໒꒰՞ ܸ. .ܸ՞꒱ა ㄧ 0I8 !

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Y finalmente...

Las agujas del reloj por alguna razón iban más lentas que nunca. Kenny las miraba mientras trataba saliva, alguna que otra fría gota de sudor le bajaba por la cara. Quería decírselo cuanto antes, quería quitarse ese peso de encima que le hacía soñar cosas raras. No sabía cuando ni donde decirlo, aún no estaba preparado para que también lo supieran sus amigos.

De pronto, unos gritos se hicieron resonar en la clase y el pasillo. Las clases habían terminado.

Butters. ¿Donde estaba Butters? Los ojos de McCormick solo lo buscaban a él. Sus miradas se cruzaron. Kenny sin pensarlo mucho se acerco a él.

— Ey, quiero hablar sobre ese asunto. – decía entrecerrando los ojos mientras miraba a sus lados.

— Oh, esta bien.

— ...ven conmigo.

En clase estaba seguro que no iba a hablar del tema. Salieron de la clase, de la escuela, pasearon por las calles, después de un rato llegaron al Lago Stark. Sin dirigirse la palabra en ningún momento durante el viaje finalmente hablaron.

— ...¿Entonces?

— Te voy a ser sincero sobre eso.

Butters no tenía muchas expectativas. Para el, Kenny es genial, es decir, es el fue su princesa hace un tiempo atrás. A la cual admiraba y quería. Fue su primer amigo de verdad, el cual no se burlaba de él y lo invitaba a estar con el. Fue su enemigo, quien siempre estaba tan implicados en quien era que centro varios años de su vida en el. Fue todo para el. En cambio, Butters no era nada para el, solo un amigo más.

— Mira yo siempre he querido estar rodeado de mujeres. Pero también siempre he querido una vida distinta a la que tengo y eso no puedo conseguirlo aunque quiera. Tal vez no me entiendes pero a lo que quiero llegar es que puedo intentarlo.

— Oh, cielos, claro que lo entiendo... ¿que? Has dicho que lo quieres... ¿intentar?

Butters no lo entendía pero porque le iba a dar más vueltas. Lo que quería conseguir, lo ha conseguido. Aunque era algo raro.

Un silencio se hizo presente.

— Ugh, no pensaba que fueras a aceptar.

— ¿Cual es el problema?

Butters estaba tan nervioso por alguna razón que no sabía ni que sentir. Se rozaba los puños una y otra vez.

Se miraron a los ojos tratando de comprender lo que había pasado. Kenny levantó una ceja y le dio la mano a Butters.

— Me ha costado tomar la decisión, deja de comportarte así. Si no funciona lo dejamos pero ahora quiero ser tu novio.

— ...Pff, que maricon. – dijo para luego abrazarle.

Kenny quién estaba dando su mejor esfuerzo para que esa situación no fuera incomoda se sorprendió y rodó los ojos. Pero al sentir el abrazo se dio cuenta que todo estaba bien.

!

Pasaron unos días, los dos compartían dos llaveros. Kenny tenía un llavero de una manzana y Butters uno de una consola. Al ser cosas tan insignificantes nadie sabía que compartían llaveros.

Si antes eran muy buenos amigos ahora eran inseparables. Cuando le faltaba almuerzo a Kenny, Butters le daba parte del suyo. Cada vez que se burlaban de él, Kenny se entrometia para defenderlo. Algunos de sus amigos sospechaban algo pero nadie decía nada.

Un día estaban tumbados sobre el césped en el bosque.

— ¿De verdad te dejan?

— Bueno.. han salido a cenar. Conociendolos vendrán mañana por la mañana.

— Bueno, si tu lo dices.

— Uhm, ¿te acuerdas de esas cartas tuyas de hace unos meses?

— ¿Esas cartas? Claro.

— En verdad fue a esas cartas fue por lo que me precipite a decírtelo. Tal vez si no las hubiera leído..

— Menos mal que las leiste entonces.

Lo miro de reojo.

— No leí todas.

— ¿No? Deberías...

— Esas cartas eran privadas, me sentía mal. Solo las leí porque cuando descubrí tu dijiste que las siguiera leyendo. De cierto modo, sentía que tu sabías que leía las cartas. Sentía que... te burlabas de mi.

— Puede que si. – sonrió un poco.

— Oh... bueno da igual, yo quería que admitieras que tu escribías las cartas.

— Mhpm.. pues yo, admito que escribía esas cartas a Chef. ¿Qué opinará Chef de esto?

— El decía que algún día encontraríamos a la mujer de nuestra vida.

— ¿Marjorine cuenta?

Butters se quedó pensando en cuando se vistió así y Kenny le peinada junto a los demás chicos. No sabía porque aún se acordaba de eso pero se alegraba mucho por eso.

Butters le agarro la mano y le intento besar la mejilla. Una pena que McCormick girará la cabeza al sentir que Butters le tomó la mano. Fue un besito efímero. Era oscuro apenas se podía ver algo, el suave viento moviendose con las hojas y que Leopold tuviera los ojos cerrados no ayudaba.

Stotch pensaba que le había besado la mejilla. McCormick estaba sorprendido, con la boca abierta, pero conociéndolo sabía que había sido un error asique no lo menciono. Ya que, algún día, iban a tener un beso. Un beso bonito y perfecto. Solo era cuestión de esperar el momento.

Al final, Kenny era un romántico. Aunque no pudo evitar mirar a otro lado rápidamente. Era verdad que solo necesitaba tiempo por que, por lo visto, se estaba enamorando de Butters.

Pero ese, aunque fue un pequeño error, fue su primer beso, torpe y sincero. Tal como era su relación, porque dos "heteros" en una relación homosexual era raro. No tenían un manual de que hacer ni a un guía, absolutamente nada. Ya que nadie les dijo que esto pasaría en algún momento. Todo vino de sorpresa porque así es la vida.

Un conjunto de sorpresas buenas y malas.

Ya era bastante tarde, debían ir a sus casas, cuando estaban a punto de salir del bosque e ir a sus casas, Kenny paro en seco.

— Te quiero.

Nunca en su vida pensó que algún día tuviera que decirle eso a alguien, de esa forma. Tan tarde, sin moverse y solo mirándole a los ojos.

— Yo también te quiero.

Nunca pensó que alguien le diría tan abierto esas palabras tan bonitas para el.

Pero a veces, solo era cuestión de dejar de pensar y seguir viviendo la vida.

Y el sonido de dos risas llenaron aquel lugar desolado.







Jdosnfk😵

Querido cartero.ㅤ  ⸺    BUNNY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora