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Una a una las chicas en la celda fueron a presentar su testimonio y a ser procesadas. Hoshino, Nonomi y Hanako fueron castigadas con servicio comunitario y Aru, no solo recibió el mismo castigo, sino que también le agregaron una multa bastante grande por los destrozos en esa área. De último, pero no menos importante, llamaron al sensei. El entró a un pequeño cuarto bien iluminado que tenía una única entrada, una mesa y tres sillas. Dentro del cuarto ya había dos estudiantes de la Valkyrie Police esperándolo de pie. El sensei no conocía a ninguna de las dos.

—Buenos días! Mi nombre es Haru.

—Y el mio, Natsu.

—Estaremos tomando su testimonio acerca de lo que sucedió ayer en la noche en la zona de bodegas del área industrial. En primer lugar, ¿podría darnos su nombre?

Él les dio su nombre, así como su ocupación.

—Ah, con que es el sensei de S.C.H.AL.E. ¿Puede confirmarlo con una identificación?

—Bueno... En este momento no ando nada de eso conmigo... —Ellas le dieron una mirada fría— Juro que soy el sensei. ¿Alguna vez han visto a alguien como yo?

—Bueno ya que lo menciona... Yo no y ¿tú?

—Tampoco...

—¡Ven!

—Ok... ¿Puede comprobar que es humano? —Le preguntaron entre risas.

—Debe ser una broma.

Mientras el sensei era interrogado, varias estudiantes alrededor de todo Kivotos se preguntan si el sensei tenía verdaderamente a alguien especial en su vida y las que no dudaban de que así fuera, se preguntaban si de verdad esa persona era Kurodate Haruna. Nagisa era una de esas que meditaba acerca de esa posibilidad leyendo el periódico a la vez que Mika y Seia discutían.

—¡¿Haruna?! —Decía en voz alta Mika— Es imposible. ¿Por qué ella?

—¿Hay que tener alguna razón para querer a alguien? —Respondió Seia.

—N-no lo creo... pero...

—Pero de existir, a eso se le llamaría interés. 'Querer' e 'interés' son dos palabras muy diferentes.

—Lo sé... Pero el sensei... El sensei es como si fuera de todas... Pertenece a todas nosotras... No puede estar solo con una...

—Cuanta falsedad hay en esas palabras. Estoy segura que te gustaría que el sensei no viera a nadie más que a ti.

—Y-y que con eso?... Es mejor verlo que verlo con alguien más....

—Tengo que decir que ese es un pensamiento bastante repugnante. —Dijo Seia con el ceño fruncido— Esa idea de que alguien no tiene la libertad para hacer lo que prefiera solo para complacer a los demás por un sentimiento de puro egoísmo es despreciable.

Mika estaba dolida. Había dicho algo sin pensar. Sabía que Seia tenía razón, sin embargo, no podía evitar sentirse molesta y triste. Era como si una ilusión se hubiera hecho trizas. Como si viera como un sueño se vuelve totalmente imposible. La líder de la facción Pater se mordió los labios para evitar escupir toda su rabia sobre su compañera.

—Estoy de acuerdo contigo, Seia. —Dijo Nagisa. Esas palabras solo aumentaron el ardor en el pecho de Mika— Pero no puedo estar en total desacuerdo con la forma de pensar de Mika. El sensei no es una persona común y corriente.

—Él no se diferencia de ti o mí. Tiene derechos como cualquier otra persona en Kivotos.

—Podría decir que estoy completamente de acuerdo contigo sino fuera porque te equivocas en un detalle.

—¿A qué te refieres?

—Si lo vemos desde un punto sentimental, es ilógico pretender evitar que el sensei decida con quien estar pues no hay nada que nos conecte a él. Aun si sentimos algo por él, si él no siente nada por nosotras, seria despreciable interponerse en sus deseos a la fuerza. La única que tendría la fortuna de disfrutar a su lado seria a quien él escogiera. No obstante, Su título de sensei no le da esa libertad.

—¿Quieres decir que un simple título es suficiente para quitar o dar valor a una persona? ¿Para deshumanizarla?

—Así es. —Seia quedó anonadada de escuchar a Nagisa hacer tal afirmación con frialdad— Su título de sensei hace que él esté conectado a todas nosotras. Le da un deber hacia todas nosotras.

—Aun siendo sensei, él tiene derecho a esco...

—No es así. —Interrumpió Nagisa— Ese mismo título le confiere poder sobre todo Kivotos. Lo vuelve un recurso al que todas podemos acceder, por lo que si dejáramos que él se deje llevar por sus emociones y que decida estar con alguien, sería como permitir que alguien monopolice ese recurso.

—Entiendo el valor del sensei como una fuerza crucial en Kivotos, pero eso no le quita sus derechos. Él existe primero como ser humano y luego como sensei. Tiene derecho a elegir que hacer.

—No estoy de acuerdo. Se le ha conferido un deber al cual debe responder. Si quiere traicionar sus deberes, primero debe dejar de ser sensei.

—Estas pidiendo que el sensei sea una máquina. Una la cual no sería diferente de las máquinas que usamos para ver los Blu-ray en nuestras clases.

—Creo que estas exagerando un poco.

—¿Exagerando? ¿No le llamarías exagerar creer que el sensei abandonaría todo por una única persona?

—Fue exactamente lo que sucedió con la bacteria íncubo.

El ambiente estaba tenso. Mika se había encogido por el fuerte intercambio de ideas entre sus dos compañeras. Podía entender a ambas, aunque por sus sentimientos, a quien apoyaba era a Nagisa.

—Q-que tal si nos calmamos un poco. A pesar del video y las fotos, si el sensei no ha dicho nada...

—El sensei no tendría por qué contarnos algo así. —Dijo Seia con poco ánimo. Estaba algo fastidiada por el tema.

—Aunque tienes razón,Mika. Lo mejor sería aclarar el tema con él.

Blue Archive - White Day (Versión en Español) (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora