Sigue los inicios de nuestros nuevos héroes de París, donde aprenderán a llevarse bien como equipo o al menos trataran.
El ciclo de romance no termina, donde Chat Noir y Cygne White no puede llevarse bien a tener intereses en comunes y donde Ladybug...
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Desde hace una semana para ser especifico los chicos estaban planeando la fiesta de Alix. Fernanda, Nathaniel, Mylene y Bruel (que este se unió por Mylene). La interacción con Bruel al principio fueron cortas, casi no se hablaban, pero ya se estaba acostumbrando a su presencia pues Mylene también lo traía con ella, no a todas las reuniones que tuvieron en la casa, pero sí estaba presente y se dio cuenta que era agradable.
Justo ahora los cuatro estaban decorando la casa de Fernanda para la fiesta de Alix.
Porque cuando hay una fiesta su padre, "don fiestero" le encanta hacerlo en su hogar.
—¿Cómo van?
Los chicos vieron al padre de Fernanda entrar con una trompeta en sus manos.
—Mira lo que encontré escondido en el sótano, estaba bajo toneladas de libros de filosofía, discos viejos y de ropa vieja, casi no me daba cuenta de él.
Los dos amigos ven como el padre de Fer intenta tocar la trompeta, pero a hacerlo una cortina de polvo sale de ella y el hombre comienza a toser exageradamente.
—¡Papá! —reclama la chica ya que todas las decoraciones que habían avanzado estaban con polvo.
Sin mencionar que todos sus amigos estaban bañados en polvo. Fernanda se sacudió como perro y de nuevo todos volvieron a quejarse y Nath estornudo.
—Lo siento —mencionó Fer con una sonrisita al resto.
Nathaniel la miraba enfadado y Mylene solo le dio una sonrisita por ello.
—Perdón, huesitos, pensé que sería increíble hacerle un show musical de regalo —movió su mano como jazz.
—¿En serio? Admite que era lo que hacías en el sótano.
—¿Tenían sótano? —preguntó Nathaniel curioso de eso.
—Sí, tenemos un sótano —le contestó el padre.
—¿Por qué recién me entero? —le preguntó Nathaniel.
—Nunca preguntaste —hablaron al mismo tiempo padre e hija.