Chloe Noir [Chloenette]

Capítulo 11: El coleccionista

Plagg flotaba alrededor de Chloe mientras la chica subía por la cerca de piedra de la mansión Agreste con la ayuda de su pistola de gancho.

—Creí que este día no podía ponerse mejor, pero me equivoqué. Entrar y allanar propiedad privada es un crimen, y ahora oficialmente lo has cometido en varias ocasiones —Plagg se enjuagó una lágrima imaginaria—No podría estar más orgulloso.

—Hoy no es un buen día —refunfuñó Chloe al llegar a la cima de la pared—Adrien está en problemas.

—Dijo que no podría ir a la escuela nunca más, ¡eso es genial! ¡Significa no más tarea para hacer en casa!

Chloe se deslizó por la pared hasta llegar al suelo y al llegar abajo rodó para absorber el impacto.

—No, idiota, eso significa que todo su trabajo será "tarea para hacer en casa".

Plagg continuó explicando las ventajas de no ir a la escuela mientras Chloe trepaba por el costado de la mansión. Cuando por fin llegó hasta la ventana de la habitación de Adrien pudo ver a su amigo cabizbajo jugando al metegol solo.
Aquello era realmente triste. Dio unos golpecitos en la ventana y Plagg se escondió en el bolsillo de su chaqueta.

Adrien levantó la cabeza y la miró sorprendido. Inmediatamente después, corrió hacia ella para abrir la ventana.

Chloe saltó dentro de la habitación, aterrizando perfectamente sobre sus pies. Ahora que estaba adentro pudo escuchar una suave melodía de piano saliendo de un parlante. Adrien cerró la ventana y se giró hacia ella.

—¿Otra vez, Chloe?

—No puedes llamar y decirme "mi padre descubrió que tomé su libro y ahora estoy castigado para siempre y no podré ir a la escuela nunca más" y no esperar que venga a verte.

—¡Mi padre me dijo que ya no podía confiar en mí y si dejo que entres sin permiso estaré traicionando su confianza otra vez!

—¿Y qué va a hacer, prohibirte ir a la escuela? Oh, espera—Chloe puso los ojos en blanco—Ya lo hizo. Además, si por alguna razón llega a entrar, solo grita "¡Ayuda, una loca se metió a la casa!" y yo saldré corriendo. Dile que estoy demente, obsesionada contigo o algo así, y que soy una acosadora de la que no tienes control.

Adrien bufó.

—No es como si fuera a venir a verme. No se molesta en pasar tiempo conmigo a menos que no haya opción.

—¿Entonces qué derecho tiene a sacarte de la escuela?

Adrien suspiró, dirigiéndose de nuevo hacia el metegol.

—Es un poco sobreprotector.

Chloe se dirigió hacia el otro lado de la mesa y se unió al juego.

—Creo que quieres decir que es ridículamente sobreprotector. Literalmente es muy injusto, trabajaste tan duro para poder ir a la escuela ¿y el solo te quita esa oportunidad porque sí?

—Sé que es malo pero..—Adrien giró el palo pero no pudo pegarle a la pelota—Es la única familia que tengo, tengo que escucharlo.

—¿En serio está haciendo todo esto solo por un libro? ¿No puede comprar otro y ya?

Adrien por fin le pegó a la pelota con uno de sus jugadores.

—No, es un libro único. Y yo fui lo suficientemente descuidado como para perderlo.

Chloe quedó tan perpleja que Adrien finalmente pudo hacerle un gol. Frunció el ceño y puso la pelota de nuevo en el centro.

—Espera, ¿qué quieres decir con que lo perdiste?