Solo Tú Y Yo [Ticci Toby x Tn] T3

Capítulo 1.

Narra Tn.

Bajo las escaleras sin apuros, mirando mi celular. Estoy hablando con Tasha por WhatsApp, se ha ido a tomar helado con Ruby.

Levanto la cabeza cuando noto que entré a la cocina. Al ver que está vacía me acerco a la heladera y saco una botella pequeña de gaseosa, no sé de quién es pero tampoco me importa.

Tasha me dice que irá al cine con Ruby, para que le diga a Max. Le mando un "Ok" para luego apagar mi celular.

Durante este último año, ella y Ruby se han vuelto muy unidas, parecen esas amigas inseparables. Estoy feliz al saber que Tasha puede hacer su propia vida, que pueda disfrutar con las personas que ella quiera y que pueda crear momentos que sean solo de ella.

Miro toda la cocina, cada detalle, cada esquina... Estoy aburrida, lo admito. Prendo mi celular y lo apago de nuevo sin razón alguna, para luego suspirar un poco.

Luego de pensar un rato, dejo la gaseosa de nuevo en la heladera y salgo de la cocina. Paso la sala, subo la escalera y entro a mi habitación, donde busco mi cuchillo que se encontraba en la mesita de luz. Me pongo una sudadera negra para pasar desapercibida ya que es de noche, y salgo de mi habitación para posteriormente bajar las escaleras y salir de la mansión.

Estoy sola, sí. Toby, Masky y Hoodie se fueron a una misión, y como yo estaba en una misión de Zalgo no pude ir, y pedirle la dirección a Slender tampoco puedo porque cuando volví no estaba. Max anda haciéndole algunas misiones y.. ¿papeleo? Para Zalgo. La verdad a mí también me sorprendió el que Zalgo le pidiera eso, pero qué le voy a hacer. Clock tampoco está en casa. Y le mandé mensaje a Ben pero me dijo que salió a matar con Sally. Así que aquí estoy, sola caminando por el bosque. Aunque no me molesta, siempre me ha gustado estar sola y hace mucho que no lo estoy.

Camino de forma tranquila, con la mirada al frente y admirando el hermoso silencio y ruidos del bosque oscuro. Con mis manos en el bolsillo de mi sudadera, una agarrando el mango de mi cuchillo. Siento un ligero frío en mis piernas ya que tengo puesto un short, pero no es problema alguno. También tengo unas zapatillas negras que me las conseguí en la casa de una víctima hace unos meses.

Cuando salgo del bosque, luego de haber caminado por un rato, me pongo mi capucha y me meto en el primer callejón que encuentro.

Es uno oscuro, con un olor asqueroso y varias goteras de los caños de agua que hay por las paredes de los edificios que forman el callejón, y también de los aires de los departamentos. Hay contenedores de basura cada cierto espacio y también hay unas escaleras de emergencia en la pared de ambos edificios.

Es un ambiente deteriorado y asqueroso, pero es el que trae a las mejores víctimas. Las pocas veces que he venido a matar por diversión, estos lugares me sorprenden con cada cosa...

A lo lejos veo como dos chicas entran al callejón, tambaleándose y sosteniéndose entre ambas. Según logro ver, una es rubia con el cabello pasando un poco los hombros, mientras que la otra tiene el cabello negro, algo ondulado. La rubia tiene un vestido plateado y la pelinegra tenía uno rojo. La pelinegra tiene, por lo que pudo diferenciar, una botella en la mano.

Genial, estaban ebrias y eso lo hará más divertido.

Antes de que se acerquen más y me vean, me detengo y me recuesto de espaldas a lado de un contenedor, agacho ligeramente la belleza, haciendo que mi rostro no se vea gracias a la capucha y a mi cabello.

A medida que ellas se acercan, las escucho reír y hablar de cosas sin sentido. Las miro disimuladamente notando como una se dobla el pie, haciendo que el tacón que llevaba puesto se rompa.

—¡Maldita sea, me costó medio año de trabalo! —se queja, muy molesta de la nada.

—¡Trabajo, peseja! —la otra chica le corrige.