La Cueva Oscura 💎

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El amanecer había llegado y con él las obligaciones y responsabilidades matutinas. Estaban cerca de la cueva oscura y por ende más cerca de las ruinas de Uzu. Cada vez se acercaban más a lo que los ayudaría a liberar a toda la aldea de la hoja.

Sasuke se acercó a Naruto, pidiendole que sea más cuidadoso debido a que se acercaban a lo desconocido y peligroso. El rubio en verdad estaba asombrado, ya que no era costumbre ver a Sasuke sentir algo por alguien, en especial por su persona.

Como de costumbre, el pelinegro veía que el rubio no sabía mentir ni ocultar sus sentimientos. No lo sabía en verdad. Sasuke sonrió levemente antes de decir:

— Naruto jamás podrás mentir.
— ¿Qué?
— Te asombra saber que cambie de opinión, y decidí volver con ustedes a la aldea. Que me preocupa saber que eres algo inmaduro aún.

Mientras hablaban iban saltando de rama en rama. El rubio comenzaba a sentirse feliz al extremo, ya que había logrado lo que tanto hubo querido. Recuperar a Sasuke.

—¿Qué sucederá con Orochimaru?
— No me importa, haré lo que deba hacer por la aldea.
— ¿O sea matarlo?
— Si es necesario.

Sasuke miraba a su hija conversar feliz con el hijo de Naruto, se sentía en familia luego de tanto tiempo.

Amaba ese futuro y ya deseaba poder disfrutarlo al fin. Además, saber que el hijo de su mejor amigo lo admiraba tanto le devolvió la cordura que hacía tiempo había perdido.

Perdió un hermano, pero recuperó otro. Perdió una familia y ahora descubría que había formado la propia ¿Cómo volver junto a Orochimaru sabiendo todo eso? No podría ni aunque quisiera.

Ver la felicidad en los rostros de Naruto y Sakura le arrancaron una alegre sonrisa también.

Quizás esta experiencia subrealista fuese una ayuda del cielo. Es lo mejor que nos pudo pasar.

Meditaba Sasuke mientras se dirigía a la Cueva Oscura saltando de rama en rama. El equipo 7 de esa época, se acercaron para conversar alegremente los tres juntos mientras seguían avanzando rumbo a su destino.

Mitsuki, quien era el más observador de los cuatro integrantes del equipo 7 del futuro, sonrió alegremente mientras murmuraba.

— Al fin se reconciliaron. Ahora puede decirse que se vuelven a llevar muy bien los tres.

—¿Eh? ¿Qué es lo que murmuras tú ahora? — le preguntó Sarada
— Nada importante — contestó Mitsuki sin dejar de sonreír.

Hima se acercó al equipo 7 de esa época, más en concreto se situo entre su papá y Sakura, para formar parte de la conversación de ellos.

Le resultaba mucho más divertido permanecer junto a su querido papá. Naruto ya se había acostumbrado a ella, al punto de empezar a extrañarla cuando no estaba a su lado.

Sabía que eso era un problema debido a que Hima tarde o temprano volvería a su época y él quedaría otra vez solo.

Sin embargo prefería dejar aquello para cuando llegara el momento, ya que ahora prefería disfrutar de su hija y su increíble amor hacia su persona.

Por supuesto que los tres empezaron a preguntarles más detalles sobre el futuro.

— Bueno — empezó a decir Hima — Mi mamá siempre está esforzandose por ser una buena esposa, prepara deliciosos manjares y todo se vuelve mágico cuando tú, papá, vuelves a casa a cenar con nosotros. Pero son escasas veces, debido a tu trabajo.

— Pasaría junto a ustedes toda mi vida Hima — dijo Naruto deseando vivir ya ese hambiente familiar que su hija le describía.

— Boruto solía enojarse contigo por no estar en casa. La verdad lo entiendo ya que también desearía que pasaras más tiempo con nosotros. Pero ser el Septimo Hokage no es tarea fácil. Aquella era una buena época. ¿Sabes? Pero todo cambió cuando Kawaki decidió encerrarte a tí y a mamá en otra dimensión alejandolos de nosotros.

—¿Quién es ese Kawaki? — preguntó Sasuke
— Nuestro otro hermano, papá lo adoptó y lo trató mejor que a Boruto y a mí. Pero...

Hima supo que había hablado de más y sonrió cambiando de tema.

— Todo pasó y se solucionó. Ahora debemos salvarlos a todos otra vez para finalmente volver a casa. Estoy segura que Boruto accederá esta vez. En cuanto a tí, Sasuke, no eres un buen padre debido a que vives fuera de la aldea. Tu excusa es ayudar a mi papá a proteger la aldea. Pero a Sakura y a Sarada no les gusta eso, aunque les duele mucho estar lejos de tí.

Tanto Naruto como Sasuke pensaron lo mismo. Debían ser mejores padres y eso mismo harían. En esos instantes todos se detuvieron, habían llegado a la Cueva Oscura, cuya fachada tenía la misma forma que una cueva común. Sin embargo desde donde estaban podían ver que se bifurcaba en  tres caminos.

Una metálica voz resonó desde el corazón de la tierra envolviendolos a todos.

Para poder pasar la invisible barrera que se levanta tendrán que atravesar las tres entradas a la vez. En el trayecto vivirán una serie de eventos que los hará replantearse ciertas cuestiones. Si logran tener éxito podrán salir y llegar a las ruinas de Uzu. Buena suerte valientes aventureros.

Hima y Naruto tomaron el camino del medio, mientras que Sasuke y Sakura eligieron el camino del lado derecho. Así, Boruto, Sarada y Mitsuki fueron por el camino izquierdo.

— Nos vemos del otro lado chicos — dijo sonriendo Naruto.
— Por supuesto papá — respondió Boruto, luego abrazó a Sarada y a Mitsuki sonriendo alegremente — Vamos chicos, estamos muy cerca.
— Si — contestaron Sarada y Mitsuki a coro sonriendo también.

Así todos entraron a la vez a la Cueva Oscura desapareciendo en la oscuridad.

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