susan'

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Puedes verme,
suelo reflexionar en la existencia, frecuentando las estadías y las pérdidas.
Al ser incapaz de apreciar más allá de lo permisible, humanamente hablando.
Estoy esperando en el mismo lugar de siempre, incluso por las mañanas sombrías, cuando la calidez es precaria, manteniendo el anhelo de las posibilidades pasajeras.
Cuando llueve, los augurios de la pena aproximan su devastación disfrazada de casualidad.
La incertidumbre acecha las mentes tranquilas, hecho inconveniente al nunca saber a qué se debe el silencio.
Nadie sabe, nadie indaga los rastros, nadie sospecha de los murmullos del viento.
Un crimen que descansa en la ignorancia de los individuos.
Las personas continúan subiendo y bajando, respirando, existiendo. La vida consigue moverse de sitio, el viento emigra, pero nadie escucha el eco de mi soledad.
Un silencio involuntario, la muerte de un recuerdo que se llevó el ayer, o nunca volvió de éste.
Sé que me hubiera gustado decir adiós, pero también sé, qué sin una despedida nunca habrá ausencia.
No preocupes, no sufras, yo sigo aquí, siempre, asegurándome que la vida marche con fluidez, así yo la habite o no.

the lovely bones, película

de violetas y pesadumbres náufragasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora