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Era media noche. Algunas chicas habían ido al tocador, mientras tanto, el resto salió a esperar a fuera. Entre ese grupo iba Makoto, pero el gerente del restaurante la detuvo presentándole la cuenta. Los ojos se le desorbitaron y la quijada casi se le desmontó al ver el monto de lo que había que pagar. Makoto temblando miró alrededor buscando ayuda; estaba rodeada por el chef, las meseras y el gerente.

—¿A-a-acep-ptan t-tarjeta?

—¡Por supuesto! —El gerente le mostró una sonrisa.

La presidenta de Gehenna sacó su billetera y de ello, lentamente, una tarjeta roja con el símbolo de la academia en dorado. La mano le temblaba. El gerente se apuró a tomar la tarjeta diciendo: —Gracias por habernos escogido para su velada—, pero algo lo detuvo. Makoto aun la sujetaba.

—S-s-eñorita ne-ce-si-to...

El gerente se esforzaba por extraer la tarjeta de las manos de Makoto y ella se esforzaba por qué no lo hiciera. El jefe del restaurante pidió que le pasaran el datafono. Ya que no estaba dispuesta a dar la tarjeta, harían que ella pasara la tarjeta por el aparato. La presidenta gritaba —¡No, no, noooo...!— mientras el gerente, las mesera y el chef la forzaban a pagar. El datafono hizo un Bip confirmando que el pago había sido hecho. Makoto salió del restaurante con una lagrima en sus ojos. Dio un largo suspiro.

—Qué más da... Tocará bajarle el presupuesto al Prefect Team de nuevo. —Dijo la cabeza de Gehenna para animarse.

Hacia bastante frio. Casi todas las chicas ya estaban afuera. Solo faltaban por salir Haruna, Mutsuki y Kayoko. Todas se veían muy contentas. Cada una de ellas tenía una cajita blanca con comida para llevar, a excepción de Aru y Haruka, ellas tenían cuatro en cada mano.

Las tres faltantes salierony, poco despues, el personal del restaurante. Todas se juntaron para preguntarse qué harían. Antes de que las presidentas de las escuelas pudieran hablar, opciones como hacer una pijamada, darse un tour por el mercado negro, visitar otros restaurantes, entre otras opciones fueron barajeadas. Aru estaba muy animada por los planes. Iba a preguntar a Haruna que haría. Un aire taciturno rodeaba a la dama de cabello plateado.

—Haruna-senpai ¿Todo está bien? —Preguntó Aru

La estudiante de tercer año estaba absorta en sus pensamientos.

—¿Senpai?

—¿Ah? ¿Qué pasa?

—Esta algo callada. ¿Está todo bien?

—Mm... Sí... Solo un poco... Mm...

Akari se acercó a ella diciendo que seguro tenía sueño. Las presidentas de Trinity y Millenium dijeron que se habían divertido mucho, pero debían volver temprano a sus deberes. La despedida comenzó. Las demás se daban la mano y un abrazo a la vez que felicitaban a Aru una vez más por su cumpleaños.

—Esto te levantará un poco los ánimos. —Dijo Akari a Haruna— Nuestra kouhai no puede verte así. Mucho menos en su cumpleaños. —Akari le dio un aparato.

Haruna vio lo que le habían dado. Cerró un momento los ojos para ordenar sus pensamientos. Su sonrisa llena de confianza volvió.

—Mi querida Aru, gracias por una noche tan maravillosa. —Dijo Haruna llamando la atención de todas.

—¿D-d-de que habla?

—Sí, ¿de qué hablas? Yo fui quien pagó.

—¡Yo debería ser quien le agradezca por acompañarnos!

—Mi querida kouhai. Puede que sea un año mayor, pero tú y tu equipo se han dado a conocer a través de todo Kivotos. Ya no deberías ser tan formal conmigo y hablarme con confianza. —Aru y Haruna ignoraron a Makoto.

—N-n-no sé si pueda hacer tal cosa.

Haruna puso su mano sobre uno de los hombros de Aru.

—Claro que puedes. —Los ojos de Aru se iluminaron

La auto proclamada jefa del Problem Solver 68 sacudió su cabeza, palmeó sus mejillas, acomodó su cabello y con una sonrisa llena de confianza le dijo:

—T-tiene t-toda la razón.

—Esa es la actitud.

Todas admiraban la escena. Seia tenía una lagrima de emoción en sus ojos. Mika estaba sorprendida de que algo así conmoviera a Seia.

—Ahora, no tengo un regalo, pero espero que esto te guste.

Haruna levantó la mano mostrando el aparato que sostenía. Las presidentas de Millenium y Trinity empalidecieron al ver lo que ella tenía.

—E-e-e-esso e-e-es...

—Espero que te gusten estos fuegos artificiales. —Haruna apretó el detonador.

El restaurante estalló con un fuerte 'Boom' y un gran destello. Todas estaban pasmadas. En especial Makoto.

—¡¿Por qué, por qué, por qué?! —Reclamaba la presidenta de Gehenna sacudiendo a Haruna con lágrimas en los ojos— ¡¿Por qué ahora y no antes de que pagara?!

No muy lejos se escucharon sirenas. Las chicas dieron un salto del susto. Alguien gritó: —¡C-corran!—. Todas salieron corriendo en diferentes direcciones. La única que se quedó sin saber a dónde ir fue Makoto.

Iroharecibió una llamada de Makoto en medio de la madrugada pidiéndole ayuda paravolver a Gehenna.

Blue Archive - White Day (Versión en Español) (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora