Querido cartero.ㅤ ⸺ BUNNY

໒꒰՞ ܸ. .ܸ՞꒱ა ㄧ 005 !

¡ Inspector Butters esta aquí !

‼

— Kenny, de verdad que no lo sé... pero estoy decidido.

Butters se encontraba hablando con Kenny, al lado estaba Cartman recogiendo algo de su taquilla, parecía una libreta con dibujos extraños.

— ¿De verdad vas a ir de carta en carta buscando de donde salen?

Butters le había contado desde hace tiempo lo que le irritaban ese tipo de cartas, hace más de dos semanas le había contado aproximadamente. Una de esas veces que volvía al trabajo para devolver esas cartas. Fue pura casualidad, pero al ser tan buenos amigos y que Kenny ya lo haya visto y soportado en una situación similar... le dio confianza de desahogarse.

— Supongo..

— ¿Y por qué? Mucho que te irritan pero..  ¿es solo por eso?

— Pues si.. .– recordó lo mucho que se indigno su orientador al decirle que leyó la carta, era mejor mantenerlo en secreto sin importar quien.

— No.. .–un porrazo de una taquilla lo interrumpió.

— Butters, piérdete, no me importa tu maricona vida para escucharla.

Y aunque no se lo estaba contando a Cartman el se molesto. Lo odiaba tanto sin razón alguna.. tal vez a él no le irritaban unas cartas pero si el comportamiento de Butters. Seguro le daba vergüenza ajena tan sólo verle la cara. Un nivel de asco superior, a excepción de que era fácil de manipular, esa era la única "cualidad" buena de Butters a los ojos de Eric Cartman.

— ... ¡Oh! Bueno adiós Eric .– Se despidió moviendo su mano de Kenny.

Kenny le respondió moviendo su mano también y se fue junto a Cartman del lugar. Butters tampoco se quedó allí, el se dirigía a los baños para mear y planear en las siguientes clases como descubriría al culpable de las cartas sin nombre.

(๑°ㅁ°๑)‼

— ¡Rápido! un, dos, un dos.. dios que difícil es investigar sobre alguien, es como cuando buscaba quien era Mysterion..¡OH! .– dijo abriendo los ojos tanto que parecía que su cicatriz, que estaba totalmente cerrada pero se le quedó la marca, se le iba a volver a abrir.

Estaba en su guarida secreta... uno de los almacenes de alquiler de Güar-dalo-two. El General Desorden también estaba allí, alimentando a los esbirros y a un perro enjaulado. Algún día tendría que parar de llamar esbirros a sus mascotas o los animales que encuentra por la calle, también dejar de llamar al General para que los alimente por el, aunque hoy no era ese día.

— Profesor ya me voy, si necesita mi ayuda solo llamame .– dijo su compañero terminando de alimentar al perro.

Aunque tan solo llevara el casco que disfrazaba su identidad su compañero lo llamaba por su otro nombre al estar en la base secreta.

— No, no, ya dije que no necesito su ayuda.

— Esta bien, adiós.

Una vez su compañero se marcho, el Profesor Caos miró detenidamente el mapa que había en su base. No es que fuera hacer un plan para dañar algo o alguien. Se había vestido así porque cuando eran niños el y su compañero acordaron que ocultarian su identidad cada vez que entrarán a aquel almacén. Tanto tiempo y aún no habían dejado de jugar a esos juegos de "niños". Y desde ahi con ese mapa podria ver desde que lugar podria empezar a investigar.

— ¡Lo tengo! .– y mientras lo decía señalaba la famosa cafetería "Tweek Bros" en el mapa.

Si en la carta había una mancha de café, cabía la posibilidad que el escritor haya estado ahí o sean los mismos trabajadores. También podía haberse preparado el café en su casa, pero no perdía nada si iba a preguntar a su amigo Tweek.