Capítulo 1: Yo no sé nada.
Harry estaba anidando, lo cual era normal para un omega es su estado de pre calor. Bueno, tal vez el problema no fue el hecho de que cuando se vio estresado, necesitado y eufórico, encontró un lugar lo suficientemente cómodo y seguro para amontonar sábanas, almohadas y todo tipo de tejidos suaves, sino que, en medio de todo ese lío de telas, extrañamente organizadas en una maraña calculada para obtener una cómoda guarida, había prendas que no eran suyas.
De acuerdo, esto puede resultar extraño para algunos, pero Harry decidió no pensar demasiado en eso cuando se dio cuenta, en un momento de lucidez y claridad, que en la mayoría de esas piezas, había pequeños robos de telas perfumadas por cierto alfa.
Y está bien, tal vez este alfa era el jefe molesto, engreído y tan, tan, tan estresante pero también tan guapo, serio y caliente del omega. Que a pesar de eso mantenía una buena relación con él, algo entre un compañero de trabajo amigable y un jefe exigente, era confortable sin embargo.
Louis Tomlinson era menor que él en estatura, y Harry esperaba profundamente que el más bajo estuviera interesado en omegas más altos, quien sabe. No es que el alfa de cabello castaño y ojos azules haya mostrado algún interés romántico en el rizado, de hecho eso nunca sucedió, pero vamos, Harry todavía era un omega en su pre calor haciendo cosas de omega y por eso no se permitía hacer un juicio más severo sobre su actitud.
Louis por estar siempre cansado, refunfuñando en todos los rincones posibles, siempre terminaba dejando un saco aquí, una corbata allá, que desaparecían misteriosamente, como por arte de magia, de modo que cuando el alfa recordaba las piezas de ropa ya no eran tan importantes.
Esa manía tal vez causaba dolores de cabeza en Louis, pero era simplemente el paraíso para Harry, quien en un delirio caliente tomó coraje e hizo su primer movimiento audaz en su vida, el tomar una corbata roja que Louis tiró en un momento de intenso estrés en el piso de la oficina.
Y si, Harry a veces se sentía molesto y con la conciencia culpable por su pequeño robo, pero, de nuevo, podía culpar a su inminente celo hasta cierto punto, aunque era suficiente para él.
Después de ese pequeño acto audaz, él omega se encontró haciendo lo mismo una y otra vez, era casi automático. Tanto así que el de ojos verdes casi se fue al cielo cuando Louis abandonó un saco, tan, tan, tan bañado en su olor varonil, y se despidió del omega sin importarle ni recordar la pieza.
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Encontrado no es robado
Short StoryQue Harry estuviera anidando era normal para un omega en su pre celo, el único problema era que entre las suaves telas, ropa que no era suya componían esa maraña de tejidos. Louis Tomlinson, su jefe alfa, necesitado de un lugar tranquilo para trabaj...