareció una tonta más, ni siquiera eran sus amigas, nunca hablaron cuando Charlotte estaba en South Park. ¿Sólo las ayudo porque ella también era mujer? A la mierda los sentimientos de Butters, vivan las mujeres.

¿A lo mejor eso pensó Charlotte? Que va, eso pensaba Butters de lo que ella pensaba. El ya no veía a las mujeres como algo bueno en una relación. Todas son iguales según el y no se va a dejar rebajar por ninguna. Aquello no decía que las odiaba, solo que en relaciones no se iba a dejar engatusar por ellas.

Capaz se quedaría solo toda la vida, pero ese era su problema. Igualmente el pensaba: "¿Estar solo no es tan malo, no?", luego se asqueaba de sus mismos pensamientos ya que también pensaba que los fracasados que dan por hecho que no tienen amigos sin salir a socializar también pensarían así, el no era ningún fracasado sin amigos. Aunque solo tuviera cuatro contando a su amigo fallecido llamado: "Phillip".

Bueno, quitando todos aquellos pensamientos, ahora Butters, se encontraba abriendo la puerta de su habitación.

Una vez dentro puso sobre su escritorio una carta que no pudo mandar. Era una arrugada carta blanca, tenía una marca amarilla en un lado, seguramente se le habría caído café al remitente y quedó en un pequeño lado de la carta. No estaba escrita ni la dirección ni quien la enviaba. Butters no entendía porqué habían cartas así deambulando por la oficina de correos. ¿Porque no las tiran? Para el era una perdida de tiempo esas cartas, las odiaba pero la oficina de correos tenía una regla de no tirar cartas, ya que los remitentes pueden llegar un día y pedirlas de vuelta. Menuda estupidez, para eso que no se molesten en hacer la carta.

- ¡Hamburguesas! Otra vez que me llevo otra carta de estas por equivocación.. -. Suspiro malhumorado, a la hora después de descansar un poco volvió a la oficina de correos para devolverla.

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