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Se encontraba caminando por el bosque.
Estaba buscando un lugar cómodo para poder sentarse. Hacía tiempo no iba o paseaba por la zona.
Cuando por fin encontró donde quedarse se recostó bajo un pino, se sentó de la forma que más se le hizo cómoda y cerró los ojos
Después de un rato los abrió
El aroma del bosque era uno que lo relajaba bastante desde siempre, le mejoraba el ánimo.

Escucho ramas crujir.
Se alertó pero sin hacer ningún movimiento brusco volteó su cabeza a donde provenía el sonido, movió su nariz al sentir un leve aroma embriagante a café, café amargo.
Entrecerró los ojos sin dejar de observar aquel lugar, como si esperara a algo, o alguien, salir de aquel arbusto para saltar sobre el.
Sentía el ambiente tensarse igual que su cuerpo.

-¿quien está ahí?- se sintió tonto al preguntar algo como eso, como una película de terror, se golpeó mentalmente. Trato de ocultar el miedo que recorría por todo su cuerpo, pero sus feromonas estaban bastante alborotadas.
Se relajo, tenía que controlarse.
Sabía que había alguien ahí.

Haciendo que sus feromonas fueran menos perceptibles, suspiro, ya más tranquilo volvió a su aroma neutro.

Se escucho una carcajada, una que hizo eco por todo el lugar. Sintió escalofríos al reconocerla.

-No has cambiado nada mocoso- La sombra salió de su escondite.

Era un hombre alto, tenía el pelo rubio y ojos dorados, tenía un parche negro en uno de sus ojos, que era tapado por su mismo cabello. Lucía bastante elegante y una sonrisa divertida que adornaba su rostro. Tenía un olor fuerte a café amargo, por lo que apostaría a que es un Alfa.

Se levantó lentamente del suelo.
Reconocía aquella voz, pero no podía ser el..verdad?. Se desconectó completamente, mil ideas pasaron por su mente.

-¿Te comió la lengua el gato, pino?-solto una sonora carcajada, una que le saco escalofríos al castaño.

-¿Bill?..-dijo con un tono de cierta duda, reconocería ese apodo en donde fuera. Su corazón comenzó a acelerarse, como era que había escapado de ser una estatua.

-El mismo..-hizo una sonrisa divertida por la confusión del castaño.

El más bajo simplemente retrocedió.Estaba confundido, por que tenía un Bill delante de él ahora mismo, y más importante, un Bill hecho una persona. Entonces el miedo desapareció siendo remplazado por enojo.

-Tú..TÚ!, Maldito traicionero, que se supone qué haces aquí-tenia un tono de voz enojado y se interrumpió a sí mismo- No, más importante, ¡¿que se supone qué haces vivo?!- se agacho para recoger una roca que tenía cerca y aventársela.

-Ey!-se quejó el rubio por el reciente golpe- Yo también te quiero niño- frunció el ceño con un tono sarcástico mientras tallaba la zona del golpe.- Lamentablemente para ti, unos mocosos no me pueden vencer.

-Lo hicimos! Te vencimos!- se agacho para tomar otra roca con la intención de lanzársela pero esta vez el rubio fue más rápido y en un abrir y cerrar de ojos se la quitó.

El rubio negó con la cabeza y solo se limitó a mirar el cielo que era tapado por los pinos y árboles del bosque.

El castaño entró en razón, sin hacer mucho ruido levantó su mochila y se la colgó en el hombro. Debía hacer algo, si esa persona que tenía enfrente era el verdadero Bill Cipher con el que había luchado en el pasado, debía alertar a alguien e irse inmediatamente.

En cuanto estuvo listo, comenzó a correr en dirección a la cabaña del misterio llamando la atención del rubio, quien, apareció delante de él omega con un chasquido deteniendo su paso.

Pᴏʀ ᴀᴢᴀʀᴇs ᴅᴇʟ ᴅᴇsᴛɪɴᴏ|BɪʟʟDɪᴘᴘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora